CON LAS RAÍCES AL DESCUBIERTO
Entrevista con Horacio Cabezas
Cuatro años transcurrieron desde que el Congreso de la Nación, mediante la Ley 25.566, instituyó el 1 de julio como “día del historiador”. En dicha categoría incluyeron merecidamente a "los escritores, investigadores, profesores y aficionados dedicados al estudio, propalación y análisis de los acontecimientos de carácter histórico". La elección de la fecha se debe a la decisión del Primer Triunvirato que dictó la orden de escribir la historia de este pueblo, con el fin de perpetuar la memoria de los héroes y sus épocas.
Haciendo honor a ese día, visitamos a uno de los más grandes pensadores que ha parido esta Villa María (VM); un hombre que se profesionalizó como contador, pero que desde su juventud se preocupó por la historia y por el engrandecimiento de esta ciudad. Una persona que más allá de confesarse radical de alma, ha trabajado (y aún lo hace) de manera comprometida con todas aquellas personas que buscan el bienestar del pueblo, más allá de los colores políticos. Graciosamente, pero con justa verdad nos dice, “ahí donde no pagan, allí estoy yo”; y es así, Horacio Cabezas ha formado parte de numerosas e importantes comisiones de distinta índole, pero siempre sin esperar ningún tipo de rédito.
Si bien hay muy buenos historiadores locales, al momento de elegir quien iba a ser nuestro entrevistado para la fecha en cuestión, nos decidimos instantáneamente por Cabezas; cuyo título de historiador le es un tanto reducido, ya que su accionar excede esa nomenclatura y, por supuesto, estas líneas.
En nombre de los que hacemos EL DIARIO CULTURA, aprovechamos la oportunidad para saludar a todos aquellos hombres y mujeres que trabajan, casi subterráneamente, con el fin de mantener viva la memoria de los acontecimientos y personas que construyeron los cimientos de la ciudad que hoy nos da su techo. También para aquellos que hoy ya no están, pero que su legado sigue latiendo, digo esto y pienso, por ejemplo, en Bernardino Calvo; docente, historiador y un pensador inigualable que iniciara la primera época de este suplemento cultural, que hoy nos toca continuar. Para él, para Horacio Cabezas y para todos ellos, nuestro saludo.
– ¿Por qué razón siendo usted contador se ha inclinado por la historia?
– Ya veo que encontrás incompatibilidad en algún sentido; lo que pasa es que yo fui contador por necesidad de trabajar, pero me gustaban otras disciplinas, entre ellas la literatura, la historia; sobretodo la historia. A mí ha gustado mucho leer por ejemplo la Historia Universal de Wells (se refiere a BREVE HISTORIA DEL MUNDO) que es muy amena, muy narradora y donde cada vez descubría más vocación por ella; pero después se presentó otro sendero, que fue profundizar la historia local, la historia de VM y consecuentemente de la región también. Hice algunos trabajos relacionados a la ciudad, por la cual tengo un gran cariño, yo soy nativo de aquí; te podés imaginar que en una vida bastante prolongada las cosas que uno va sabiendo y acumulando, ese es el motivo. Además de eso, yo me fui reuniendo con personas que tenían mayor solvencia por la vocación de la historia; por ejemplo con “Dino” Calvo, sin perjuicio de admirar con anticipación a otros historiadores que indagaron sobre VM, como don José Pedernera que realizó, se puede decir, una obra cumbre con motivo del centenario de la ciudad. Él (Calvo) fue galardonado en un concurso que llamó la Municipalidad y en el cual recibió el primer premio. Su trabajo fue sumamente meritorio y de extraordinaria fidelidad a la documentación y a las cosas. De esa manera fui admirador de él y de otros historiadores de los cuales tenía cierta discrepancia, entre ellos Don Eneas Alvárez Igarzabal, Don Juan Pereyra, que es de Villa Nueva; últimamente con Granados, que hizo una investigación muy linda sobre Villa Nueva, y ese fue el camino que seguí.
– ¿Qué aspecto de la historia más le interesa?
– La historia siempre se inclina a buscar las raíces, mientras más ocultas están, más apasionante es. También se va enriqueciendo con la nómina de acontecimientos contemporáneos; nada queda ajeno al interés del que tiene esa vocación.
– En todo este extenso tiempo, ¿qué sucesos han marcado la historia de VM?
– Una sucesión de hechos, empezando con la fundación de VM, que fue una fuente de discrepancia entre los diferentes analistas e investigadores. La ciudad no se fundó como lo hacían los conquistadores, que llegaban, clavaban un palo y desenrollaban un pergamino y decían, “aquí fundo en nombre de...”. En VM no existe ese documento, ni existe la solemnidad del acto; de manera que los historiadores han tenido que recurrir a situaciones y documentos que pudieran tener una equivalencia cercana a ese hecho. Allí se han producido las grandes discrepancias con respecto a la fecha de fundación, unos dicen, “vamos a tomar como fecha de fundación lo que dice este documento, porque yo lo encontré y tiene ese valor”; el otro dice, “no, nosotros tomamos este acontecimiento o este dato para la fecha de fundación”. Fue una polémica que duró mucho tiempo, hasta que vino un intendente que fue Isidro Fernández Núñez que laudo y dijo, “si me acompañan, y con la condescendencia de todos fijemos el día 27 de setiembre, donde aparece un documento con la mención de VM”, y que según él, y yo creo que fue así, fue el primer documento que menciona el nombre de esta ciudad. Así que se pacificó la cosa y ahora todos decimos que VM se fundó ese día. Ese es el hecho inicial que da para todo, luego vendría el ferrocarril, que fue un hecho simultáneo y que nos trajo engrandecimiento; pero, la ciudad tenía algún atractivo de por sí; aún sin el ferrocarril, la ciudad se iba a formar y se iba a engrandecer, porque la población fue formada por gente de mucha inquietud y de mucho intelecto. No pasó mucho tiempo que se dio un caso tan singular que un área comprensible de la ciudad fue declarada capital de la República por ley del Congreso; esa ley no llegó a sancionarse porque le presidente Sarmiento la vetó, de manera que se frustró esa posibilidad, pero ostentamos ese orgullo. De allí se suscitó otra polémica, la de si fue un acierto o un error del presidente; yo humildemente y tímidamente digo que nos hizo un favor, porque nosotros vivíamos muy felices así como estábamos y no sé que hubiese ocurrido si VM hubiese sido la capital de la República.
El historiador continuó con su relato detallando con minuciosidad otros hechos inherentes a la historia local, que por escasez de espacio, sólo nos limitaremos a mencionarlos a grandes rasgos. De manera más que amena, Cabezas nos cuenta como la constitución de la provincia fue modificada para poder darle a VM la categoría de ciudad. Seguidamente habló de la sucesión de intendentes y de aquellos urbanistas, como Don Joaquín Pereyra, con quien “siempre estamos en deuda”. Resaltó además la presencia social de la masonería durante más de treinta años en la ciudad, la cual estaba integrada por hombres de mucho intelecto. Otras menciones fueron la Revolución de 1905 ideada por Irigoyen antes de ser presidente; la división del radicalismo por Dr. Alberto Durrieu y finalmente destejió con lujo de detalles la vida de Amadeo Sabattini, entre otros temas.
– El pueblo argentino cometió errores a través de la historia, y los ha vuelto a repetir, ¿cree usted que los argentinos somos de memoria frágil o no poseemos memoria?
– Yo creo que es parte de la condición humana, de los pueblos, ¿qué país no los ha cometido?, y nosotros lo cometimos y tenemos una vocación por los errores. Después de haber sido inspirados por tan lindos principios de la Revolución de 1810 no pudimos llevarlos adelante en los hechos ni en el pensamiento de los hombres; no hay que imputarle maldad, son desencuentros de pensamientos. Esto fue hasta que llegamos a la posibilidad de sancionar nuestra Constitución Nacional, que parece que fuera el catecismo; que lo aceptaron casi todos, menos la provincia de Buenos Aires, que no quiso saber nada y después se incorporó. No sé si haya sido un error eso de admitir a Buenos Aires, a lo mejor nosotros nos hubiésemos arreglado como estábamos y que ellos formaran su república, porque ellos nos absorben.
– Hay una canción que dice que “la historia la escriben los que ganan”, ¿la escuchó, qué opina de esa frase?
– Mirá, en alguna época puede haber sido, pero no es tan así. En el país mismo tenemos la experiencia de que la historia la escriben también los que pierden. Pero tanto los que ganan como los que pierden, cometen inexactitudes, se equivocan, enfocan mal las cosas; así que, no porque los revisionistas vengan a escribir su revisión van a estar acertados, acertarán en parte y en otras se equivocarán también.
– ¿Cómo ve la actualidad de VM?
– En el orden municipal la intendenta es muy trabajadora y la ciudad, se deba o no a la administración municipal, está progresando vertiginosamente. Alguien podrá decir que las circunstancias nacionales y provinciales la favorecen; puede ser, pero las sabe aprovechar también. Yo siempre digo que VM está engrandeciéndose vertiginosamente, creo que por la presencia de la UNVM, muchos admiten que se debe a eso. Yo tengo el gusto y el orgullo de decir que estuve al lado de los que trabajaron para la universidad desde el primer momento. Yo siempre me alineo con los que tienen ganas de trabajar por la ciudad, de cualquier signo que sean.
BIBLIOGRAFÍA
La bibliografía que Cabezas a regalado a la ciudad, encierra un interesante puñado de libros y artículos que denotan el compromiso que el autor tiene para con la ciudad y el mundo. Ha realizado tres tomos sobre la HISTORIA DEL RADICALISMO EN VILLA MARÍA; una HISTORIA ELEMENTAL DEL RADICALISMO pensada para alumnos ávidos de interiorizarse en uno de los partidos políticos más fuertes del país. Por otra parte, hace unos cuantos años el Gobierno de Córdoba le solicitó una colaboración para una serie de tomos sobre sus gobernantes; allí incursionó en la vida de Amadeo Sabattini. Este último personaje es el protagonista de UN CIUDADANO LLAMADO AMADEO SABATTINI, que acaba de presentar en pleno fogón y en medio de contagiosos guitarreos. El voluminoso ejemplar es una herramienta documental fundamental para conocer la vida “principista, doctrinaria y costumbrista” de este distinguido personaje y toda la órbita que lo rodeaba. Los ejemplares se entregaron en primera instancia a sus hijas, luego hubo donaciones a instituciones y al público en general. La publicación, que estuvo bajo el cuidado de Raúl Olcelli (diseñador de esta página), contiene un anexo con fotos e ilustraciones que complementan los testimonios y los rastreos de información en los medios locales, provinciales y nacionales de la época y unas cuantas citas célebres dignas de recordar.
En la actualidad y desde hace un tiempo, Horacio Cabezas trabaja en un ambicioso proyecto que, “si la generosidad del cielo me da vida”, se llamará algo así como VILLA MARÍA EN EL MUNDO. Allí, intentará “rescatar la actuación de entidades y ciudadanos de VM que tuvieron presencia en el exterior y recíprocamente”.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 02 de julio de 2006.-