LA BIBLIOTECA MARIANO MORENO
ENTREVISTA CON LA BIBLIOTECARIA MAYOR
ANABELLA GILL
Entrevista de Darío Falconi
Colaboración de María Fernanda Mir
Para cerrar el año de EL DIARIO CULTURA, les proponemos a usted lector una entrevista (que anticipáramos unas semanas atrás) con la responsable de una de las instituciones de mayor actividad cultura de Villa María. Estamos hablando de la Biblioteca Popular y Municipal Mariano Moreno y de su encargada Anabella Gill, quien desempeña ese cargo luego de adquirirlo por concurso allá por 1998.
La reciente consagración de la Biblioteca como “institución del año” por el programa televisión “Nosotras”, no es nada más que un reflejo de un fructífero año para esta casa de conocimientos. El año que se avecina se asoma con mucho más trabajo y más servicios; el traslado a la nueva sede al costado del Subnivel proporcionará un mayor acceso al conocimiento y desde distintas formas. Por otra parte existe una probabilidad de que la Biblioteca no sólo invite a sus lectores asiduos y nuevos, sino que probablemente la Biblioteca llegue a los barrios.
En la actualidad “el edificio posee cinco secciones: la sección “mayor” donde circula el material para el secundario en adelante; el sector “novela” que sería una parte de la sección mayor pero que está bien diferenciada; el sector “infantil y juvenil” de los niños; el sector “ciegos”, y la sección “hemeroteca” con las revistas y los diarios. Esa es la estructura actual, pero cuando nos mudemos al nuevo edificio el servicio va a cambiar 180º, porque en hoy el material no está informatizado y se encuentra se encuentra sectorizado, cosa que cambia totalmente; lo único que va a estar bien diferenciado es la sección infantil del resto de la Biblioteca.”
– ¿Cuáles son las particularidades de la nueva casa?
– Se va a crear todo la parte que es multimedia, que en la actualidad no existe. Un cambio que se va a notar va a estar marcado con lo que es el acceso público a una importante cantidad de PC’s con conexión a Internet, habrá sillones con TV y equipos de audio donde se podrán ver los distintos cassettes y DVD; todo esto ocupará casi la mitad del salón. El cambio de modalidad que se dará fundamentalmente por la mudanza se dará por el acceso libre a los libros del stand. En la actualidad sólo el 30% del material está disponible para el público y para conseguir el resto se accede por pedido al Bibliotecario. En la nueva sede se dará por un lado el proceso de informatización y en segunda instancia los controles de seguridad. Se instalarán paneles de seguridad para regular la circulación de los libros. Será un sistema con dos puertas y mostradores que desactivarán el material cuando el lector lo lleve a casa y activará cuando lo devuelva. Para ello, deberán acreditarse como usuario o lector, sea niño o adulto, tienen los mismos requisitos. Se va a habilitar una especie de carné de material mas duro y se le va a imprimir un código de barras, se eliminará la foto del carné, aunque estará en el sistema. Con respecto a la gratuidad la misma se va a mantener.
– Existe en la población una incertidumbre sobre lo que es una Mediateca, ¿podrías aclararlo?
– Con este tema, habría que hacer una salvedad, cuando nos traslademos al nuevo edificio vamos a seguir siendo la Biblioteca Popular y Municipal Mariano Moreno, no hay que hablar de “medioteca”, porque está mal empleada la palabra y en el caso que fuera “mediateca”, sólo es un servicio más al que venimos prestando de incorporación de material audiovisual. Este término confunde a la gente, porque es como decir “la Biblioteca para ciegos”, es reducir toda una institución a un solo servicio. En este tema nos vamos a poner muy firmes porque no nos pueden cambiar el nombre de la noche a la mañana, tenemos 64 años de vida y vamos a seguir por el mismo camino que venimos transitando. Si quisiéramos darle un nombre más abarcativo a la institución tendríamos que estar hablando de unidad de información, unidad de servicios múltiples o centros de información donde allí sí abarcás todos los soportes. Está comprobado mundialmente que por más que se la llame de distinta forma la gente siempre la identifica como Biblioteca, además de que el 80% del material son libros.
– ¿De donde provienen los fondos para adquirir los materiales?
– Hasta el momento lo que más se compra son libros; en el nuevo edificio se comprarán además de libros, mucho material en otros soportes. El dinero de las multas se deposita mensualmente en una cuenta bancaria y ese dinero se recupera. Es un promedio de unos quinientos pesos que seguro que allá, en la nueva sede, se incrementará. Después hay otro presupuesto para la compra de todo material para a hemeroteca; es mucho lo que se gasta en diarios. También conjuntamente con los diarios se adquieren algunas colecciones de calidad. Aquí tenemos una comisión que es la Asociación Comunitaria de la Biblioteca Mariano Moreno. Si alguien necesita retirar un libro se registra como “lector”; pero si querés colaborar con la institución hay que ser miembro de la asociación que implica el pago de una cuota mensual de un peso. A veces, se genera confusión porque hay muchísimos menos asociados que lectores. El “socio” es aquel lector registrado que colabora con el pago de una cuota; los lectores rondan los 13.500. Esa Asociación trabaja a la par nuestra, tienen personería jurídica y eso les permite hacer las gestiones para conseguir subsidios y demás beneficios que engrandecen a la Biblioteca.
– ¿Y ese dinero en qué se invierte y de qué manera se utiliza?
– En realidad la Asociación llegó a regularizarse legalmente luego de realizados muchos trámites; ellos aportan muchos libros, el año pasado nos entregaron la fotocopiadora, ahora van a mejorar los servicios para apoyar todas las actividades culturales y de promoción de la lectura que son costosísimas. Por suerte se fueron realizando por el desinteresado aporte de la gente, por ejemplo, “De vacaciones en la Biblioteca” fue una actividad que costó alrededor de $7.000 si lo hubiéramos pagado, pero los profesionales vinieron gratis, los comercios donaron todo, como Alberto Coronel que para los talleres de arte y literatura aportó pinturas, cuadernos y todo el material de librería que necesitábamos. No sólo eso, sino que le regaló a los niños que participaron más útiles para que se llevaran a casa. Esto es extraordinario, pero si se quiere afianzar estas actividades, hay que pensar que hay que pagar. La idea es que todo ese dinero que recauda la Asociación se destina a este tipo de actividades que son muy importantes.
– ¿De qué manera determinan las necesidades de material a comprar?
– Todavía ni está establecida una política de desarrollo de la colección. Actualmente, con relación al material de estudio, nos manejamos por sugerencias, por los más pedidos. Con los libros de literatura en general leemos los comentarios de las revistas especializadas y escuchamos mucho a la gente que sabe; pero no hay una política escrita. Hoy tenemos todo en soporte papel, todo en fichas y en un 70% está catalogado, el resto no. Hoy no se conoce en pleno la colección que tenemos. Como verás, tenemos pasantes del Leibnitz realizando las cargas de los libros en el sistema y una vez concluida podremos saber a ciencia cierta que es todo lo que tenemos. Por otra parte recibimos donaciones de particulares y de la CONABIP (Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares) que donan alrededor de 150 libros en dos tandas al año, muy buen material. Las prioridades de compra las resolvemos de acuerdo a la época del año, cuando inician las clases adquirimos material de estudio; para las vacaciones seleccionamos material de literatura y recreativo; de todas maneras vamos constantemente buscando el equilibrio y tratando de compensar en las áreas que más lo necesitan. Poseemos un 60% de material de literatura, un 30% de material estudio y en el resto van las generalidades, ciencias sociales, psicología, historia, etc.
– ¿Qué otros servicios presta la Biblioteca a la comunidad?
– La Biblioteca realiza además otras actividades de extensión bibliotecaria, que este año no se desarrolló mayormente, se hicieron visitas guiadas, aunque la idea es también afianzarla también. Por otra parte este año se realizaron otras actividades de extensión cultural como “De vacaciones en la Biblioteca” destinado a los niños con un sinnúmero de actividades muy interesantes y recreativas; el curso sobre “Aproximaciones a la literatura de Córdoba” nos dejo grandes satisfacciones; se realizaron presentaciones de libros “Entre el fuego y la sed” y “La portadora del fuego” de Fernando De Zárate y Adriana Claudeville respectivamente; hubo muestras como la exposición de Bellas Artes o la muestra fotográfica... Estas actividades se desarrollaron en todo el año, aunque mayormente en la segunda mitad de 2006; pero además de mencionar algunas de las cosas que hicimos quiero destacar que la actividad de nuestra institución no es sólo esto que se muestra sino que hay mucho trabajo diario que se realiza en paralelo y que a veces como es interno no se ve.
– ¿Qué tipo de público concurre asiduamente a la Mariano Moreno?
– Principalmente gente mayor que viene a llevarse libros de literatura y también los alumnos de los distintos colegios, sobre todo del secundario más que el primario. No es que la Biblioteca sea escolar, todo lo que se proyecta es para un público en general que necesita suplir una necesidad, ya sea conocimiento para reparar una moto, aprender a cocinar, construir un edificio o leer una novela. El público es un 90% de Villa María y el resto para la zona. Por otra parte más del 65% es un público adulto, le siguen los jóvenes en un 25% y en un 10% para los niños.
– ¿Crees que la Biblioteca cumple con las expectativas o necesidades de la gente?
– Falta... no cumple con todas, pero intentamos. Hay sí un hueco en lo que se refiere a textos universitarios. Lo ideal sería tener lo mínimo y básico de todas las carreras que se dictan en Villa María; tenemos baches en lo que es abogacía y veterinaria, por ejemplo. El mayor público es el adulto, el público infantil viene menos, a pesar de que casi todas nuestras actividades de promoción estén destinadas a los más pequeños, creo que está reforzada en los colegios. Nosotros apuntamos mucho al chico, porque si un chico s lector, problema resuelto, no hay que seguir trabajando con los adolescentes. El problema es que el chico no concurre a la Biblioteca porque el adulto no lo acompaña. En las vacaciones de invierno tuvimos 770 chicos y se fueron fascinados, tocan los libros, no sé si los leen, pero los hojean y les encanta. Es un buen aproximamiento. Creo que en el nuevo edificio habría que ver la cuestión horaria y estar abiertos los sábados, ya que hay mucha gente que trabaja o estudiantes de otras localidades que se les dificulta concurrir a nuestras instalaciones durante los días de semana.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 31 de diciembre de 2006.-
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