COMPARTIENDO MADRUGADAS CON
ADONDE
ENTREVISTA
Villa Nueva. Jueves. Noche. Ensayo. Pizza casera. Madrugada. Entrevista.
Palabras claves de una jornada de preparativos. El próximo jueves 19 presentarán ante el público su primer disco, sucesor del demo “Cuentitos 2”.
Nos referimos a Adonde, un grupo cuyos integrantes intentan de la música un oficio. Cinco jóvenes en plena formación sobre el estudio de la música y con muchas ganas de tocar corriendo por las venas.
Adonde fusiona ritmos, estilos y géneros de los que se han alimentado sus integrantes. Tratan de romper ese corcet que encasilla a las bandas con determinados rótulos; no se preocupan por ello, toman lo que les sirve para mostrar su arte y lo hacen logradamente. Sus composiciones van desde tranquilas y tristes melodías hasta poderosas interpretaciones que transpiran vivencias y pensamientos de los hombres.
Después de las 22, al término de sus ensayos, nos reunimos en una acogedora casa que mira apacible el extendido parque de Villa Nueva. En una distendida charla entre el colofón del jueves y el prólogo del viernes los indagamos sobre sus inicios, su disco a presentar, las particularidades del rock en la ciudad y sus anhelos como profesionales de la música.
—¿Cuáles son las circunstancias por las que nace Adonde y cómo resumirían su trayectoria?
José “Pepe” Pomilio: —A mediados de 2006, nació la banda y debutó el 8 de diciembre. Con Lucio nos conocíamos desde hace un tiempo de Río Cuarto y empezamos a estudiar en la UNVM. Conocimos allí a “Zeta” (Ezequiel Fernández Boo), también a “Facu” (Facundo Seppey) que en ese entonces tocaba en una banda, él nos pasó la data de los demás músicos. Si bien hacia 3 años acá, estábamos estudiando música… que significa no tocar. Facu nos contactó con “Pulu” (Lorenzo Soria). La idea de formar la banda la teníamos hace un montón de años, lo que pasa es que nunca se daba. Ese año se dio y tocamos en Café Urbano. En 2007 tocábamos alocadamente, había meses que nos presentábamos tres veces, con los chicos organizamos un ciclo en Hybris, durante un año para conseguir fondos de lo que iba a ser una gira, que fuimos a tocar, pero que no tocamos. En 2007 fuimos a Puerto Madryn. En 2008 tocamos en Córdoba, en Río Cuarto, acá en Villa María; pero en general tocamos menos que el año anterior. Lo que sucedió fue que empezaron a salir temas nuevos.
—Están próximos a presentar su primer disco, pero ¿qué nos pueden decir se su demo “Cuentitos 2”?
Pepe: —Como banda nos presentamos en público el 8 de diciembre de 2006 y en febrero siguiente grabamos el demo porque nos pintó grabarlo. Además ese material lo usamos como carpeta de presentación hasta hace muy poco. Uno de los temas que está en el “Cuentitos 2”, lo usamos para presentarnos en el pre-Cosquín Rock, en el Rockórdoba, y todavía en Río Cuarto hay radios que aún lo siguen pasando.
Zeta: —Más que todo, nos sirvió como experiencia, porque después de hacerlo y escucharlo te cae la ficha de muchas cosas.
Pepe: —En 2008 conocimos a una chica que va a la Universidad que estudia Diseño y Producción Audiovisual. Ella nos ofreció grabar un video para una materia, la cuestión es que debía grabar también la música, y nosotros elegimos un tema que no estuviese en el demo, ese tema fue “Qué vas a hacer hoy”, una canción que está en el disco nuevo. Salió bueno y el padre de esta chica en General Deheza tiene un estudio y nos ofreció grabar algo ahí en su casa. Nosotros fuimos pensando que íbamos a grabar otro demo más, pero salió el disco. Estuvimos viajando a Deheza durante marzo y abril. Nos trataron joya…
Zeta: —¡¿Joya?! Te quedás corto…
Lucio: —De viernes a domingo, desde las 9 de la mañana a las 4:30 grabando… una gente buenísima.
Pepe: —Grabamos las sesiones ahí y terminamos de grabar todas las cosas en el estudio del “Cacho” Aiello, y ahí fue cuando empezaron a surgir nuevas ideas para otra viola y así es como se suma Facu Seppey. A mediados de este año se terminó de hacer el disco.
—¿Cómo trabajaron las canciones, compositivamente hablando?
Pulu: —Generalmente el que hace las canciones es Pepe y el tira la idea general, ya tiene la idea más o menos armada, y con Lucio también trabajan juntos. Tiran la idea, tienen más o menos la forma de cómo es el estribillo, los acordes, esas cosas; y después lo rítmico y demás lo terminamos armando entre todos.
—¿Los temas del demo están incluidos en el disco?
Pepe: —No, lo que pasa es que hasta el último tema que hicimos, que se llama “Murmullo teatral” teníamos 21 canciones armadas, y nos parecía como una picardía dejar cuatro temas nuevos sin grabar, por otras cuatro que ya estaban grabadas. Tuvieron su época.
Lucio: —Además, a medida que pasa el tiempo, la banda va madurando y buscando su propio lenguaje.
—¿El nombre de “Demasiadas madrugadas” a qué remite?
Pepe: —El disco se iba a llamar “Paro psicológico”, por medio de Zeta salió en esas tardes de Deheza y que simbolizaba un poco la cuestión que estábamos viviendo.
Zeta: —Tuvimos una observación que nos hizo Cacho y esto era que a simple vista ese nombre podría resultar de una banda fuerte, que a lo mejor no impactaría…
Pepe: —La búsqueda del nombre se conceptualizó con toda la letra que tiene el disco. Es un fragmento de la letra es de “Jovencito” y hay una canción que se llama “Madrugada”. Lo que pasa es que, salvo “Murmullo teatral” todas las demás fueron compuestas a la madrugada. Las letras hablan de todo esos pensamientos que se te ocurren en la madrugada…
—Si tuvieran que resumir los grandes temas que tratan en las letras de sus canciones, ¿cuáles serían esos?
Pepe: —Sucede que cuando escribís una canción, creo que es inevitable el hecho de lo que te está pasando, cuestiones sociales, personales, amoríos; por ahí lo encarás por un lado más gracioso, o sos más sincero con vos mismo y te enterrás más escribiendo eso. Por ahí estás escribiendo algo que estás pensando y es como que se objetiviza lo que estás pensando y te das cuenta de que tenés la mente demasiado podrida, o que estás enganchado, o te das cuenta que estás pensando algo que no pensabas antes.
Lucio: —En realidad yo no soy de escribir mucho la letra, siempre han sido como anexos, no me siento tan entregado al poema.
Zeta: —Yo he leído un par de cosas que escribió Lucio y están muy buenas, pero a lo mejor le pasa lo mismo que a mí, yo también las cosas que escribo nunca las pondría en una canción, las mantendría guardadas, no se las daría a nadie.
Lucio: —Lo que pasa es que por ahí es complicado expresar el poema y en verso y hacerlo entrar en una canción, es difícil sintentizar y ponerlo dentro de una canción; eso es algo que a Pepe le sale muy bien.
—¿Cómo se relacionan con las demás bandas de la ciudad?
Lucio: —Bien. Nosotros (con Pepe) venimos de Río Cuarto y allá es insoportable. El músico de allá está todo el tiempo compitiendo, viendo quién tiene mejores cosas, quién se hace la remera, quién tiene mejores canciones… Allá no hay bandas con música original, y eso es algo que en Villa María no ocurre. Acá hay bandas de todas las gamas posibles, nosotros no tuvimos relación con todas las bandas, pero con las que conocemos siempre todo fue bien.
Facu: —Lo que si está bueno, no sé si es por la UNVM o qué, pero en Villa María hay muchas propuestas de bandas con música original. Eso está buenísimo.
Pepe: —Nosotros llegamos acá y vimos que, por ejemplo, las banditas de secundario tocaban y todo el curso los seguían, con su remera, saltando y conociéndose todas las canciones. ¡Qué bárbaro! Todos tienen propuestas propias.
—¿Cuál es su apreciación en relación a los espacios para mostrarse en vivo?
Zeta: —Estaba bueno lo que estaba pasando en el “Varieté del ángel” cuando tocaban los jueves, porque el lugar es lindo en sí. El problema que no era muy redituable, ni para (Germán) Galdeano que organizaba, ni para la banda. Otra de las cosas que pasa en Villa María es que si el lugar no tiene su fama, no se lo sigue. Pero si se le hubiese dado continuidad, con apoyo del dueño del lugar, quizás tendríamos otro lugar más para tocar. Estaba muy bueno también que llevaran a artistas reconocidos como Baglietto, Vitale, Charly iba a venir… Yo no sé que pasa que se caen los lugares.
Facu: —Creo que lo que falta es que alguien tenga la güita para poner un bar y eso va a mejorar las cosas.
Pepe: —No hay muchos lugares, pero hay algunos. Acá en Villa María es alevoso lo que está pasando. En Río Cuarto hay un solo tipo que tiene el monopolio sobre todos los locales nocturnos, la banda de Río Cuarto tiene que pagar 500 mangos para tocar.
Zeta: —En Córdoba pasa lo mismo, pagás 600 pesos mínimo para tocar. Lo que está bueno de tener pocos lugares es que la gente no se sectoriza también.
Facu: —La Universidad también tiene lo suyo, porque nos conocemos todos y nos invitamos junto a los amigos que tengamos en común. Sabemos cuando se forma una banda y la vamos a ver.
—Ya que mencionan la Universidad y que ustedes son alumnos de la Lic. En Composición Musical, ¿creen que existe una desconexión entre lo que se aprende y lo que se refiere a tocar?
Pepe: —Yo estaba en tercer año y hasta tercer año nosotros no tocábamos. Ahora con el cambio de plan de estudio se mejoró un poco. No teníamos tiempo para armar más nada.
Facu: —Está bien, la Universidad no te forma para tu banda de rock, pero te da herramientas que el día de mañana vas a grabar y decís “mirá si ponemos un par de voces en contrapunto acá…”, ¿de dónde salió esa palabra? La Universidad te da muchas cosas.
Zeta: —Lo que estudiés en la Universidad tampoco te garantiza que vayas a ser famoso, ni que toques bien; lo que tiene es que no te forma como instrumentista, te forma como compositor. Si bien tiene un poco de orientación con los talleres, pero no es netamente instrumentista.
—Una cosa interesante de la Universidad, es que se conforma como el núcleo donde convergen la gente de distintos lugares del país y de afuera.
Lucio: —Ni hablar, es como un intercambio cultural muy grande que se da sobre todo con la gente que viene de otros países.
Facu: —Gracias a la Universidad pudimos conocer a Juan Falú, Liliana Herrero y todo sale de ahí.
Pepe: —Otra cosa además, el Anfiteatro y lo que pase allí hace a la movida cultural de acá. El Festival de Peñas es una de las cosas más importantes que pasan acá. Genera puestos de laburo, no hay más hoteles, la gente se moviliza.
—¿Creen que el rock nacional se encuentra estancado? ¿Tienen la impresión de que no hay nuevos referentes?
Lucio: —Las propuestas que hay son más de lo mismo, son viejas, no digo que estén mal, pero son viejas.
Zeta: —Creo que no hay un referente como antes, creo que está todo muy disipado, los referentes son los viejos Spinetta, Fito, Charly… Hay mucha comercialización, muchas bandas se venden para hacerse conocer.
Lucio: —Todo tiene que parecerse al molde, o parecés a eso o no entrás. A las bandas que están abajo se les complica más.
Zeta: —Con respecto a lo que decían del molde y de parecerse, yo creo que es un planteamiento filosófico que uno se tiene que hacer. No quiero comparar la época de antes con la de ahora, pero Spinetta y demás, está bien que en su momento innovaron, pero creo que se mantuvieron fieles a sus estilos y no se hicieron falta vender para poder vivir de la música.
Pepe: —Una cosa que quiero agregar, nosotros no nos consideramos un banda de rock…
—¿Cómo se consideran, entonces?
Pepe: —No creo que nosotros seamos una banda de rock.
Zeta: —Creo que uno hace en la canción producto de toda la mezcolanza que escuchó en su vida, aunque haya sido lo más insignificante que haya oido, eso es lo que produce.
Lucio: —¿O sea que vos decís que Adonde es… la “jarra loca”? (muchas risas).
Zeta: —Vos no me podés decir que el Pulu cuando toca, no mete toda la música que tiene escuchada.
Pepe: —Alguien dijo que Adonde es una banda de canciones, eso creo que sí.
Facu: —Si le sacás la banda y dejás una guitarra, un piano, o el bajo y una voz… la canción.
Zeta: —Si bien se mantiene más o menos dentro de un género, esas barreras siempre se rompen…
Pepe: —Es evidente que esta cuestión de géneros es por una cuestión comercial, porque necesitaban poner los discos en las vitrinas.
Zeta: —Yo tengo un mal concepto sobre bandas de canciones, porque para mí la canción tiene que ser algo totalmente pegadizo al oído y que se muy popero, en el sentido comercial.
Pepe: —Tenemos todo un preconcepto terrible de lo que es la canción, contaminado por el rarito, no hay que meter todo en la misma bolsa. Todo ese preconcepto de las canciones, porque son A-B-A y el estribillo es feo… está re-bueno eso, mientras sea arte todo bien.
—¿Qué pretenden de la música?
Pepe: —Quiero vivir de la composición, me formé para eso, espero lograrlo. No me formé para ser un músico cesionista ni para dar clases. Pretendo vivir de la composición desde un jingle hasta las canciones.
Pulu: —Yo también. Ya desde mi abuelo, que se fue a Buenos Aires a estudiar y sigue tocando…
Facu: —Lo mismo, de una. Para mí no es deshonra dar clases, pero sí quiero tocar siempre, tener esas ganas que tengo ahora.
Zeta: —Pretendo vivir de la música, si no es de la composición o instrumentista, quiero que sea de algún derivado, porque estoy estudiando para eso. Me gusta mucho tocar, también ser sesionista… Tuve el apoyo familiar siempre y está bueno querer cambiarle un poco la cabeza a la gente que no acepta que estudiar música es estudiar también.
Lucio: —Cuando tenía unos 15 años, yo sabía que quería venir a estudiar acá, y si peleamos por esto es porque realmente lo queremos. Desde estar en tu casa y cantar en el baño hasta acompañar a una cantante de folclore… es música, es lo que nos hace feliz, más allá de lo que estemos haciendo… estar siempre en contacto con la negra, la corchea y demás… más que querer vivir de la música, lo bueno es hacer de la música una forma de vida.
Han sido “Demasiadas madrugadas” de componer, ensayar, arreglar, grabar y de mostrarle a su público el crecimiento experimentado en casi tres años de trabajo. Mientras el fresco de la noche se hace sentir con mayor intensidad, damos por finalizada la charla en las primeras horas del viernes.
Una madrugada más que suma la banda a las ya capitalizadas. Sólo el tiempo los convencerá de que sus “demasiadas” no son tantas, cuando descubran todas las que les quedan por delante.
ADONDE
ENTREVISTA
Villa Nueva. Jueves. Noche. Ensayo. Pizza casera. Madrugada. Entrevista.
Palabras claves de una jornada de preparativos. El próximo jueves 19 presentarán ante el público su primer disco, sucesor del demo “Cuentitos 2”.
Nos referimos a Adonde, un grupo cuyos integrantes intentan de la música un oficio. Cinco jóvenes en plena formación sobre el estudio de la música y con muchas ganas de tocar corriendo por las venas.
Adonde fusiona ritmos, estilos y géneros de los que se han alimentado sus integrantes. Tratan de romper ese corcet que encasilla a las bandas con determinados rótulos; no se preocupan por ello, toman lo que les sirve para mostrar su arte y lo hacen logradamente. Sus composiciones van desde tranquilas y tristes melodías hasta poderosas interpretaciones que transpiran vivencias y pensamientos de los hombres.
Después de las 22, al término de sus ensayos, nos reunimos en una acogedora casa que mira apacible el extendido parque de Villa Nueva. En una distendida charla entre el colofón del jueves y el prólogo del viernes los indagamos sobre sus inicios, su disco a presentar, las particularidades del rock en la ciudad y sus anhelos como profesionales de la música.
—¿Cuáles son las circunstancias por las que nace Adonde y cómo resumirían su trayectoria?
José “Pepe” Pomilio: —A mediados de 2006, nació la banda y debutó el 8 de diciembre. Con Lucio nos conocíamos desde hace un tiempo de Río Cuarto y empezamos a estudiar en la UNVM. Conocimos allí a “Zeta” (Ezequiel Fernández Boo), también a “Facu” (Facundo Seppey) que en ese entonces tocaba en una banda, él nos pasó la data de los demás músicos. Si bien hacia 3 años acá, estábamos estudiando música… que significa no tocar. Facu nos contactó con “Pulu” (Lorenzo Soria). La idea de formar la banda la teníamos hace un montón de años, lo que pasa es que nunca se daba. Ese año se dio y tocamos en Café Urbano. En 2007 tocábamos alocadamente, había meses que nos presentábamos tres veces, con los chicos organizamos un ciclo en Hybris, durante un año para conseguir fondos de lo que iba a ser una gira, que fuimos a tocar, pero que no tocamos. En 2007 fuimos a Puerto Madryn. En 2008 tocamos en Córdoba, en Río Cuarto, acá en Villa María; pero en general tocamos menos que el año anterior. Lo que sucedió fue que empezaron a salir temas nuevos.
—Están próximos a presentar su primer disco, pero ¿qué nos pueden decir se su demo “Cuentitos 2”?
Pepe: —Como banda nos presentamos en público el 8 de diciembre de 2006 y en febrero siguiente grabamos el demo porque nos pintó grabarlo. Además ese material lo usamos como carpeta de presentación hasta hace muy poco. Uno de los temas que está en el “Cuentitos 2”, lo usamos para presentarnos en el pre-Cosquín Rock, en el Rockórdoba, y todavía en Río Cuarto hay radios que aún lo siguen pasando.
Zeta: —Más que todo, nos sirvió como experiencia, porque después de hacerlo y escucharlo te cae la ficha de muchas cosas.
Pepe: —En 2008 conocimos a una chica que va a la Universidad que estudia Diseño y Producción Audiovisual. Ella nos ofreció grabar un video para una materia, la cuestión es que debía grabar también la música, y nosotros elegimos un tema que no estuviese en el demo, ese tema fue “Qué vas a hacer hoy”, una canción que está en el disco nuevo. Salió bueno y el padre de esta chica en General Deheza tiene un estudio y nos ofreció grabar algo ahí en su casa. Nosotros fuimos pensando que íbamos a grabar otro demo más, pero salió el disco. Estuvimos viajando a Deheza durante marzo y abril. Nos trataron joya…
Zeta: —¡¿Joya?! Te quedás corto…
Lucio: —De viernes a domingo, desde las 9 de la mañana a las 4:30 grabando… una gente buenísima.
Pepe: —Grabamos las sesiones ahí y terminamos de grabar todas las cosas en el estudio del “Cacho” Aiello, y ahí fue cuando empezaron a surgir nuevas ideas para otra viola y así es como se suma Facu Seppey. A mediados de este año se terminó de hacer el disco.
—¿Cómo trabajaron las canciones, compositivamente hablando?
Pulu: —Generalmente el que hace las canciones es Pepe y el tira la idea general, ya tiene la idea más o menos armada, y con Lucio también trabajan juntos. Tiran la idea, tienen más o menos la forma de cómo es el estribillo, los acordes, esas cosas; y después lo rítmico y demás lo terminamos armando entre todos.
—¿Los temas del demo están incluidos en el disco?
Pepe: —No, lo que pasa es que hasta el último tema que hicimos, que se llama “Murmullo teatral” teníamos 21 canciones armadas, y nos parecía como una picardía dejar cuatro temas nuevos sin grabar, por otras cuatro que ya estaban grabadas. Tuvieron su época.
Lucio: —Además, a medida que pasa el tiempo, la banda va madurando y buscando su propio lenguaje.
—¿El nombre de “Demasiadas madrugadas” a qué remite?
Pepe: —El disco se iba a llamar “Paro psicológico”, por medio de Zeta salió en esas tardes de Deheza y que simbolizaba un poco la cuestión que estábamos viviendo.
Zeta: —Tuvimos una observación que nos hizo Cacho y esto era que a simple vista ese nombre podría resultar de una banda fuerte, que a lo mejor no impactaría…
Pepe: —La búsqueda del nombre se conceptualizó con toda la letra que tiene el disco. Es un fragmento de la letra es de “Jovencito” y hay una canción que se llama “Madrugada”. Lo que pasa es que, salvo “Murmullo teatral” todas las demás fueron compuestas a la madrugada. Las letras hablan de todo esos pensamientos que se te ocurren en la madrugada…
—Si tuvieran que resumir los grandes temas que tratan en las letras de sus canciones, ¿cuáles serían esos?
Pepe: —Sucede que cuando escribís una canción, creo que es inevitable el hecho de lo que te está pasando, cuestiones sociales, personales, amoríos; por ahí lo encarás por un lado más gracioso, o sos más sincero con vos mismo y te enterrás más escribiendo eso. Por ahí estás escribiendo algo que estás pensando y es como que se objetiviza lo que estás pensando y te das cuenta de que tenés la mente demasiado podrida, o que estás enganchado, o te das cuenta que estás pensando algo que no pensabas antes.
Lucio: —En realidad yo no soy de escribir mucho la letra, siempre han sido como anexos, no me siento tan entregado al poema.
Zeta: —Yo he leído un par de cosas que escribió Lucio y están muy buenas, pero a lo mejor le pasa lo mismo que a mí, yo también las cosas que escribo nunca las pondría en una canción, las mantendría guardadas, no se las daría a nadie.
Lucio: —Lo que pasa es que por ahí es complicado expresar el poema y en verso y hacerlo entrar en una canción, es difícil sintentizar y ponerlo dentro de una canción; eso es algo que a Pepe le sale muy bien.
—¿Cómo se relacionan con las demás bandas de la ciudad?
Lucio: —Bien. Nosotros (con Pepe) venimos de Río Cuarto y allá es insoportable. El músico de allá está todo el tiempo compitiendo, viendo quién tiene mejores cosas, quién se hace la remera, quién tiene mejores canciones… Allá no hay bandas con música original, y eso es algo que en Villa María no ocurre. Acá hay bandas de todas las gamas posibles, nosotros no tuvimos relación con todas las bandas, pero con las que conocemos siempre todo fue bien.
Facu: —Lo que si está bueno, no sé si es por la UNVM o qué, pero en Villa María hay muchas propuestas de bandas con música original. Eso está buenísimo.
Pepe: —Nosotros llegamos acá y vimos que, por ejemplo, las banditas de secundario tocaban y todo el curso los seguían, con su remera, saltando y conociéndose todas las canciones. ¡Qué bárbaro! Todos tienen propuestas propias.
—¿Cuál es su apreciación en relación a los espacios para mostrarse en vivo?
Zeta: —Estaba bueno lo que estaba pasando en el “Varieté del ángel” cuando tocaban los jueves, porque el lugar es lindo en sí. El problema que no era muy redituable, ni para (Germán) Galdeano que organizaba, ni para la banda. Otra de las cosas que pasa en Villa María es que si el lugar no tiene su fama, no se lo sigue. Pero si se le hubiese dado continuidad, con apoyo del dueño del lugar, quizás tendríamos otro lugar más para tocar. Estaba muy bueno también que llevaran a artistas reconocidos como Baglietto, Vitale, Charly iba a venir… Yo no sé que pasa que se caen los lugares.
Facu: —Creo que lo que falta es que alguien tenga la güita para poner un bar y eso va a mejorar las cosas.
Pepe: —No hay muchos lugares, pero hay algunos. Acá en Villa María es alevoso lo que está pasando. En Río Cuarto hay un solo tipo que tiene el monopolio sobre todos los locales nocturnos, la banda de Río Cuarto tiene que pagar 500 mangos para tocar.
Zeta: —En Córdoba pasa lo mismo, pagás 600 pesos mínimo para tocar. Lo que está bueno de tener pocos lugares es que la gente no se sectoriza también.
Facu: —La Universidad también tiene lo suyo, porque nos conocemos todos y nos invitamos junto a los amigos que tengamos en común. Sabemos cuando se forma una banda y la vamos a ver.
—Ya que mencionan la Universidad y que ustedes son alumnos de la Lic. En Composición Musical, ¿creen que existe una desconexión entre lo que se aprende y lo que se refiere a tocar?
Pepe: —Yo estaba en tercer año y hasta tercer año nosotros no tocábamos. Ahora con el cambio de plan de estudio se mejoró un poco. No teníamos tiempo para armar más nada.
Facu: —Está bien, la Universidad no te forma para tu banda de rock, pero te da herramientas que el día de mañana vas a grabar y decís “mirá si ponemos un par de voces en contrapunto acá…”, ¿de dónde salió esa palabra? La Universidad te da muchas cosas.
Zeta: —Lo que estudiés en la Universidad tampoco te garantiza que vayas a ser famoso, ni que toques bien; lo que tiene es que no te forma como instrumentista, te forma como compositor. Si bien tiene un poco de orientación con los talleres, pero no es netamente instrumentista.
—Una cosa interesante de la Universidad, es que se conforma como el núcleo donde convergen la gente de distintos lugares del país y de afuera.
Lucio: —Ni hablar, es como un intercambio cultural muy grande que se da sobre todo con la gente que viene de otros países.
Facu: —Gracias a la Universidad pudimos conocer a Juan Falú, Liliana Herrero y todo sale de ahí.
Pepe: —Otra cosa además, el Anfiteatro y lo que pase allí hace a la movida cultural de acá. El Festival de Peñas es una de las cosas más importantes que pasan acá. Genera puestos de laburo, no hay más hoteles, la gente se moviliza.
—¿Creen que el rock nacional se encuentra estancado? ¿Tienen la impresión de que no hay nuevos referentes?
Lucio: —Las propuestas que hay son más de lo mismo, son viejas, no digo que estén mal, pero son viejas.
Zeta: —Creo que no hay un referente como antes, creo que está todo muy disipado, los referentes son los viejos Spinetta, Fito, Charly… Hay mucha comercialización, muchas bandas se venden para hacerse conocer.
Lucio: —Todo tiene que parecerse al molde, o parecés a eso o no entrás. A las bandas que están abajo se les complica más.
Zeta: —Con respecto a lo que decían del molde y de parecerse, yo creo que es un planteamiento filosófico que uno se tiene que hacer. No quiero comparar la época de antes con la de ahora, pero Spinetta y demás, está bien que en su momento innovaron, pero creo que se mantuvieron fieles a sus estilos y no se hicieron falta vender para poder vivir de la música.
Pepe: —Una cosa que quiero agregar, nosotros no nos consideramos un banda de rock…
—¿Cómo se consideran, entonces?
Pepe: —No creo que nosotros seamos una banda de rock.
Zeta: —Creo que uno hace en la canción producto de toda la mezcolanza que escuchó en su vida, aunque haya sido lo más insignificante que haya oido, eso es lo que produce.
Lucio: —¿O sea que vos decís que Adonde es… la “jarra loca”? (muchas risas).
Zeta: —Vos no me podés decir que el Pulu cuando toca, no mete toda la música que tiene escuchada.
Pepe: —Alguien dijo que Adonde es una banda de canciones, eso creo que sí.
Facu: —Si le sacás la banda y dejás una guitarra, un piano, o el bajo y una voz… la canción.
Zeta: —Si bien se mantiene más o menos dentro de un género, esas barreras siempre se rompen…
Pepe: —Es evidente que esta cuestión de géneros es por una cuestión comercial, porque necesitaban poner los discos en las vitrinas.
Zeta: —Yo tengo un mal concepto sobre bandas de canciones, porque para mí la canción tiene que ser algo totalmente pegadizo al oído y que se muy popero, en el sentido comercial.
Pepe: —Tenemos todo un preconcepto terrible de lo que es la canción, contaminado por el rarito, no hay que meter todo en la misma bolsa. Todo ese preconcepto de las canciones, porque son A-B-A y el estribillo es feo… está re-bueno eso, mientras sea arte todo bien.
—¿Qué pretenden de la música?
Pepe: —Quiero vivir de la composición, me formé para eso, espero lograrlo. No me formé para ser un músico cesionista ni para dar clases. Pretendo vivir de la composición desde un jingle hasta las canciones.
Pulu: —Yo también. Ya desde mi abuelo, que se fue a Buenos Aires a estudiar y sigue tocando…
Facu: —Lo mismo, de una. Para mí no es deshonra dar clases, pero sí quiero tocar siempre, tener esas ganas que tengo ahora.
Zeta: —Pretendo vivir de la música, si no es de la composición o instrumentista, quiero que sea de algún derivado, porque estoy estudiando para eso. Me gusta mucho tocar, también ser sesionista… Tuve el apoyo familiar siempre y está bueno querer cambiarle un poco la cabeza a la gente que no acepta que estudiar música es estudiar también.
Lucio: —Cuando tenía unos 15 años, yo sabía que quería venir a estudiar acá, y si peleamos por esto es porque realmente lo queremos. Desde estar en tu casa y cantar en el baño hasta acompañar a una cantante de folclore… es música, es lo que nos hace feliz, más allá de lo que estemos haciendo… estar siempre en contacto con la negra, la corchea y demás… más que querer vivir de la música, lo bueno es hacer de la música una forma de vida.
Han sido “Demasiadas madrugadas” de componer, ensayar, arreglar, grabar y de mostrarle a su público el crecimiento experimentado en casi tres años de trabajo. Mientras el fresco de la noche se hace sentir con mayor intensidad, damos por finalizada la charla en las primeras horas del viernes.
Una madrugada más que suma la banda a las ya capitalizadas. Sólo el tiempo los convencerá de que sus “demasiadas” no son tantas, cuando descubran todas las que les quedan por delante.
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ADONDE es:
José “Pepe” Pomilio (23): Guitarra y coros.
Lucio García (24): Teclas y voz Principal.
Ezequiel “Zeta” Fernández Boo (21): Bajo.
Lorenzo “Pulu” Soria (19): Batería y percusión.
Facundo Seppey (20): Guitarra.
adonde_band@hotmail.com
http://www.myspace.com/quevasahacerhoy
* - * - * - * - * - *
ADONDE
EN LA RUTA (2009)
Hoy (15) en Las Perdices.
19 de noviembre presentación de “Demasiadas madrugadas” en Auditorio Antonio Sobral, 21.30.
28 de noviembre en Mundo.
04 de diciembre celebrando los 3 años de la banda.
José “Pepe” Pomilio (23): Guitarra y coros.
Lucio García (24): Teclas y voz Principal.
Ezequiel “Zeta” Fernández Boo (21): Bajo.
Lorenzo “Pulu” Soria (19): Batería y percusión.
Facundo Seppey (20): Guitarra.
adonde_band@hotmail.com
http://www.myspace.com/quevasahacerhoy
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ADONDE
EN LA RUTA (2009)
Hoy (15) en Las Perdices.
19 de noviembre presentación de “Demasiadas madrugadas” en Auditorio Antonio Sobral, 21.30.
28 de noviembre en Mundo.
04 de diciembre celebrando los 3 años de la banda.
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MADRUGADA
Por ADONDE
Me despiertan de mañana con olor a madrugada
y el ayer quedo atrás.
Me doy cuenta que ya es yeta lo de aparentar reír
y no hablar del sentir.
Porque se acaba el momento y ves como te jode el tiempo
y redunda el sufrir.
Y entendés que no esta fácil darle vida a ese sustento
que te hacia vivir.
Desigual a la altura de tus pies
caigo inventando la caída.
Esquivar el encierro de tu piel
y es tu mal lo que es salida.
Deja de alimentar a tu rey,
de madrugada llueve y esta todo bien.
De madrugada llueve,
de madrugada llueve mas.
Devorarme la mufa por creer,
por creer lo que decías.
No fue más que naufragar en tu mar
por ver como el sol nacía.
Por ADONDE
Me despiertan de mañana con olor a madrugada
y el ayer quedo atrás.
Me doy cuenta que ya es yeta lo de aparentar reír
y no hablar del sentir.
Porque se acaba el momento y ves como te jode el tiempo
y redunda el sufrir.
Y entendés que no esta fácil darle vida a ese sustento
que te hacia vivir.
Desigual a la altura de tus pies
caigo inventando la caída.
Esquivar el encierro de tu piel
y es tu mal lo que es salida.
Deja de alimentar a tu rey,
de madrugada llueve y esta todo bien.
De madrugada llueve,
de madrugada llueve mas.
Devorarme la mufa por creer,
por creer lo que decías.
No fue más que naufragar en tu mar
por ver como el sol nacía.
(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, Domingo 15 de noviembre de 2009.-