Letras que se fueron, letras que volvieron...
Entrevista a Ricardo Moyano, hijo del escritor Daniel Moyano
Entrevista de Darío Falconi
Foto de Daniel y Ricardo Moyano gentileza de Pepe Lamarca
Ricardo Moyano nació en La Rioja y se inició musicalmente con sus progenitores. Los ecos de la dictadura militar obligaron a su padre a trasladarse a España luego de ser excarcelado. Ricardo vivió allí, luego en Francia hasta “hartarse del primer mundo”; conoció a su esposa (turca) en Estambul y terminó por asentarse en esa ciudad que denomina “lariojambul”, una especie de mixtura entre su ciudad natal y la de residencia. Su padre, Daniel Moyano (DM), uno de nuestros grandes escritores del siglo pasado, nació en Bs. As., pero transitó su infancia y se formó intelectualmente en Córdoba. Publicó alrededor de veinte libros y dejó “montañas de inéditos”.
Este año la editorial DE LOS CUATRO VIENTOS rescató la novela DÓNDE ESTÁS CON LOS OJOS CELESTES, la que no tuvo desgraciadamente (y por qué no felizmente para los estudiosos) la oportunidad de corregirse y/o reescribirse. La misma fue escrita en los últimos meses de su vida en Madrid y Oviedo allá por marzo de 1992 y permaneció inédita durante 13 años. En ella se narra la historia de un músico argentino que decide salir en búsqueda de un amor perdido en el tiempo y el espacio. El personaje viajará a España conociendo solamente el nombre de su amada, el color de sus ojos y la sensación que le quedó en las yemas de sus dedos una siesta de su niñez. Indagará en las calles madrileñas, en su imaginación, en sus recuerdos y hasta en su música; pero el camino se le obstaculizará principalmente por la intervención del recuerdo macabro de su padre.
Casi siempre los textos de Moyano fueron figurita difícil; esto se debió “fundamentalmente a la desidia de quien fue su representante durante mucho tiempo -incluidos doce años después de su muerte-, la agencia catalana de Carmen Balcells; no debería dar su nombre pero como me embola lo digo, ellos prefieren vender best sellers y jamás movieron un dedo por los libros de mi padre. Anulé este contrato y gracias a Amalia Gieschen a los seis meses se publico DÓNDE ESTÁS CON TUS OJOS CELESTES.”
-Recientemente se reeditaron libros por varias editoriales; ¿por qué razón se está dando este reflote?
-Es toda iniciativa de amigos o lectores apasionados; Marcelo Casarín de la Universidad Nacional de Córdoba para EL TRINO DEL DIABLO (RUBÉN LIBROS) y Juan José Hernández para la antología de cuentos (se refiere a EL RESCATE Y OTROS CUENTOS de INTERZONA). El plástico Marcelo Carpita organizó una exposición con magníficos dibujos inspirados en TRES GOLPES DE TIMBAL, allí conocí a Amalia Gieschen y ella se ofreció a editar la novela inédita. Mi padre siempre trabajó con SUDAMERICANA hasta que cerraron, y en España (a raíz de su malhadado contrato con la Balcells) no tuvo un buen editor, siempre pequeños que no distribuían ni allá, ni en Argentina; es una vergüenza que novelas como EL VUELO DEL TIGRE no existan en las librerías de nuestro país.
The Flight of the Tiger
-Los textos de su padre han sido traducido a varios idiomas ¿Qué respuesta obtuvieron en los lugares donde se publicaron en contraste con la Argentina?
-Mi padre tuvo siempre éxito de critica y pocas ventas, entre otras cosas porque una vez editado el libro, se agotaba relativamente rápida la primera edición y nunca se hacía una segunda (excepto para EL TRINO... que hubo dos). Su amigo Herbert Francis tradujo muchos cuentos al inglés (y el capítulo sexto de EL OSCURO); sus publicaciones en revistas de literatura no pasaron nunca del pequeño ámbito universitario. En Francia reiteradas veces las universidades pidieron a los editores una reedición (en castellano) del LIBRO DE NAVIOS Y BORRASCAS ya que había sido elegido de lectura obligatoria, pero ningún editor lo hizo. Los estudiantes tuvieron al menos el consuelo de leer la traducción francesa... Las traducciones al ruso y al polonés fueron un éxito, por lo visto. Es excelente la traducción inglesa de EL VUELO DEL TIGRE. Al aparecer la traducción italiana de EL TRINO... regalé un ejemplar a un amigo compositor, Carlo Domeniconi, que la “tradujo” para quince músicos, incluidos claro está violín y guitarra. Fue estrenada y grabada en Berlín, me encantaría que se pudiera hacer alguna vez en Argentina. La traducción al turco tampoco esta mal, lleva dos años terminada y es siempre de “inminente” aparición.
-¿Quedan textos aún sin editar? ¿Existe algún plan para editar sus obras completas?
-Como te decía, no hay libros de él en ningún lado, yo también veo que como jamás adhirió a ningún partido político, fue un defensor del gobierno sandinista y cubano, atacó todas las dictaduras sudamericanas, esto tampoco fue una ayuda para conseguir editor en Europa. Tal vez el fallo fue habernos instalado en España; en Francia o Alemania sin duda hubiera ido mejor para la divulgación de su obra. En cuanto a reeditar sus libros, no existe ningún plan, es sólo un deseo que me gustaría ver cumplido. Ahora saldrán tres textos breves inéditos. Al no vivir en Argentina no puedo ocuparme de esto, tengo mis esperanzas puestas en Amalia. En principio hay varias posibles reediciones para los próximos meses, ojalá se concreten. Hay montañas de inéditos, pero la prioridad corresponde a mí entender a los libros ya editados e inhallables.
Lágrimas en el Viejo Mundo
-¿Cómo repercutió en la vida de DM y por ende en sus escritos la dictadura y el exilio? ¿Cómo recordaba a la Argentina y especialmente Córdoba y su interior?
-Mucho se ha escrito sobre esto, y muy bien. Hay excelentes trabajos de Sara Bonardell, Virginia Gil Amate, Carlos Mamonde, Marcelo Casarín, Sergio Collauti, Gabriel Gatica, por dar apenas algunos nombres. Como hijo suyo, puedo decir que esos años coincidieron con mi adolescencia, yo sufría mucho de verlo tan mal, tan solo, y él se sentía culpable de hacernos vivir en otro país, lejos de Argentina, los familiares, los amigos; como si la culpa hubiera sido suya. Todo lo que escribió en esos años lo guardó pero nunca lo publicó. Pudo recobrar su voz con TÍA LILA, obviamente cuento casi desconocido en Argentina, y de lectura obligatoria (traducido por supuesto) en las escuelas secundarias de Alemania. Mantuvo contacto y amistad con exiliados argentinos, y también tuvo muchos amigos españoles. No tuvo contacto alguno con la cultura oficial española, y con pocos y honrosas excepciones fue visto más bien con recelo por parte de sus colegas intelectuales españoles. A la Argentina la recordaba con cariño por sus viejos amigos de allá, y sobre todo su hermana, mi tía Blanca, que vivió siempre en Cosquín, ambos se querían mucho. Jamás perdió la tonada cordobesa.
-Algo que te haya quedado en el tintero y que quieras compartir con los lectores de EL DIARIO CULTURA ?
-La relación con mi madre a veces fue muy difícil en los primeros años en Madrid, pero -a su manera- ella siempre estuvo a su lado y lo apoyó. Yo tuve una relación privilegiada con él, más de amigos y compinches que de padre-hijo. Venirme a vivir a Oriente, sin hablar la lengua ni tener amigos argentinos para hacer nuestra música fue tal vez una reacción inconsciente, relacionada con la enorme sensación de pérdida, de injusticia más bien que sentí cuando se murió. Mi esposa hubiera deseado (entonces, no ahora) vivir en Europa. Pero me encanta estar acá, donde además me siento útil, hay ya una generación de guitarristas turcos que hacen música latina, viajo muy a menudo a Europa así que no extraño “el primer mundo”.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 02 de octubre de 2005.-
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