domingo, 20 de noviembre de 2011

Andrés Cañas. Solidaridad Global


entrevista

ANDRÉS CAÑAS
Solidaridad Global



Acaba de aparecer un nuevo número (18) de la revista “Solidaridad global”, propuesta realizada por el Programa de Voluntariado de la Universidad Nacional de Villa María. “Solidaridad global” es una publicación trianual que desde sus comienzos ofrece a sus lectores una mirada aguda y crítica de la actualidad que vivimos como sociedad, sus luchas, sus pérdidas, pero también sus conquistas. Tal como lo expresaron en su manifiesto del primer número, en diciembre de 2004, la revista está comprometida “con la Humanidad, con el Planeta, con la Paz. Para no correr la misma suerte que los dinosaurios urge que el hombre sea solidario consigo mismo. Solidario con el planeta, nuestra vapuleada casa común; solidario y participante activo en toda manifestación que repudie la guerra y se pronuncie a favor de la paz; solidario con los pobres e integrándose a toda lucha encaminada a erradicar la pobreza; solidarios con todos los oprimidos, la opresión requiere de violencias que permitan instaurar la injusticia y aniquilar seres humanos.”
Con esa premisa como estandarte, han transitado ocho años ininterrumpidos, atravesando diversos momentos. Han crecido de número a número y han logrado el reconocimiento que se merecen. Ha sido declarada a nivel local y provincial de interés educativo y parlamentario, respectivamente. A su vez la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la ha declarado de Interés Cultural.
La revista se distribuye de manera gratuita en la institución que la cobija y se distribuye en la comunidad universitaria del país y de Latinoamérica. Otros destinatarios son las bibliotecas, los colegios, empresas recuperadas y otras instituciones.
Desde EL DIARIO Cultura, hablamos con Andrés Cañas, quien es el diseñador y a la vez uno de sus directores, que conjuntamente con Rosario Galarza, siguen apostando un poco más en cada número que aparece. Allí en una pequeña oficina del Campus Universitario, entre ladrillos y pinturas que han ilustrado las portadas de números anteriores, entre la vieja computadora con la que se diseña la publicación y varios bultos con revistas aún sin abrir, nos predisponemos a escucharlo.

                                                                 
Por Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com



Han pasado varios años desde que el primer número se asomara en los pasillos de la universidad, pasaron otras gestiones y la revista se ha mantenido. Andrés, fue colaborador de primera hora y fundador de esta publicación que hoy nos convoca.


-¿Qué evaluación hacés de estos ocho años de revista? ¿Cómo has vivido este crecimiento?
-Desde el principio el proyecto de la revista lo diseñamos pensando en los aspectos de la realidad que queríamos abarcar informativamente, por eso es que tomamos “ecología y paz” porque creemos que es una cuestión acuciante en el mundo de hoy; “universidad y educación”, como no puede ser de otra forma una revista que está producida por la universidad; “solidaridad”, en un mundo fragmentado, más aún con la competitividad que generó el Neoliberalismo, creemos que la solidaridad es un elemento importante para rescatar; y por último, el hacer del hombre en el “arte, cultura y memoria”. Ese fue el esquema para el diseño de la revista. Fue creciendo con el aporte de gente de la casa y con el aporte de académicos de otras universidades, no sólo argentinas, sino latinoamericanas y hasta de los propios Estados Unidos, como se nota en los últimos números.
Los cambios de gobierno en la universidad no han influido sobre la revista, por suerte hemos tenido libertad para trabajar, no lo digo como una obsecuencia, lo digo desde la realidad, hemos trabajado con libertad y hemos tratado de responder a esa confianza, creando un producto que ha sido aceptado, de tal forma que hay una distribución de la revista no sólo dentro del país sino también en América Latina y en el propio Estados Unidos.

-¿Lo de ingresar a otros países como Estados Unidos es más reciente?
-Sí, nos dimos con la sorpresa de que universidades de Estados Unidos nos la pedían, pero nos aclaraban que ya tenían algunos ejemplares; para nosotros fue una gran sorpresa porque no sabíamos que la revista estaba llegando a universidades importantes de ese país como Harvard, Texas… en total cinco universidades…

-¿Y antes mandaban la revista a universidades de Latinoamérica?
-Sí, tenemos colaboradores, como por ejemplo Beatriz Cajías quien ocupó un ministerio del gobierno boliviano, es colaboradora de la revista; en Brasil tenemos una relación muy buena con el Instituto Paulo Freyre, ellos colaboran con sus notas y distribuyen en la medida de sus posibilidades la revista. Dentro del país a gran parte de las universidades reciben esta publicación. La tirada es mil ejemplares por número, andamos con lo justo, pero tampoco se puede estirar más el presupuesto; tratamos de ser prudentes en ese sentido, se hace con poco dinero. Varios de los colaboradores de la Universidad lo hacen sin percibir salario, la gente que escribe de afuera lo hace sin percibir absolutamente nada; nos agrada porque se ofrecen para escribir en la revista.

-Desde el primer número, allá por el 2004 las secciones no han variado, se ha mantenido lo que ustedes habían planteado desde un principio…
-Es que tiene una conexión directa con la visión que procuramos trasuntar en la revista. Pretendemos que esta publicación sea del 2010. El mundo vive una situación grave, cualquier persona que lea el diario, ve que hay una crisis, a pesar de los medios no reflejan la crisis en profundidad, pero si buscamos algunas palabras que nos sirvan para sintetizar, podríamos decir que la Globalización a globalizado la crisis; no sólo la ha globalizado en cuanto que la ha extendido por todo el mundo, sino que la ha globalizado también en sus contenidos: hay una crisis energética, una crisis ecológica, crisis económica, crisis financiera, crisis laboral, crisis institucionales, crisis política… es un pulpo la crisis, tiene muchísimos brazos, y sabemos que no es alegre hablar de esto, pero sí necesario. Es necesario que estemos conscientes del mundo en que vivimos y si podemos aportar nuestro granito de arena en dirección a mejorar la situación en la que estamos, desde la revista lo que pretendemos es informar sobre esa situación; por suerte hay colaboradores muy valiosos que lo hacen en profundidad, hasta en temas tan urticantes, como los temas militares. Tenemos un columnista de mucha valía como es el Coronel García, que hace aportes valiosos; entonces, desde el granito de arena que somos procuramos reflejar la crisis de este mundo en el que estamos inmersos. Esto nos ha llevado a que no variemos las secciones, no variemos el esquema, por la situación mundial se mantiene tal cual, entonces tratamos de ahondar en diferentes aspectos de esa situación a través de la gente valiosa que publica sus trabajos en esta revista, pero manteniendo el esquema.

-¿Participan alumnos de la revista?
-Sí, en el último número los chicos del Centro de Estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales y de Humanas, elaboraron un trabajo muy importante que se ha titulado “la juventud algo más que libertinaje”; siempre estamos abiertos a los chicos, pedimos un mínimo rigor de trabajo y análisis, porque no queremos tener baches… pero este trabajo es muy importante, está muy meditado, rescatan diferentes aspectos de la juventud, y es algo en que hay que seguir trabajando, porque especialmente en nuestra América Latina, y esto sin que sea un latiguillo, el protagonismo de los jóvenes ha vuelto con mucha fuerza, en países en donde salir a la calle a reclamar una mejor educación es jugarse la vid, como es Colombia, en países la represión no tiene el carácter letal de lo colonial, pero que se hace sentir en los cuerpos, como es la chilena, los jóvenes están presentes. Este fenómeno de una juventud, los indignados en Europa, en España, Estados Unidos, Grecia… hace que tengamos que estar muy atentos a los jóvenes; como decíamos recién, uno de las gravísimas contradicciones del mundo de hoy han sido superadas, mientras no hayan respuestas positivas, favorables, en el campo popular la protesta va a surgir, en ese sentido, los jóvenes están liderando esa protesta, ese reclamo, que no es un fenómeno nuevo, quizás por su mayor sensibilidad, por sus inquietudes, por sus anhelos, por su utopismo, a mí me causa mucha esperanza cuando hablamos de estos temas graves con los chicos y les digo que una de las posibilidades es la barbarie, ellos dicen “NO, eso no va a suceder nosotros lo vamos a evitar”. Eso es importantísimo. Lo están demostrando en la práctica, que no estamos dispuestos a que nos vayamos a la barbarie.

-La tapa de la revista siempre lleva una pintura (la última una de Tarsila Do Amaral) ¿Qué lugar ocupa el arte en esa publicación?
-Creemos que en esta sociedad no hay un desarrollo estético, y cuando lo hay, cuando al hombre le gusta lo realmente bello, hay un hombre mejor. Estamos muy acostumbrados a lo chabacano, y eso no nos hace bien, la chabacanería no nos hace bien. Desde el primer número dijimos que la tapa tiene que ser bella y que mejor que la plástica… buscamos algo bello que se refleje en la práctica y fundamentalmente pintores latinoamericanos, hay una sola excepción, que es muy valiosa, Picasso. Fue un homenaje que le hicimos.

-Los temas solidarios, ecológicos y políticos… se complementan y completan con la literatura, la pintura y la cultura en general, eso es importante.
-Hace a una concepción del hombre, del ser humano, no creemos que sea bueno unilateralizar al ser humano… no creemos que sea bueno cortarle potencialidades al ser humano, creemos en la plenitud del ser humano, entonces desde nuestro modesto aporte, lo primero es reconocer, que lo nuestro es un modestísimo aporte, reflejar al hombre en su plenitud. ¡¿Quién puede negar la importancia de la literatura en el ser humano?! Creemos que hay que darle cause a todo lo que hace que el ser humano se vaya desarrollando en todas sus potencialidades, no de un ser humano mutilado en sus capacidades, en su creatividad, por eso es que tenemos que ser abarcativos.

-¿Qué le hace falta a la revista?
-Una Dirección más capaz. Tenemos gente que escribe muy bien, quizás nos hace falta alguien que nos supere a quienes la estamos dirigiendo ahora y le de otro vuelo. Hay mucha voluntad de colaboradores, y estamos abiertos a quienes quieran venir a participar, si queremos que sea una revista del 2010 tiene que ser abierta, porque si algo aspira la humanidad hoy es a la democracia, vos ves que las reuniones en el mundo árabe, ¿qué pedían? Democracia. ¿Qué piden los indignados en Europa? Democracia. En todos lados… porque la democracia está faltando, es un gran ausente, la democracia es un fetichismo o es una cuestión simbólica, sin vigencia real en la práctica; la gente está pidiendo democracia, y nosotros queremos ser congruentes con los contenidos de la revista, entonces, procuramos que el autoritarismo que todos tenemos por ser hijos de una sociedad autoritaria, quede allá escondida en el fondo, y proceder democráticamente; entonces todo el que viene es bienvenido.




La invitación está hecha, esta revista abre sus páginas no solo para ser leídas sino también para ser escritas. Aquí hay un espacio más en donde escuchar otras voces de aquí y de allá, del ahora, del antes y del después. Una revista de contenido que toca, en sus 100 páginas, los temas más diversos que atañen al hombre de hoy, pero siempre con una mirada humana, de defensa del hombre como hombre y en comunidad, en pos de hacer realidad el significado de esas dos pequeñas y grandes palabras que son: “Solidaridad global”.


(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 20 de noviembre de 2011.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Daniela Díaz. Arte para vestir

entrevista
DANIELA DÍAZ
Arte para vestir





Su mamá le dio el nombre de Daniela, en honor a una canción de Víctor Heredia.
Como presagiando los rumbos de nuestra entrevistada de hoy, el cantautor argentino decía en “Dulce Daniela”, “ella decide cuando es de día / ella maneja el sol / anda pintando toda la casa / con trozos de crayón”.
Hace poco, releyendo los versos de esa canción, Daniela Díaz se sorprendía a sí misma; porque acaso sin buscarlo, el dibujo y la pintura, se convirtieron en la manera de exteriorizar todos los sentimientos que deambulaban en su interior. Daniela dibuja, pinta, hace graffitis, escribe, diseña… y lo combina con la ejecución y el estudio por la composición musical.
Trabajó en relación de dependencia durante poco más de diez años, detrás del escritorio de una farmacia o renegando en los “cybers”, cuando éstos eran el furor de la novedad. Es de Córdoba, pero pasaba la semana en Villa María para poder concurrir a la universidad. Regresaba los fines de semana para trabajar y así poder cubrir mínimamente sus gastos. El trabajo en negro, el trajín que no daba respiro, fue calando de a poco hasta que decidió arriesgarse, dejar el trabajo “seguro”, y emprender su propio microemprendimiento diseñado personajes que pinta de manera artesanal en remeras y demás superficies.



                                                                                                                              
Por Darío Falconi
Fotos de:
Valentina Lobo Ponticelli
Lucía Puiggrós



“Me decidí, dejé el trabajo seguro para probar con esto que sé hacer y que me gusta. Al final, ¿el objetivo es llenarte de plata? No.” Daniela, nos ceba un mate y nos cuenta que la idea primigenia era ser escritora, por eso cuando tenía unos 10 años concurrió a un taller literario del reconocido escritor Juan Coletti. También hizo algo de pintura, “15 minutos” según sus palabras; pero nunca le dio importancia. De niña no jugaba, veía televisión, leía, dibujaba y escuchaba cuentos en la voz de su abuelo. Más adelante en el tiempo, en la soledad de una farmacia, en los agobiantes veranos, cuando no hay clientes, rayó papeles y así empezaron a salir cosas que hasta ella misma desconocía.
Se compró un anotador en el que en poco tiempo lo completó vinculando la palabra con la imagen. Se convenció de que “en el arte, no importa la técnica, no importa lo que está alrededor; importa que tengas algo qué decir.” Era como una erupción, un incisión en su interior por la que empezó a brotar sin pausa diversas creaciones. Daniela recuerda dibujar en su casa, en la universidad, en el colectivo y hasta caminando… “me agarró un ataque, no podía para de dibujar”. Se le terminó el anotador, compró hojas más grandes, empezó con las acuarelas y combinó diferentes técnicas motivadas por esa energía interior.


REMERAS ÚNICAS
En la actualidad, Daniela “sobrevive” con la venta de sus remeras estampadas, resultante de las ideas de clientes y la originalidad de sus diseños. Como todo pequeño microemprendimiento “Tienda Pantufla” comenzó con los amigos, luego vinieron amigos de amigos, la promoción en redes sociales y su página web (www.danielaveronica.com).
La tarea no es fácil, porque es ella quien debe hablar con el cliente, comprar los materiales, diseñar, pintar, hacer la publicidad, vender y todas esas actividades y roles que una empresa unipersonal requiere.
Sin embargo para Daniela, si bien necesita la venta de sus productos, su objetivo principal no es hacer un comercio de todo esto, es necesario…; pero su centro principal está en dar a conocer sus diseños, sus propios personajes y darle lugar a sus creaciones.
Una de las características de los diseños es que la artista se enfrenta directamente con la prenda de vestir y plasma con pintura (sin previo dibujo) la idea que en ese momento se le ocurra. “Lo que es materia prima lo voy comprando, lo pruebo y lo voy viendo, aún tengo algunas pinturas de mi abuela que usé para empezar. Cuando hice el primer stock de remeras, diseñé un par de personajes, un pulpo mezcla con divinidad hindú, el gato gigante que ataca la ciudad y otros. (…) Es muy extraño que a la gente le guste algo que vos pintás, yo pertenezco al mundo de la música, por el estudio que estoy haciendo y el contacto con los demás compañeros… y el músico está muy a la vista porque lo que estás haciendo lo hacés en ese momento. Yo soy una persona muy tímida y me da un poco vergüenza, es loco, porque el hecho de que vos pintés, así sea que lo pongas en una remera o en una museo, podes irte de ahí y ver la reacción desde otro lado, es como que me relajo mucho más.”


OTRAS INCURSIONES
Además de las remeras que pueden apreciarse en las imágenes, nuestra protagonista realiza otras intervenciones con formas y colores. Una de ellas son los graffittis que “es como acercar el arte de cada uno para cualquier persona y en cualquier lado, a cualquier hora… y eso está bueno porque hay mucha gente que ni se le ocurriría ir a un museo a ver una pintura, pero sí lo ve en la calle. Hay gente que un domingo no sabe qué hacer y un museo, por ejemplo, no está en esas posibilidades… ni lo piensan.”
El ”street art” o arte callejero hace referencia a toda manifestación artística que se realiza en espacios públicos, como paredones, postes de luz, plazas, calles… En nuestra ciudad hemos tenido algunas expresiones de este tipo; pero se realizan de manera esporádica. En las grandes urbes como San Pablo, París, Barcelona, Toronto, es cosa de todos los días. Daniela, también ha hecho su aporte, creando dibujos que luego pega en diferentes superficies… cuando el arte ataca, lo puede hacer en cualquier momento, hora y lugar.
La Licenciatura en Composición Musical con orientación en Música Popular, que se dicta en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María ha servido de polo convocante de artistas de diferentes lugares del país y del exterior. Daniela es alumna avanzada de la misma y tiene su propia banda de música llamada “Lady Magnum”. Un trío femenino de rock alternativo combinado con los estilos y géneros más diversos como alternofunk progresivo, techno punk sinfónico con new power, heavy, pop, trash, indie y mucho más. Este proyecto musical se encuentra asentado en Córdoba, pero seguramente se ha nutrido con los conocimientos del estudio diario de la música.


ARTE Y ARTESANOS
En su alocución Daniela nos relata su incursión en el arte y se plantea varias cosas. Dice que “hay una división entre lo que es artesanía y el diseño de autor. En el paseo de artesanos hay un público diferente, hay macramé, hay de todo… en cambio en la tienda de diseño va otro público…no sé porqué, pero da la impresión de que tu producto se enaltece. Lo que está bueno es que estás vos y hay gente que toca la guitarra, otro hace tela, hay payasos, obras de teatro, hay una banda tocando y pasan muchas cosas… se da mucho en Córdoba. Acá no veo que pase eso, veo artesanos y nada más.”
Cuando le consultamos sobre el panorama artístico en Villa María, nos responde que “hay mucha movida, pero a su vez me parece que esta todo muy aislado. Hay muchos músicos que además escriben o pintan y muy bien, y de casualidad te enteraste… Creo que no hay conexión entre los que pintan, los músicos… se me ocurre hacer como un café literario en la costanera, en la casa de alguien, donde sea, en donde el que sepa pintar que pinte, el que escribe que escriba y lea, etc… Me parece que a partir de allí aparecerían intervenciones artísticas en la calle y en muchos lugares. La idea es juntarse para hacer proyectos conjuntos, estimularse uno y retroalimentarse. Este lugar no está, no existe el semillero donde se junten los artistas de manera informal y a partir de esas juntadas puede que salga algún evento conjunto.”


ELVALOR DEL ARTE
Daniela nos cuenta que en la ciudad hay pocas propuesta de diseño y que los productos que se encuentran, en su mayoría, los traen de Buenos Aires. Esto otorga un plus a su trabajo, otro valor agregado. “Gracias a Dios, nunca alcanzo a hacer stock de las remeras, porque las vendo antes; pero sería bueno llevarlas a galerías de arte y otros lugares.”
Si bien las remeras que realiza Daniela las vende a un precio accesible, ella es conciente de que su trabajo vale mucho más; “hay que respetar un arte como el otro. Yo vendo mis remeras más baratas de lo que deberían costar, por el tipo de trabajo que tienen.” Cada prenda lleva todo un trabajo, de muchas horas o varios días, que muchas veces no se refleja en el precio que se vende; “sin embargo ninguna de las cosas que elegí, las elegí pensando en la plata. Me gusta hacer lo que hago y cuando pueda apostar más, lo haré. Me gustaría tener mi propio local de arte, para vender más cosas que las remeras pintadas. Quiero ser mi propia jefa y que me conozcan por las cosas que hago.”



Ojalá que notas como ésta, alienten a los muchos artistas que trabajan incansablemente en la sombra del anonimato. Queremos dar a conocer sus trabajos, que se conozca lo que hacen, para poder difundirlos y apoyarlos.






(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 13 de noviembre de 2011.-