ENTREVISTA A
CARLOS GAZZERA
DIRECTOR DE LA EDITORIAL UNIVERSITARIA VILLA MARÍA
(segunda parte)
Por Darío Falconi
Culminamos la edición pasada con la primera entrega del reportaje a Carlos Gazzera, actual Director de de la Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) dependiente de la Universidad Nacional (UNVM).
En esa oportunidad, el funcionario de la Alta Casa de Estudios expresaba su deseo de que la ciudad se convierta a futuro, en un polo gráfico y productor de textos de relevancia.
Villa María y Villa Nueva están de para bienes, la creación de una editorial universitaria multiplicará las posibilidades de que muchos libros y autores se inmortalicen para la posteridad. Académicos, literatos, historiadores, investigadores, particulares… en fin, personas que bregan por difundir la cultura de nuestro pueblo tendrán la posibilidad de mostrar sus pensamientos, sus investigaciones y creaciones. Un libro mantiene intactas las ideas, las moviliza a través de los años y de los lugares, se lo puede escrutar en cualquier momento y circunstancia. El libro es un invento milenario de tanta vida y vigencia, que ha ido evolucionando, pero que en esencia conserva las mismas características de antaño y que (muchos) no podemos imaginarnos la realidad sin él.
Las palabras que siguen, serán las que nos completen el panorama de este nuevo emprendimiento cultural; Gazzera nos contará sobre las distintas colecciones que prevé la Eduvim, cómo resolverán las cuestiones referidas a la distribución de los textos, que línea temática será empleada en dicho órgano de la UNVM y finalmente describirá y descubrirá, en un raudo paso, los distintos momentos evolutivos que atraviesa un texto hasta que se convierte en ese envase cultural tan preciado.
En la edición de hoy les proponemos el cierre a ese diálogo que pasamos a compartir sin más rodeos.
—En la Eduvim, ¿habrá cierta preferencia por temas y tipos de publicaciones?
—El Consejo Superior de la UNVM aprobó un organigrama organizativo para Eduvim que debe atender dos líneas de producción de libros: los académicos y los culturales. Es decir, Eduvim debe tener una pata en la UNVM y otra en la comunidad. Ese organigrama nos demanda una doble articulación. Hacia el seno de la comunidad académica universitaria y otra hacia la sociedad de Villa María y el país. Para el caso de los libros académicos, será la comunidad académica la que irá demandando qué publicar, cuándo y cómo. Para ese sector, la Editorial es un instrumento que debe posibilitar el ingreso de esa producción de libros en el mercado. Los libros universitarios –como le gusta decir a José Luis Volpogni (Litoral)- tienen lectores, de lo que se trata es de hacer que esos lectores compren nuestros libros. Hacia la comunidad, lo que nos interesa es potenciar un nivel de calidad. La Editorial Universitaria tiene que priorizar aquellos libros que las editoriales comerciales no publican. Pero además, debe tener en cuenta que si los publica, deben hacer todo lo posible para que los compren y los lean.
—¿Qué colecciones tienen pensadas y que formatos (libro, DVD, CD, etc.) trabajarán?
—Hemos puesto en marcha dos colecciones de libros académicos: Poliedros (destinada a la producción académica de nuestros docentes, equipos de investigación e investigadores). Busca dotar a nuestros principales recursos humanos de una ventana de salida hacia la comunidad académica científica del país y del mundo. La otra es Primeros Pasos destinada a la publicación de aquellos trabajos de nuestros alumnos egresados del grado. Estas dos colecciones fueron puestas en marcha y estamos trabajando para que al menos antes de fin de año tengamos un par de títulos más en cada una de ellas. También pondremos en circulación una colección titulada Pajarito de agua (en homenaje a Edith Vera) con cuentos de autores villamarienses y cordobeses. Esa colección tiene por objetivo fomentar la literatura regional en el nivel medio de nuestra ciudad y nuestra región. Antes de fin de año lanzaremos un CD con música de nuestro Ensamble (grupo musical de la UNVM dirigido por Luis Nani) y una convocatoria para grupos musicales de nuestra comunidad. Tenemos en marcha una colección de libros titulada Documento Regional de Identidad en la cual aspiramos a publicar libros sobre Villa María y la región. Por empezar, un libro sobre la historia de Villa María en relación al mundo, de Horacio Cabezas; otro sobre la historia y desarrollo de la práctica de la medicina en Villa María y la región, del Dr. Sayago; otro sobre la historia del devenir económico industrial, comercial y de servicios de Villa María y su región del Lic. Carlos Seggiaro. Tenemos más, pero me parece que para este primer semestre, concretar estos libros y planificar otros, es más que suficiente.
—Un tema no menor es el de la distribución, ¿cómo piensa resolverla Eduvim?
—Ningún tema es menor para una editorial que desde su comienzo se propone intervenir en el circuito editorial universitario y con decisión en el circuito comercial del libro. Nos interesa mucho hacer que nuestros libros académicos, que nuestra producción intelectual llegue a todo el país. Para eso se nos vuelve necesario estrechar vínculos con las Editoriales Universitarias reunidas en REUN (Red de Editoriales Universitarias Nacionales). Ya estamos en contacto con la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata para que ellos garanticen la llegada de nuestros libros en toda la zona sur y la Costa Atlántica argentina. En Córdoba y Villa María tendremos distribución propia y buscaremos ser distribuidores de otras editoriales Universitarias. En Buenos Aires, la médula de todo el problema, veremos cómo lo resolvemos. Tenemos dos o tres propuestas, pero lo solucionaremos a la brevedad. Por ahora estamos pensando la post-edición de manera muy artesanal porque la realidad es que tenemos muy poca edición. Pero sabemos que una de las claves del éxito de que nuestro sello se consolide, es la distribución.
—¿Habrá intercambio de producciones locales con el resto de universidades del país y el extranjero?
—Sí. Este es uno de nuestros puntos más ambiciosos. Estamos trabajando con ese tema, pero desde ya que sí. Tenemos tres proyectos claros de co-edición. No tenemos los convenios firmados y le pido que me entienda. Quiero ser respetuoso con los proyectos en elaboración. Oportunamente le pediremos al rector que los anuncie.
—¿Cómo se realizarán las ventas? ¿Habrá catálogos? ¿Compras por la web?
—El catálogo es lo que todo Editor tiene para mostrar, para lucirse. Nuestro catálogo tiene que ser el resultado de un consenso de lo que se produce a nivel universitario con lo que se produce a nivel social. Nos interesa que ese catálogo se vaya construyendo con obras que queden en el tiempo. Le aseguro que ese es un gran desafío de toda editorial privada. Imagínese cuánto más lo es de una editorial pública. Armaremos nuestra página WEB oficial que estará disponible desde la página de la UNVM y claro que desde allí se podrán adquirir nuestros libros desde cualquier punto del mundo.
—¿Qué garantías tiene un libro publicado con Eduvim en comparación con imprentas, talleres y editoriales independientes?
—No debería tener ninguna en especial. Claro, si el mundo de la edición estuviera claramente reglamentado con una Ley del Libro. Como en la actualidad ese tema es muy controversial, el caos editorial en Argentina es fenomenal. La consecuencia las pagamos todos. En primer lugar, tenemos una precarización del autor. Después, la precarización de todos aquellos que trabajan en las editoriales como empleados. El Editor argumenta que esa precarización también lo desalienta a invertir porque las grandes casas editoriales acaparan más del 70% del negocio del libro. ¿Qué es lo que crece? Como en todo rubro de economías con reglas poco claras, florece la economía informal. Los libros de autor no tienen ISBN (es decir, no tienen existencia, es como un niño sin DNI), no tiene por lo tanto existencia catalogal. Un ejemplo: supongamos que uno de nuestros profesores publicara una refutación a la teoría de Einstein y nuestro libro no tuviera ISBN ni ficha catastral y así como lo publicamos, lo llevamos a la Biblioteca Nacional o a la Biblioteca del Congreso de EE.UU., ¿sabe lo que haría el bibliotecario? Lo destruye en el acto con una de esas máquinas que tienen para hacer pulpa de papel. No me lo contaron: lo vi con mis propios ojos. O bien, si es inteligente y por casualidad es un entendedor de la teoría de la física, lo publica él, con un ISBN, a su nombre, y en el mejor de los casos, salta a la fama… O se llena de dinero… Por lo general no hay contratos o los contratos que se pactan son tan leoninos que los perjudicados siempre son los autores. No hay distribución. En el mundo actual, donde lo más importante es estar en una red de intercomunicación, es increíble, pero muchos de los libros de autor terminan en los placares de sus autores y con el paso del tiempo nadie los puede reclamar, encontrar, leer…
—¿Podría bosquejarnos el proceso que sufre un escrito desde que es un borrador hasta que es un libro publicado por Eduvim?
—Para un libro académico, el proceso que normalizaremos en breve es el siguiente. Cada Instituto deberá establecer las prioridades de publicación académicas y/o científicas. Para ello deberá crear un comité académico de Edición. Nosotros creamos en un primer momento, dos colecciones genéricas (Poliedros y Primeros Pasos) para canalizar rápidamente algunos títulos. Esas colecciones están disponibles para ser “llenadas” a la brevedad. Necesitamos, sin embargo, que los Institutos hagan sus propias propuestas de colecciones, de prioridades, etcétera, etcétera. En lo que es el ámbito cultural, la Editorial creó un instrumento parecido con la colección Documento Regional de Identidad (DRI) donde canalizaremos algunos libros que son prioridad editorial de la ciudad. En un futuro inmediato (estamos trabajando ya en eso) construiremos un Consejo Consultivo de miembros de la Sociedad Civil que desde el Rectorado y Extensión Universitaria buscará promover que el mundo cultural y bibliográfico de la ciudad se acerque a Eduvim y la cooperación de todos los sectores interesados de Villa María. Eso es lo que hace como dinámica de la decisión de publicar libros. El proceso una vez aceptado el libro tiene tres fases. Una de pre-edición que significa asignación a una colección, tramitación de ISBN, contrato Autor-Editor, reconocimiento en el Registro de Derecho de Autor. De allí, pasa a Edición: el manuscrito se entrega en un formato de papel y otro digital. Se le asigna un corrector que lo trabaja sobre ese manuscrito y su versión digital, corrigiéndolo y unificando el estilo según el “manual de estilo” de Eduvim. Cuando el libro vuelve del corrector, el editor (o el responsable de la colección) lo lee y comienza el trabajo de devolución con el autor. Se entabla un trabajo apasionante: este es el momento donde se le da forma a “la caja” del libro, se elige la tipografía, el formato interior. El autor lo vuelve a ver ya puesto en el “formato de caja”, tal como saldrá impreso. Después de esta segunda corrección, se tira una prueba de galera que será revisada finalmente por el mismo corrector inicial que cierra el círculo. Allí se ensambla el arte del interior con el arte de la tapa. El Editor vuelve a mirar la “prueba de libro concluido” un poco antes de la impresión definitiva. Eso hace que no perdamos el inmenso placer de trabajar artesanalmente el libro (cuatro correcciones) y un proceso industrial. Cuando llega el libro a nuestras manos tenemos toda la tarea de post-edición: presentar el libro en Villa María; organizar presentaciones en otras ciudades o comunidades, en donde el libro pueda llegar a ser importante. Estamos muy interesados en que nuestros autores se comprometan con nosotros y sus libros como lo haremos nosotros con sus libros.
CARLOS GAZZERA
DIRECTOR DE LA EDITORIAL UNIVERSITARIA VILLA MARÍA
(segunda parte)
Por Darío Falconi
Culminamos la edición pasada con la primera entrega del reportaje a Carlos Gazzera, actual Director de de la Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) dependiente de la Universidad Nacional (UNVM).
En esa oportunidad, el funcionario de la Alta Casa de Estudios expresaba su deseo de que la ciudad se convierta a futuro, en un polo gráfico y productor de textos de relevancia.
Villa María y Villa Nueva están de para bienes, la creación de una editorial universitaria multiplicará las posibilidades de que muchos libros y autores se inmortalicen para la posteridad. Académicos, literatos, historiadores, investigadores, particulares… en fin, personas que bregan por difundir la cultura de nuestro pueblo tendrán la posibilidad de mostrar sus pensamientos, sus investigaciones y creaciones. Un libro mantiene intactas las ideas, las moviliza a través de los años y de los lugares, se lo puede escrutar en cualquier momento y circunstancia. El libro es un invento milenario de tanta vida y vigencia, que ha ido evolucionando, pero que en esencia conserva las mismas características de antaño y que (muchos) no podemos imaginarnos la realidad sin él.
Las palabras que siguen, serán las que nos completen el panorama de este nuevo emprendimiento cultural; Gazzera nos contará sobre las distintas colecciones que prevé la Eduvim, cómo resolverán las cuestiones referidas a la distribución de los textos, que línea temática será empleada en dicho órgano de la UNVM y finalmente describirá y descubrirá, en un raudo paso, los distintos momentos evolutivos que atraviesa un texto hasta que se convierte en ese envase cultural tan preciado.
En la edición de hoy les proponemos el cierre a ese diálogo que pasamos a compartir sin más rodeos.
—En la Eduvim, ¿habrá cierta preferencia por temas y tipos de publicaciones?
—El Consejo Superior de la UNVM aprobó un organigrama organizativo para Eduvim que debe atender dos líneas de producción de libros: los académicos y los culturales. Es decir, Eduvim debe tener una pata en la UNVM y otra en la comunidad. Ese organigrama nos demanda una doble articulación. Hacia el seno de la comunidad académica universitaria y otra hacia la sociedad de Villa María y el país. Para el caso de los libros académicos, será la comunidad académica la que irá demandando qué publicar, cuándo y cómo. Para ese sector, la Editorial es un instrumento que debe posibilitar el ingreso de esa producción de libros en el mercado. Los libros universitarios –como le gusta decir a José Luis Volpogni (Litoral)- tienen lectores, de lo que se trata es de hacer que esos lectores compren nuestros libros. Hacia la comunidad, lo que nos interesa es potenciar un nivel de calidad. La Editorial Universitaria tiene que priorizar aquellos libros que las editoriales comerciales no publican. Pero además, debe tener en cuenta que si los publica, deben hacer todo lo posible para que los compren y los lean.
—¿Qué colecciones tienen pensadas y que formatos (libro, DVD, CD, etc.) trabajarán?
—Hemos puesto en marcha dos colecciones de libros académicos: Poliedros (destinada a la producción académica de nuestros docentes, equipos de investigación e investigadores). Busca dotar a nuestros principales recursos humanos de una ventana de salida hacia la comunidad académica científica del país y del mundo. La otra es Primeros Pasos destinada a la publicación de aquellos trabajos de nuestros alumnos egresados del grado. Estas dos colecciones fueron puestas en marcha y estamos trabajando para que al menos antes de fin de año tengamos un par de títulos más en cada una de ellas. También pondremos en circulación una colección titulada Pajarito de agua (en homenaje a Edith Vera) con cuentos de autores villamarienses y cordobeses. Esa colección tiene por objetivo fomentar la literatura regional en el nivel medio de nuestra ciudad y nuestra región. Antes de fin de año lanzaremos un CD con música de nuestro Ensamble (grupo musical de la UNVM dirigido por Luis Nani) y una convocatoria para grupos musicales de nuestra comunidad. Tenemos en marcha una colección de libros titulada Documento Regional de Identidad en la cual aspiramos a publicar libros sobre Villa María y la región. Por empezar, un libro sobre la historia de Villa María en relación al mundo, de Horacio Cabezas; otro sobre la historia y desarrollo de la práctica de la medicina en Villa María y la región, del Dr. Sayago; otro sobre la historia del devenir económico industrial, comercial y de servicios de Villa María y su región del Lic. Carlos Seggiaro. Tenemos más, pero me parece que para este primer semestre, concretar estos libros y planificar otros, es más que suficiente.
—Un tema no menor es el de la distribución, ¿cómo piensa resolverla Eduvim?
—Ningún tema es menor para una editorial que desde su comienzo se propone intervenir en el circuito editorial universitario y con decisión en el circuito comercial del libro. Nos interesa mucho hacer que nuestros libros académicos, que nuestra producción intelectual llegue a todo el país. Para eso se nos vuelve necesario estrechar vínculos con las Editoriales Universitarias reunidas en REUN (Red de Editoriales Universitarias Nacionales). Ya estamos en contacto con la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata para que ellos garanticen la llegada de nuestros libros en toda la zona sur y la Costa Atlántica argentina. En Córdoba y Villa María tendremos distribución propia y buscaremos ser distribuidores de otras editoriales Universitarias. En Buenos Aires, la médula de todo el problema, veremos cómo lo resolvemos. Tenemos dos o tres propuestas, pero lo solucionaremos a la brevedad. Por ahora estamos pensando la post-edición de manera muy artesanal porque la realidad es que tenemos muy poca edición. Pero sabemos que una de las claves del éxito de que nuestro sello se consolide, es la distribución.
—¿Habrá intercambio de producciones locales con el resto de universidades del país y el extranjero?
—Sí. Este es uno de nuestros puntos más ambiciosos. Estamos trabajando con ese tema, pero desde ya que sí. Tenemos tres proyectos claros de co-edición. No tenemos los convenios firmados y le pido que me entienda. Quiero ser respetuoso con los proyectos en elaboración. Oportunamente le pediremos al rector que los anuncie.
—¿Cómo se realizarán las ventas? ¿Habrá catálogos? ¿Compras por la web?
—El catálogo es lo que todo Editor tiene para mostrar, para lucirse. Nuestro catálogo tiene que ser el resultado de un consenso de lo que se produce a nivel universitario con lo que se produce a nivel social. Nos interesa que ese catálogo se vaya construyendo con obras que queden en el tiempo. Le aseguro que ese es un gran desafío de toda editorial privada. Imagínese cuánto más lo es de una editorial pública. Armaremos nuestra página WEB oficial que estará disponible desde la página de la UNVM y claro que desde allí se podrán adquirir nuestros libros desde cualquier punto del mundo.
—¿Qué garantías tiene un libro publicado con Eduvim en comparación con imprentas, talleres y editoriales independientes?
—No debería tener ninguna en especial. Claro, si el mundo de la edición estuviera claramente reglamentado con una Ley del Libro. Como en la actualidad ese tema es muy controversial, el caos editorial en Argentina es fenomenal. La consecuencia las pagamos todos. En primer lugar, tenemos una precarización del autor. Después, la precarización de todos aquellos que trabajan en las editoriales como empleados. El Editor argumenta que esa precarización también lo desalienta a invertir porque las grandes casas editoriales acaparan más del 70% del negocio del libro. ¿Qué es lo que crece? Como en todo rubro de economías con reglas poco claras, florece la economía informal. Los libros de autor no tienen ISBN (es decir, no tienen existencia, es como un niño sin DNI), no tiene por lo tanto existencia catalogal. Un ejemplo: supongamos que uno de nuestros profesores publicara una refutación a la teoría de Einstein y nuestro libro no tuviera ISBN ni ficha catastral y así como lo publicamos, lo llevamos a la Biblioteca Nacional o a la Biblioteca del Congreso de EE.UU., ¿sabe lo que haría el bibliotecario? Lo destruye en el acto con una de esas máquinas que tienen para hacer pulpa de papel. No me lo contaron: lo vi con mis propios ojos. O bien, si es inteligente y por casualidad es un entendedor de la teoría de la física, lo publica él, con un ISBN, a su nombre, y en el mejor de los casos, salta a la fama… O se llena de dinero… Por lo general no hay contratos o los contratos que se pactan son tan leoninos que los perjudicados siempre son los autores. No hay distribución. En el mundo actual, donde lo más importante es estar en una red de intercomunicación, es increíble, pero muchos de los libros de autor terminan en los placares de sus autores y con el paso del tiempo nadie los puede reclamar, encontrar, leer…
—¿Podría bosquejarnos el proceso que sufre un escrito desde que es un borrador hasta que es un libro publicado por Eduvim?
—Para un libro académico, el proceso que normalizaremos en breve es el siguiente. Cada Instituto deberá establecer las prioridades de publicación académicas y/o científicas. Para ello deberá crear un comité académico de Edición. Nosotros creamos en un primer momento, dos colecciones genéricas (Poliedros y Primeros Pasos) para canalizar rápidamente algunos títulos. Esas colecciones están disponibles para ser “llenadas” a la brevedad. Necesitamos, sin embargo, que los Institutos hagan sus propias propuestas de colecciones, de prioridades, etcétera, etcétera. En lo que es el ámbito cultural, la Editorial creó un instrumento parecido con la colección Documento Regional de Identidad (DRI) donde canalizaremos algunos libros que son prioridad editorial de la ciudad. En un futuro inmediato (estamos trabajando ya en eso) construiremos un Consejo Consultivo de miembros de la Sociedad Civil que desde el Rectorado y Extensión Universitaria buscará promover que el mundo cultural y bibliográfico de la ciudad se acerque a Eduvim y la cooperación de todos los sectores interesados de Villa María. Eso es lo que hace como dinámica de la decisión de publicar libros. El proceso una vez aceptado el libro tiene tres fases. Una de pre-edición que significa asignación a una colección, tramitación de ISBN, contrato Autor-Editor, reconocimiento en el Registro de Derecho de Autor. De allí, pasa a Edición: el manuscrito se entrega en un formato de papel y otro digital. Se le asigna un corrector que lo trabaja sobre ese manuscrito y su versión digital, corrigiéndolo y unificando el estilo según el “manual de estilo” de Eduvim. Cuando el libro vuelve del corrector, el editor (o el responsable de la colección) lo lee y comienza el trabajo de devolución con el autor. Se entabla un trabajo apasionante: este es el momento donde se le da forma a “la caja” del libro, se elige la tipografía, el formato interior. El autor lo vuelve a ver ya puesto en el “formato de caja”, tal como saldrá impreso. Después de esta segunda corrección, se tira una prueba de galera que será revisada finalmente por el mismo corrector inicial que cierra el círculo. Allí se ensambla el arte del interior con el arte de la tapa. El Editor vuelve a mirar la “prueba de libro concluido” un poco antes de la impresión definitiva. Eso hace que no perdamos el inmenso placer de trabajar artesanalmente el libro (cuatro correcciones) y un proceso industrial. Cuando llega el libro a nuestras manos tenemos toda la tarea de post-edición: presentar el libro en Villa María; organizar presentaciones en otras ciudades o comunidades, en donde el libro pueda llegar a ser importante. Estamos muy interesados en que nuestros autores se comprometan con nosotros y sus libros como lo haremos nosotros con sus libros.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 27 de julio de 2008.-
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