Entrevista a
DÚO POR LA
VIDA
TANGOS QUE
ACARICIAN EL ALMA
Por Santa Fe a pocos metros de
bulevard España hay una casa donde se respira música. Entre sus salas que
llevan por nombre Martha Argerich, María Callas y Enrique Santos Discépolo se
siente una sensación de abrigo, de bienestar. Las fotos blanco y negro en la
pared, los pianos, los mínimos detalles, crean un clima especial en la
atmósfera. Los responsables de ese espacio son Emiliano Kandico y Diego
González, quienes periódicamente organizan una tertulia íntima en el que se
brinda a un selecto grupo, la música y la voz del tango. En un ambiente íntimo,
con luces tenues, tranquilidad, silencio y respeto, el dúo ofrece un repertorio
variado y estilizado.
Emiliano es
“porteño de pura cepa”, se formó en la Académica Nacional del Tango y tiene
estudios de canto, teatro e idiomas. Por su parte, Diego, es pianista de música
clásica con estudios en Córdoba y Texas. Los dos jóvenes se conocieron por
Internet y anclaron sus sueños en Villa María. En la unión de sus esfuerzos y
experiencias bautizaron lo que hoy llaman “Dúo por la vida”, un proyecto que
crece día a día.
A través del
tango este dúo particular ofrece a sus espectadores una propuesta musical en el
que se incentiva la participación de las personas. Hicieron una temporada en
Polaroid, se presentaron en el café Rigoletto, en la Peatonal local, en el
Museo Fernando Bonfiglioli y han llegado a tocar en Buenos Aires.
Inquietados
por las tertulias y su apuesta por la música ciudadana, nos hicimos un tiempo
para hablar con ellos.
Por Darío Falconi
eldiariocultutra@gmail.com
Si bien
Diego provenía de la música clásica, su cualidad sensible permitió
complementarse con la formación tanguera de su compañero Emiliano y desarrollar
este último género tan particular de nuestro Río de la Plata. El tango es un
sello inconfundible de los argentinos que nos permite identificarnos hacia
afuera. Sobre ello hablamos con el dúo que responden a nuestras preguntas y
comentarios de manera conjunta.
—Claro. Siempre decimos que el
tango se vende solo… es tan famoso como la palabra Coca-Cola; pero con la
diferencia de que al tango no le hizo falta ponerle tanto dinero para
promocionarlo. El tango es muy rico, si te ponés a analizar da para mucho, se
puede hacer tango característico o tango electrónico u otro tipo. Respetamos el
tango tradicional, pero nosotros le queremos dar nuestra propia impronta.
Gardel dijo alguna vez que “si el tango queda en mí, se muere”.
Tenemos a Astor Piazzola, el
filósofo del tango, que no sólo aportó buena música sino unas impresionantes
letras; y también está Enrique Santos Discépolo, dos músicos extremadamente diferentes.
En el tango existen algunas bisagras como la de Carlos Gardel con su música,
con su estilo, el tango canción; antes de él, el tango era prácticamente
cómico, no había tango dramático. Luego vino Aníbal Troilo, otra bisagra más.
Después Piazzola y otros más como Osvaldo Pugliese, o Mariano Mores, que trajo
la escena cinematográfica… Todos son tangos pero tienen diferentes tintes.
—¿Cómo creen
que la gente recepta el tango en la ciudad?
—Acá les gusta; aunque siempre
hay un primer rechazo, pero dura muy poco porque después ese pensamiento se
deja de lado. En nuestro caso particular te podemos decir que la gente le gusta
demasiado, quieren la interacción con el artista. La gente grande que nos ve
les gusta, sienten un aire nuevo y renovado; y la gente joven ven en el tango
otro ángulo y les gusta y vuelven. Muchos intérpretes actuales se olvidan de la
letra, se olvidan del personaje: cantan diciendo la letra; en vez de cantar la
letra entonándola… y ahí es donde se nota el vacío en la interpretación. No es
un tango típico, nosotros le ponemos nuestro estilo, apoyados además en
nuestras formaciones.
—¿Están pensando en grabar las composiciones en un disco?
—Sí, estamos trabajando
profundamente en lo que vamos a grabar, es un proceso largo, porque una vez que
lleguemos a la sala de grabación tenemos que tener bien claro lo que queremos
hacer y, cuando eso llegue, ocuparnos de resolver sólo la cuestión técnica que
se nos presente.
—¿Qué otros
planes tienen para más adelante?
—Para agosto aproximadamente
vamos a estrenar una obra sobre Enrique Santos Discépolo y va a ser más pensado
como teatro musical. Más adelante, también queremos incluir más músicos y armar
una orquesta. Por otro lado están saliendo algunas fechas para presentarnos en
algunos otros lados.
—Se trata de abrir la puerta de
nuestra casa y ofrecerle a la gente un espectáculo adaptado a lo que nosotros
queremos dar como mensaje. Hacemos diferentes repertorios buscando nuestro
propio estilo y buscamos la participación de la gente. Queremos que la gente se
sienta bien y tenga interrelación con nosotros y con los demás. Nuestro lugar
es un lugar íntimo y allí ofrecemos canciones, pero además la reseña de esa
canción, damos un pantallazo histórico sobre el momento en qué fue compuesta;
Emiliano estudió mucha historia y teatro y eso le da un plus al espectáculo.
Tenemos una buena convocatoria. Además mimamos al público con empanadas hechas
por nosotros y una copa de vino. Hoy en día se ve tanto maltrato, que la gente
quiere que lo mimen un poco. Nosotros les damos una caricia en el alma y los
integramos, sin ser invasivo, y los mimamos sin ser pesados.
—Además de
las tertulias, en la casa se enseñan clases de canto, taller de tango y
oratoria, ¿cuál es la experiencia al respecto?
—Nosotros cuidamos mucho de la
persona, esto es un intercambio de aprendizaje, no nos gusta la palabra maestro
y alumno; así como ellos vienen a llevarse algo de lo que nosotros les
transmitimos, también nosotros nos enriquecemos, evolucionamos y aprendemos de
lo que ellos transmiten como esencia.
—¿No es
mucho para dos personas todo esto?
—No, porque el arte y la
interrelación humana dentro del arte te retroalimenta, no te desgasta. Con
mucho gusto y verdadera pasión hacemos lo que hacemos. Tenemos el espacio, el
tiempo, las ganas y el conocimiento para desarrollar todos estos proyectos y
estamos contentos de poder brindar lo que sabemos a la ciudad.
El “Dúo por
la vida” tiene una página en la red social Facebook en la que se pueden
anoticiar de las futuras tertulias y presentaciones. Con la simpleza y
sensibilidad de sus palabras nos despiden de su casa. Un reducto diferente en
el que es posible experimentar otra forma de disfrutar música en vivo. Se los
recomendamos.
(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Domingo 17 de junio de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina.
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