domingo, 10 de julio de 2011

Gilda Celestino. Una voz en el desierto

Entrevista
GILDA CELESTINO
Una voz en eldesierto



Es de Buenos Aires, pero hace 18 años que reside en Villa María. Gilda Celestino es docente de nivel medio y nivel superior. Hace algunos meses publicó su primer libro de relatos cortos que tituló “Cicatrices en el alma”. Pero cuando habla de su trabajo no habla de un libro común, sino de un proyecto.
Le habían diagnosticado cáncer y debía luchar contra ese mal. En sus recurrentes visitas a los tratamientos, se relacionó con otra gente en similar situación y fue allí que todos comenzaron a compartir sus experiencias, sus miedos y sus esperanzas. Todos luchaban por sus vidas y se convertía en un continuo peregrinar por el desierto. Fueron esas situaciones las que inspiraron este libro, momentos cargados de sofocación, pero también de esperanza, esa que la llevó a Gilda a sobreponerse, a cruzar ese desierto en el que muchos se pierden.
“Cicatrices en el alma resulta una muestra de que escribir es andar el camino, es hacer que la experiencia dolorosa sea una fuente de creación”, dice José Antonio Pizzulo en el comentario del libro. Por su parte el periodista Javier Arenas manifiesta en el prólogo “…aún en la aridez de sus días vividos Gilda Celestino, logra seguir creyendo que el oasis está cerca y el viento indomable ha desaparecido.” Un oasis que se pinta de colores con los dibujos de su hija Yamila, que se constituyeron en apoyo fundamental para su recuperación.
Hablamos con la autora de este libro que no es un texto de autoayuda, ni de oncología; pero que por esa pluralidad de sentidos que brinda la literatura, ofrece una luz de esperanza al final del camino.



Ilustración de Yamila Pachetta
Fotografía de Martín Pachetta




-¿Qué pensás de los libros que se publican para responder a preguntas internas o dolores del mismo autor? En ese sentido, ¿qué pretende ser tu libro?
-La mayoría de los libros, sea de poesía, prosa, cuentos de cualquier tipo, pienso que dan respuesta a algún interrogante, algo no resuelto en ese lector que lo llevó a elegir ese determinado libro. En el caso de los libros que me preguntás, pienso que llegan a la vida del lector para completar la carencia que frena el proceso identitario de cada persona. Creo que en la búsqueda de respuestas, se madura interiormente aquellas situaciones que necesitan ser resueltas y que al no ser compartidas en el entorno se recurre a los libros. "Cicatrices del alma", pretende ser el lugar donde el lector puede concordar sus sentimientos con las palabras. En ese punto donde coincide el sentir con el decir, es donde cada uno puede resolver, saldar y a la vez superar ese momento de búsqueda para dar paso a nuevos interrogantes y en definitiva crecer, seguir el camino trazado.


-¿Cómo nació “Cicatrices en el alma”?
-“Cicatrices en el alma”, tiene su origen en borradores en al año 2004. Por esas cosas de la vida y voluntad divina, tuve que defender mi vida del cáncer y en ese contexto de enfermedad, salud, muerte, recuperación, conocí mucha gente en la misma situación con la que fuimos intercambiando sentimientos y vivencias. Viéndolo a la distancia, digo que hacíamos catarsis en la sala de espera de la radioterapia o en la cama mientras nos hacían las quimio. Casi siempre nos encontrábamos las mismas personas, hombres y mujeres para la sesión de radioterapia y cada uno largaba -como si nos conociéramos de toda la vida- los enojos, las esperanzas, los proyectos. Nos consolábamos y nos conteníamos. A modo de broma nos decíamos: "tenemos como para escribir un libro" y eso quedó flotando en mi cabeza, hasta que le di forma y comente la idea que fue muy bien aceptada. Solo queríamos que el resto del mundo supiera que nos estaba pasando por dentro mientras nos curaban por fuera. Los relatos se van confeccionando como un "patchword", historias independientes que forman un compacto donde el denominador común es "¡que nos oigan, nos pasa esto!". Aunque se gesta en este ámbito el libro no hace referencia a la oncología.


-De los borradores del 2004 a publicarse en 2011 pasó mucho tiempo…
-Costó mucho terminarlo con muchas pérdidas en el camino, muchas frustraciones, muchas puertas que se cerraban pero esto solo sirvió para fortalecer la decisión de cumplir este proyecto personal, al servicio del semejante. Hasta que en 2010 la editorial no sólo se interesó sino que se comprometió con el proyecto para su publicación.
Luego de la aparición de “Cicatrices en el alma”, en los medios de comunicación, a pesar de no haber sido presentado oficialmente, tuvo una fuerte repercusión entre quienes pasan o pasaron o tienen un allegado que vivió la experiencia de una afección oncológica y también en estudiantes de enfermería. Puedo asegurarte, aunque suene loco, que se quien tiene un ejemplar en su casa. Esta es la gratificación que recibo permanentemente, el libro llegó a la capital cordobesa, Buenos Aires y Santa Fe y muchas ciudades vecinas. Sigue su camino difundiéndose por recomendación o porque lo han leído en la Biblioteca y desean tenerlo. También esta flotando el proyecto propuesto por una ONG para difundirlo en el ámbito de la salud.


-¿Por qué razón no lo presentaste públicamente?
-No lo presenté por varios motivos: porque al ser relatos compartidos no terminé de asumir que era mío, yo siento que ese libro es también de otras autoras anónimas que me prestaron su experiencia y pensar en todo el protocolo que implica la presentación me llena de nostalgia no poder tenerlas a mi lado gozando de ese momento. Otra cosa que me pasó es que al ser un libro esperado por mucha gente que me rodea disfruté muchísimo el mano a mano con los lectores. La presentación de un libro reviste majestuosidad, excelencia y no digo con esto que el libro no esté a la altura de las circunstancias, es sólo una cuestión personal, me cuesta mucho el tema de la exposición, mas cuando el apellido no dice mucho en el ámbito cultural. Y por último no lo presenté porque creo y siento que no ha llegado su momento.


-¿Por qué un libro? ¿Qué representa un libro para estas historias y para las personas que han sido protagonistas?
-Muy buena pregunta. Pudo haber sido una conferencia, un video, un cuadro, que refleje las situaciones que mencioné. Pero un libro representa la permanencia en el tiempo. La palabra escrita es prisionera voluntaria del papel, ahí vamos a perdurar cada uno de quienes quisimos "decir". Una lectora me escribió diciéndome que luego de "Cicatrices en el alma" pudo ponerle nombre al dolor. Ahí creo que tomé conciencia de cuán cerca estábamos de la realidad cuando en 2004 queríamos "decir" lo que sentíamos. Pienso que un libro también puede ser "la voz", de los que callan para mitigar el mismo dolor. Para los protagonistas, un libro representa la tranquilidad de estar en este mundo sabiendo que alguien leyó sobre él, que alguien se enteró de su dolor, que alguien leyendo esas líneas va a comprender los silencios, los enojos, los cambios de estados de ánimo que provoca la desesperanza y la enfermedad. Para los protagonistas un libro representa quedarse entre sus seres queridos aunque desaparezcan físicamente. Siento también que este libro en lo personal significa el cierre de una etapa, el comienzo de la cicatrización de tantas heridas que llevo en el alma.


-El libro posee ilustraciones de tu hija ¿qué papel juega la familia en este proyecto?
-Mi familia es el sustento en todo aquello que se me ocurra emprender. Soy hija de inmigrante italiano así que te imaginarás que es muy difícil darse por vencido, y si estamos vencidos nos levantamos y volvemos a intentarlo otra vez. Perdí a mi mamá en el transcurso de mi tratamiento de quimioterapia, tengo a mi papá que es mi amigo, mi compinche el que me dice "dale que podés", es mi ídolo, lo amo profundamente por todo lo que me ha dado y por construir junto a mi madre, la persona que soy hoy. Mi única hija participa del libro como ilustradora porque cuando yo viajaba a Córdoba para la radioterapia, ella me esperaba con frecuencia, con un dibujo para que lo llevara conmigo así no la extrañaba. ¡No te podés imaginar el poder curativo de ese trozo de papel con colores! Ella es la razón por la que todos los días le pido a Dios un día más de vida. Yamila comparte conmigo muchas experiencias somos muy unidas y quería que ella estuviera en este logro. Y mi esposo, un compañero que ha sabido soportar mis terribles cambios de humor, conocer mis ritmos, apoyar los descabellados proyectos con infinita paciencia. ¡Sin ellos tres tan cerca no sé si hubiera llegado tan lejos!


-Más allá de lo que dice la solapa del libro ¿quién es Gilda Celestino?
-Gilda Celestino es la creyente, la maestra del jardín, la profe, la madre, la hija, la esposa, la estudiante, la mujer común que tuvo la oportunidad para ser útil y con la innata condición de comunicadora, en “Cicatrices en alma”, ha sido "la voz".


-Una voz que siempre agradece, por eso Gilda, te dejamos el espacio para que lo sigas haciendo…
-Quiero agradecer a mi familia, los amigos, los alumnos, los colegas, los profesionales que confiaron en este proyecto, a mis maestras y profesores que tuvieron la idoneidad para estimular mis capacidades, que supieron distinguir la timidez de la incapacidad de expresión oral, que explotaron mis habilidades para perfeccionarme, que respetaron mi personalidad sin rotularme, que me acompañaron para aprender contenidos académicos y sobre la vida. Gracias a todos los que compartieron algo conmigo porque han hecho la diferencia en mi vida.


(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 10 de junio de 2011.-

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