domingo, 18 de septiembre de 2011

La Funkbuster Society. Hacia la Villa funky


Entrevista
LA FUNKBUSTER SOCIETY
hacia la Villa funky

El funk es un género musical rítmico y bailable que se desarrolló a fines de los ’60, consecuencia de la fusión de otros géneros como el soul, rock & blues y demás. En la ciudad está escasamente cultivado o las propuestas que alguna vez existieron fueron muy efímeras. En esa realidad, hace dos años La Funkbuster Society (FBS) nació con la idea de ser una banda de funk clásico, al mejor estilo James Brown. La mayoría de los integrantes habían tenido una banda previa que quizás algunos recuerden con el nombre de La Working Class People; una agrupación que se inició en el reggae pero convergió sus caminos en el funk y que sedimentó esta nueva propuesta.
La idea de una banda de este tipo, no tiene que ver con el inexplotado género, sino con inquietudes personales y gustos compartidos de estos alumnos de la Licenciatura en Composición Musical de la Universidad Nacional de Villa María. Ese espacio académico parece ser el lugar convocante desde donde surge el grueso de la propuesta musical de jóvenes de la ciudad.





Fausto Tomás Vercellino
Todo comenzó con las típicas charlas de bar en la que surgió la idea de formar una banda. Emiliano Borio, el bajista, nos cuenta que “fue una situación experimental, a todos nos gusta el funk, nos gusta también un montón de cosas más, pero entendíamos que encerrarse en un estilo era también limitarse. Teníamos cierto desafío, no queríamos restringirnos pero a la vez queríamos tener un estilo, una fusión entre el funky, el soul, el hip hop…”. El vocalista, Fausto Vercellino, acota “siempre intentamos alejarnos del rock, porque no queremos ser una banda de rock, pero nos costaba muchísimo.” Con estas palabras iniciábamos la charla con algunos de los músicos de la agrupación.
Los integrantes de la FBS son de distintos puntos del país, Bell Ville, Córdoba, Buenos Aires y hasta de Lima. Sin embargo, ellos no consideran que este hecho le haya aportado a la banda grandes cosas, sí, el hecho de estudiar en la misma institución, en la que se conocieron en los pasillos y las aulas universitarias. Es destacable resaltar la comunión que genera este grupo, ellos mismos confiesan haber establecido vínculos muy fuertes y de respeto que repercuten positivamente en las canciones que ejecutan en los escenarios que tocan. “Si bien tenemos diferentes influencias y demás, todos buscamos lo mismo, esto facilita la tarea de crear canciones; en el anterior proyecto (La Working Class People) en tres días ya teníamos temas propios; había cierta facilidad entre nosotros”, dice Emiliano en la mesa de café en la que nos encontramos.


DULCES COROS
Eugenia Lauría y Daiana Belen Cativelli
La FBS está integrada por siete músicos, las guitarras, el bajo, la batería, las teclas y la última incorporación que fueron las voces femeninas que corean y cantan varias de las canciones. Al respecto Fausto nos dice “habíamos arrancado roqueros, pero no queríamos que fuera así, queríamos ver de qué manera podíamos cambiarlo. Fue así que cuando cumplimos un año con la banda, teníamos la idea de incluir vientos, percusión o coros.” La última opción fue la elegida y de esa manera fue como se sumaron las voces de Daiana Cativelli y Eugenia Lauría, a pedido de los miembros de la banda. Todos los integrantes concuerdan en que esa inclusión es de suma importancia.
Emiliano, que parece ser el vocero de la banda, dice “el tema de ser corista en una banda es muy importante, porque son un instrumento más, se nota muchísimo, sobre todo cuando no están; en muchos momentos, los cantantes de la FBS son tres.”
Al respecto Daiana, recuerda que tiempo atrás, cuando ella no pertenecía a la banda, los vio actuar en el salón de ATE y además de gustarle su estilo notaba que le hacía faltan coros para mejorar y así lo hizo, cantaba arriba de las canciones que estaba escuchando. Ella no se imaginaría que tiempo después sería una de las integrantes de la banda.


COMPOSICIÓN
La composición de los temas en un grupo musical, puede darse de diversos modos; en el caso de la FBS se realizan de manera cooperativa, los temas se componen juntos aprovechando la armonía humana del grupo. Reconocen sentarse y proponerse partir de una idea, que luego puede mutar, pero se parte con un hilo conductor que los ayuda a llegar a buen puerto.
Emiliano Borio
Algunos de los miembros, como Fausto, han utilizado en muchas ocasiones la computadora para componer canciones o esbozar ideas, que luego serán nutridas con los aportes de los demás miembros del grupo.
En cuanto a las letras, las mismas las escribe el vocalista, aunque también recibe la gran colaboración de Eugenía, una de las coristas, sobre todo en aquellas composiciones que se mezclan con el idioma inglés.
Tienen en su haber un disco que se llama “Luvia” en el que siete canciones muestran su potencial como compositores y músicos. Han trabajado conjuntamente con gente para quienes “el funk es pan diario”, los hermanos Lucas y Tommy Rivera del estudio Chau Naranjo de Villa Nueva.



GENTE
Dicho disco, se ha entregado con la compra de las entradas a sus distintos shows, la razón de ser es que no tiene sentido hacer copias de un disco que no es demasiado costoso; por ello es que han decidido entregarlo con las distintas entradas que han vendido. Sobre el mismo los integrantes hacen una acotación y ésta es que el disco, intenta reproducir lo más fielmente la realidad; no hay muchas agregados de guitarras u otros instrumentos que “levantarían” el disco, sino que la idea es que cuando ellos realicen sus performances en vivo, no existan grandes diferencias entre el disco y el vivo.

 La gente que sigue a la FBS crece con cada presentación, recuerdan que en su presentación debut 20 personas los acompañaron, pero en sucesivas actuaciones el incremento numérico pasó de 50 a 100 y hasta 250 personas en la última ocasión. Lo que se configura como un gran logro para banda local.
Han participado en lugares como Mundo, pero también en varias ediciones del Peñón, un intento de mostrar otra propuesta, otro espacio. Aseguran que es la gente de Villa María la que los sigue mucho, porque al estar establecidos aquí se van haciendo conocidos; en otros pueblos, por lo general los que van son los que han sido recomendados por alguien que los vio. Los miembros de la banda consideran que una de los aspectos que ayuda en tal sentido es la promoción en afiches, medios y demás.


ESTILO Y AUTOGESTIÓN
Carlos Loarte Flores en la guitarra.
Una de los objetivos de este grupo es intentar mostrar a este género poco cultivado; pero tratando de lograr un equilibrio entre la música que está dedicada a los músicos y la música que es para la gente. Lo interesante de este género es que tiene mayor permeabilidad para fusionar con otros géneros. Ellos dicen pueden combinarse desde el rock hasta el bossa nova y lograr una buena composición; con otros géneros es que son más cerrados y la posibilidad de amalgamar estilos y ritmos se limita. Hay géneros como el rock, o más aún el jazz que son para cierta gente más selectiva.
La vida de un músico no es fácil, debe estudiar, capacitarse, promocionarse, trasladarse, ocuparse de la iluminación, del sonido, de las entradas y sobre todo de tocar y cantar. Este es uno de los reclamos constantes de los músicos que muchas veces no pueden desarrollarse plenamente en ese sentido porque muchas veces deben cubrirse otras acciones que no son las específicamente musicales. Todo cuesta el doble, pero ellos saben valorar las actitudes, como la de los comercios que ayudan desinteresadamente con sus auspicios.


EL ESTUDIO Y LA CALLE
Mayco Albin
En esta charla una de nuestras preguntas versa por conocer si la casa de altos estudios los prepara para ser músicos de una banda. Recibimos la respuesta de que ellos ya eso lo han aprendido de antemano, dice Emiliano “muchas de las cosas que tocamos las aprendimos en la universidad; pero el estudio de la música se basa más en lo técnico que en lo expresivo. Creo que es más con calle que con otra cosa, que se logra adquirir el conocimiento de tocar ante público y demás; no sé si la universidad te podría enseñar eso. Hay cosas que quiero decir, que no me las enseña la universidad, y que no puedo no decirlas en las canciones que escribo.”
Por su parte el cantante aporta su punto de vista manifestando que mucho tiene que ver la universidad, pero tiene mucho de calle también.” La corista que nos acompaña, Daiana, cree que al ser una carrera de composición, debería incluirse un taller o seminario que ayude con la composición de las letras de las canciones; ya que no existe materia alguna en el plan de estudio que contemple esa necesidad.


MOVIDA LOCAL
Cuando hablamos de la movida local, todos son optimistas. Reconocen que esta ciudad está a la altura de grandes ciudades. La gran cantidad y calidad de músicos locales hacen que Villa María tenga una nutrida propuesta musical.
Sin embargo, tampoco es el paraíso, como bien lo expresa Daina Cativelli “hay lugares, pero falta un lugar donde todo este cómodo y en su lugar, porque hay lugares, pero a uno le falta esto, al otro lo otro… Los músicos necesitamos un lugar bien puesto, grande, donde todo suene bien, etc. La mayor movida que se hace es porque la generan sus propios músicos; los que deben ocuparse de esto traen bandas de otros lados, en vez de aprovechar los músicos de acá, está la carrera de música, que no es poco. Acá hay bandas muy buenas.”
El público de estas presentaciones, como lo hemos repetido en otras ocasiones, asisten y cantan las canciones que son propias, actitud que en otros lados no se ve.


GRUPO HUMANO
El grupo está contento y se siente realizado en lo que vienen consiguiendo como banda que desarrolla el funk. Se apoyan mutuamente y reconocen que “un compañero de banda es más que un compañero de trabajo, te tenés que llevar muy bien”.
Joseph Johnson
“Cuando conocimos a Carlitos (Loarte Flores) no podíamos creer como tocaba, era un Messi de la guitarra, y lo agarramos antes de que lo agarrara otro” (risas), “pero alguien puede ser buen instrumentista pero no puede funcionar en un grupo. Tuvimos la suerte de que Carlos es un gran tipo.” Los miembros de la banda están contentos de tener buenos integrantes, una banda en la que no sobresale ninguno y como dice el vocalista “me llevo el paquete entero”.
Una de las claves está allí, en “saber criticarnos y aceptar las criticas”; pero no solo criticar, sino como dice Daiana, “es bueno reconocer también cuando las cosas se hacen bien.”
Así son estos jóvenes, alumnos universitarios, de presente pleno y un provechoso futuro, que desde un grupo humano y musical muestran su arte, para que la gente se divierta y ellos mismos también lo disfruten. Una filosofía de vida que los mantiene unidos, como una sociedad, esa que han dado en llamarse “La Funkbuster Society”.



Disco debut "Lluvia" 

LA FUNKBUSTER SOCIETY es:

Mayco Albin
Daiana Belen Cativelli
Fausto Tomás Vercellino
Joseph Johnson
Emiliano Borio
Eugenia Lauría
Carlos Loarte Flores

http://www.myspace.com/lafunkbustersociety







FUNERAL DEL CAMPO
(Letras de Fausto Vercellino, música de La funkbuster)


Yo me crie en el campo, en el medio de los chanchos
alimentando un animal, me sentía un criminal
cuando tenía que capar para que puedan engordar
no podia asimilar lo delictivo de este mal.
Así es la ley, así es como debe ser
Los más obesos van jugados hasta los huesos
Lo criminal, lo desigual, lo más rupestre
el hombre es el Mufasa de esta jungla silvestre

La sangre va del campo a la ciudad.
El funeral del campo.

Se me partía el alma cuando el lechoncito
llamaba a su mamá pidiéndole a los gritos
que por favor, que lo venga a rescatar
que había un “guaso culiau” que lo quería engordar
Y la tristeza, en medio e´ la pobreza
a veces no había nada arriba de la mesa
Por eso recurrimos al instinto animal
chanchos, gallinas y las vacas a sacrificar

La sangre va del campo a la ciudad.
El funeral del campo.

Y vos tan cómodo sentado a la mesa
disfrutando de un vinito y una buena hamburguesa
No sabés lo que me pasa cuando debo enfrentar
a los capones hermanos que me dicen:
"Hey man, hey man... ¿Dónde está tu dignidad?"

Y la historia se repite en estos lados
la urbanización que provoca degeneración
por parte de la gran corporación
que te tiene de los pelos por un poco de dolor.
Te va engordando, te va llenando
con un montón de promesas que no tienen ni un poquito de respaldo
Y sin embargo, desde lo alto
La misma gente que nos sigue dominando.

La sangre va del campo a la ciudad.
El funeral del campo.



(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 18 de setiembre de 2011.-



domingo, 4 de septiembre de 2011

Tomás Ferrero. La felicidad según Parc

Entrevista
TOMÁS FERRERO
La felicidad según PARC




En una de estas lindas tardecitas, anticipo de una primavera que ya llega, nos reunimos en un café céntrico. Él tiene 22 años, gran talento y un futuro más que prometedor. Junto a Parc está llevando la música de Villa María a distintos puntos del país. Lo acompañan Luciano Natali en guitarras y coros, Renata Bonamici en cello y Fausto Vercellino en guitarras.
Decidimos sentarnos fuera del lugar para evitar el bullicio, y quizás elegimos mal, porque vendedores de perfumes, gente que pide dinero, mozos y amigos que se detienen a saludar hicieron que esta charla se viera interrumpida en varias ocasiones. Lo miro y le digo que es el precio de fama y se ríe.
Tomás Ferrero llegó a la música por “un camino raro”. Cuando tenía 8 años había iniciado los estudios de piano, impulsado por su padre; pero no era lo que quería, lloraba para no ir a clases, hasta que abandonó con la condición de inscribirse en otra actividad, que nunca concretó. Pasaron los años y llegó el 2001, tan traumático para el país, motivo por el cual la familia decidió instalarse en España. La presencia de un tío que le acercó algunos programas informáticos para hacer música, lo cautivó y de a poco fue encontrando el gusto por la música, tal es así que a su regreso al país, se inscribió en colegios y academias. A esa altura, Tomás ya había formado algunas bandas en el secundario con compañeros y finalizando sus estudios estaba convencido de que la música sería su opción universitaria.
Llegó a la UNVM con esos conocimientos fragmentados que pudo desarrollar y aunarlos aquí. Es en Villa María donde tomaría contacto con los músicos que convergieron posteriormente en lo que hoy es Parc.



Fotos: Iván Pierotti



Cuando uno escucha su disco debut “Feliz”, vuelven a nuestros oídos reminiscencias del “viejo rock argentino”. El estilo de música, las letras de las canciones, hasta la presencia del cantante, nos remiten a personalidades como Luis Alberto Spinetta. Sin embargo, Parc se alimenta de otros géneros más actuales y de otros lugares como lo es el rock británico, indie y también alternativo. Esto, tiene que ver claramente con las distintas formaciones y gustos de cada uno de los músicos; como nos dice Tomás, “si bien son diferentes las influencias de cada miembro del grupo, a la hora de hacer música me parece que encontramos todos un camino muy parecido y desde donde aportar a la canción.”
Parc combina diferentes elementos musicales buscando una armonía clara, donde la letra se engarza con las notas formando verdaderas joyas para el deleite. Hay claridad y tranquilidad en los acordes que transcurren con esa serenidad con que lo hacen las aguas del Ctalamochita, lugar que les ha servido de escenario para desarrollar sus videos y la gráfica del grupo.
Le pedimos a Tomás que nos cuente sobre esta historia que hoy está disfrutando.



-Brevemente, ¿nos podrías contar como llegaron a formar Parc?
-Habíamos tocado una noche con Fausto Vercellino en Octavo Pecado (pub local), recuerdo, y fue un momento muy liberador, porque yo siempre sufría mucho tocando, pensaba que siempre salían las cosas mal. Soy muy exigente conmigo mismo. Esa vez fue como que me di cuenta que si por algo hacía esto era para pasarla bien al menos. Fue ahí como que decidí tomarme más en serio la idea de hacer música, así que nos empezamos a juntar seguido, yo le mostraba temas, él me decía que podía aportar… es decir, todo lo que pasa en una banda.
Luego lo llamamos a Luciano (Lucho) Natali con quien nos entendimos muy bien desde el principio. Lo conocí en el Coro Nonino de la UNVM, que dirige Cristina Gallo, nos hicimos muy amigos. Tocamos en Córdoba y le pedí a Lucho y Fausto que preparamos los temas de vuelta… pero sentimos que nos faltaba algo, así que convocamos a Renata Bonamici para que tocara el cello con nosotros. El show salió tan bien que decidimos hacerlo en Villa María, pegamos buena onda. Así quedó armada la banda y comenzaron a salir shows y empezamos a prever lo del disco.

-¿Considerás que la promoción del disco y los videos ayudó mucho?
-Tuvimos mucha suerte, grabamos un demo en noviembre de 2009, para ir teniendo algún registro de lo que teníamos. Lo subimos a internet y me escribió un productor de Buenos Aires que estaba interesado en trabajar con nosotros. Era muy de película lo que nos estaba ocurriendo. Pasó el tiempo y queríamos grabar de nuevo ese material. Fuimos a Buenos Aires, y nos encontramos con Horacio Nieto, que es nuestro actual manager, con él además de otras cuestiones, crecimos en la promoción. El disco lo grabamos un poco en el estudio La Púa, en el Estudio CCS, maquetamos todo en Chau Naranjo y fuimos a masterizarlo a Buenos Aires, donde han masterizado sus discos gente grosa como Charly por ejemplo. Eso fue en setiembre, a principios de noviembre ya estaba en caja y en enero en todos los Musimundo del país, el video en MTV, Quiero y Much Music. Ese video lo filmamos dos veces, fue raro porque en esa semana hicimos el arte del disco, lo mezclamos. Filmamos el video en dos días y nos fuimos con todo a Buenos Aires. Tanto Fly House y Elefante Diamante, las dos productoras con la que hemos trabajado nos han ayudado mucho, son amigos además. Han aparecido críticas en Clarín, fuimos invitados al Festival de Ciudad Emergente en Buenos Aires donde pudimos tocar… en fin, muy contento con todo esto.

-¿Cómo se las arreglan con la composición?
-Los temas son de mi autoría, por lo menos los que están hechos con Parc; luego hay otros proyectos como “Rayos láser” que en otro momento hablaremos... Cada tema ha tenido un proceso, una historia… Las canciones salen de diferente manera y por diferentes motivos. Lo que pasa casi siempre, es que me siento con la guitarra o con el piano, doy unas cuantas vueltas con alguna cosa hasta que sale una idea armónica, o progresión de acordes, eso me hace pensar una melodía, surge una parte de la letra y el tema sale de ahí… algo así sucede. Con la banda laburamos mucho. Tuvimos suerte pero no improvisamos, trabajábamos, ensayábamos bastante para tratar de hacer las cosas lo más “profesionalmente” posible.

-Uno de los sellos que los identifican es la máscara de uno de los guitarristas, ¿Quién es? ¿Cómo surgió esa idea?
-No sé quién será el de la máscara, no me lo hagas develar, ayudame a conservar el misterio (risas)... Una vez tuvimos que tocar en un espacio reducido, Reni estaba sentada pero nos restaba más lugar con el movimiento que debía hacer para tocar el cello, más nosotros… la única forma que encontramos es que un guitarrista se diera vueltas y le diera la espalda al público y por alguna razón él tenía esa máscara que se la colocó al revés, de manera tal que daba la impresión que miraba al frente. Así surgió y fue una cosa que gustó y ya quedó metida en la banda.

-¿Que es la música, para vos, Tomás?
-La música es lo que más me gusta hacer y creo que es lo mejor que hago. No me considero un pianista, ni un guitarrista. No se en que género nos podemos encasillar; sé que son canciones. Hacemos música más alternativa…

-¿Qué impresión te merece la música que se hace en la villa?
-Hay una movida que está buenísima y que sigue creciendo, y espero que genere más movida aún. Ya venir a tocar a Mundo es todo un logro, este pub ya se mueve en los ambientes de bandas de Buenos Aires por ejemplo. Sí creo que hay pocos lugares y que cada uno tiene su público.
La UNVM ha traído mucha gente que quiere hacer y generar cosas, todos los fines de semana hay propuestas para ir, es una movida muy diferente que la que hay en Córdoba. Yo me fui de la Capital, casi teniendo que pagar para tocar covers en un bar. Por suerte, eso se está abriendo y ya hay lugares que pagan bien. Recuerdo que cuando fui a Mundo me quedé impresionado no sólo porque las bandas no tocaban covers, sino que hacían temas de ellos y ¡el público se sabía las letras! No podía creer que pasara acá y en Córdoba no pasara. Con la experiencia que vamos adquiriendo hemos notado que si vos hacés covers la gente no te va a ver. No es tan extremo así como lo digo, pero esa es la tendencia.

-¿Quién es Tomás Ferrero?
-Tomás Ferrero es una persona optimista, que le gusta mucho todo lo que esté relacionado con la música sea cual fuere el ámbito, disfruta de la música en general, todo tiene algo para apreciar. A Tomás le gusta hacer, crear; todos los días quiere tener algo hecho… un dibujo, una canción o algo. Obviamente que salen mejores cosas si estás inspirado pero tenés que sentarte para que algo salga. No hay forma de que surjan las cosas así nomás, hay que intentar hacer, ensayar, y muchas veces hay que empezar desde la experimentación.

-Parafraseando el título del disco, ¿se podría decir que Tomás Ferrero es feliz?
-Sí, soy feliz. Estoy contento con el "camino" que he hecho y estoy contento porque sé lo mucho que me falta por hacer. He encontrado personas maravillosas que me ayudan mucho a crecer como músico y con eso no puedo estar más que agradecido.



Y desde esos ojos de celeste profundo nos agradece el espacio que hoy le brindamos, quizás no sabe él que quienes estamos agradecidos somos nosotros, los que podemos deleitarnos con esta nueva propuesta de músicos locales, que desde la amistad, el profesionalismo y las ganas de apostar por la música, nos alimentan el alma y hacen que nuestro paso por la vida sea un poco más feliz.




PARC es:

Tomás Ferrero: Voz, Guitarras, Piano, Batería, Coros.

Luciano Natali: Guitarras, Coros.

Ren Bonamici: Cello.

Fausto Vercellino: Guitarras.
                                                            
ARTE: Tomás Ferrero (www.flickr.com/algolindo)
FOTOGRAFÍAS: Iván Pierotti (http://www.ivanpierotti.com.ar) y Beltrán Saluzzio.


CONTACTO:
WEB: http://www.parcparc.com.ar
FACEBOOK: http://www.facebook.com/parcsitio
TWITTER: http://www.twitter.com/tomasferrero
MYSPACE: http://www.myspace.com/parcsitio
SOUNDCLOUD: http://www.soundcloud.com/parc
E-MAIL: maildeparc@gmail.com
 

PARC - FELIZ (CD 2010)
01- NUBE
02- FELIZ
03- TORNADO
04- VIAJAR
05- CUATRO MINUTOS
06- FUGITIVO

GENTIL IRREVERENCIA DISCOS
http://www.gentilirreverencia.com





FELIZ

Justo hoy,
Me sobra una sonrisa.
Justo hoy,
No se me olvida ir.
Todo mal.

Justo hoy,
Que no quiero aprender.
Justo hoy,
Que no quiero creer.
Todo mal, o todo bien...

Si me canso,               
Prefiero hacerlo así.
No conozco una persona más feliz.



* - * - * -* - * - * - * - * -


FUGITIVO

Soy un hombre
Fugitivo,
Ya soy parte
Del camino.
Si me escapo,
Soy el mismo
Aunque tenga
Que volver a arrancar.

Equipaje
Necesario,
Nada más
Que lo elemental.
Este suelo
Ya he pisado,
Sólo vuelvo
Para olvidar

Fechas precisas,
Nombres hermosos
Y lo que pueda llegar a perder.
Y no recuerdo,                   
Dónde voy.

Mil Destinos
Solitarios,
Son con los
Que cuento hasta acá.
Son mis piernas
Los motores
Que me dejan
Caminar.

Días enteros,
Sin direcciones
Y muchas veces
El rumbo cambiar,
Y no recuerdo
Dónde voy.



* - * - * -* - * - * - * - * -


EL REZO DIARIO

Amo al extraño,
Sueño al inmortal.
Soy conforme a la multiplicidad.
El brazo ausente, un poco de paz.
La noche fría que camina atrás.

Mato el ave,
El tiro final.
Espero ansioso la herida plural.
Sangro sangre de la piel real,
Pasa el tiempo de lo que vendrá.

Te doy un beso, ojalá
Pueda besarte algún día
Te beso por si no te puedo besar.

El rezo diario el designo impar,
viene a contarme y viene a confirmar
Estamos solos, añorando así
Lo que termina y lo que llega a su fin.




(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 04 de setiembre de 2011.-

sábado, 3 de septiembre de 2011

Gustavo Caleri. Oficio de librero

Entrevista
GUSTAVO CALERI
Oficio de Librero



Había nacido en Luca, pero se trasladó con su Familia cuando daba sus primeros pasos en la escolaridad. En esta ciudad en la que creció y estableció, fue el lugar donde hace cuatro años logró cumplir su sueño: el de ser librero.
Tiene 42 años y es el propietario junto a su hermana, de una de las librerías más importantes de la ciudad: “Libre Libro”. Y en esas dos palabras que juegan entre sí, por su semejanza gráfica y completud semántica, está la esencia de este lugar que hoy visitamos. Gustavo es arquitecto y se dedicó al ofició con todo su esfuerzo y tiempo desde que se recibió. De manera paulatina, el ejercicio de la profesión le fue dando grandes satisfacciones, pero a su vez otros aspectos de su vida le restaban de manera inversa. El esfuerzo era cada vez mayor, el estrés que aumentaba y el tiempo para su vida disminuía.
La lectura siempre fue su pasión, le encantan los libros y fue quizás el hecho de darse cuenta que no había leído ni un solo ejemplar en todo un año, le hizo replantearse las cosas. Necesitaba tiempo, para leer, para otras actividades, para vivir. Mientras nos acomodamos en un pequeño living que tiene en su local de Mitre y Mendoza nos dice, “el tiempo una de las cosas que nos pertenece y que muchas veces no le damos importancia; pero es una de las posesiones más importantes que tenemos y hay que saberlo invertir. Entonces… yo lo invertía mal, porque sólo trabajaba y no lo invertía en las cosas que me daban placer. Entonces decidí parar la pelota, y ahí se me metió en la cabeza la idea de tener una librería.”


“Siempre he leído, las librerías eran mi debilidad, siempre que iba a algún lado no dejaba pasar por las librerías. El ejercicio de la profesión no me satisfacía espiritualmente, pero si lo hacía económicamente; de esa manera, me permitió ahorrar un poco de dinero y me decidí”. Gustavo no tenía idea del negocio, sólo un gran deseo de poseer ese lugar en el que se concentra toda la cultura en ese objeto tan preciado que es el libro. Si bien siempre imaginó su librería, fue durante parte de 2006 y 2007 que la idea frecuentaba cotidianamente sus pensamientos. Todo transcurrió igual, hasta que se topó con el elemento que lo impulsaría de lleno a concretar su sueño: el lugar. En un día cualquiera, Gustavo Caleri transitaba las calles de la ciudad y se encontró con que una antigua casona que se alquilaba. Era el lugar que imaginaba, en un lugar tranquilo, en una esquina, una casa en la que se respiraba un aire particular. Así fue como en agosto de 2007 iniciaba su negocio en dos habitaciones de esta casa, que se fue agrandando cada vez más y pronto ofrecerá más espacios para compartir cultura.


-¿Cómo fue ese inicio, recibiste colaboración de alguien?
-Mi hermana andaba con ganas de iniciar algo y se suma al emprendimiento como socia, que fue una suerte, ya que me hacía falta alguien que me ayude en el tema administrativo, y ella junto a mi cuñado que es analista de sistemas, me ayudaron. La librería es eso… es manejar un montón de editoriales y un montón de artículos, que si no tenés claro eso se te genera un desorden. Arrancamos en 2007 sin tener idea del negocio y sin muchas expectativas, porque cada uno de nosotros teníamos nuestro trabajo entonces era como un hobby. Fuimos sumando, como en “Casa Tomada” de Cortázar, y apropiándonos de los lugares del inmueble y en cuatro años hemos crecido bastante.

-¿Cómo conseguiste los libros?
-Fui a la Feria del Libro de Buenos Aires en abril de 2007 como público general. La semana anterior, en la feria, había jornadas para libreros, estaban las editoriales con los vendedores…; pero cuando yo fui estaban las promotoras, me dieron tarjetas, mande mails, pero obviamente, nadie me contestó. Luego con mi cuñado nos fuimos a Buenos Aires a visitar editoriales, pero la gran mayoría no nos atendió.
Empezamos comprando algunos títulos, y fue como una cadena, antes de abrir hablamos con Alberto Mateo, que está en Cadena 3, quien el es vendedor de Planeta, Signar… él nos dio un buen pantallazo de lo que es el mundo del libro, nos consignó algunas editoriales chicas y nos presentó algunos vendedores y esos nos trajeron otros.
Los primeros meses fueron duros por el tema de lidiar con editoriales, hasta que podés conseguir cuenta, es todo un riesgo, si comprás libros y no los vendés te quedan en el stock. A veces había un título que compraste poco y se vende mucho y perdiste de vender o todo lo contrario. Saber qué comprar y cuándo es una de las tareas de este oficio.

-El hecho de montar la librería fuera del centro, ¿Qué cosas implicó?
-Fue una apuesta instalarla de este lado del centro, ésta es la parte más antigua de la ciudad, vos cruzás la vía y es más tranquilo. No está encajonado como el centro, me parecía que este movimiento más calmo ayudaba a la librería. Fundamentalmente la casa me decidió. Los negocios siempre cambiaron mucho en esta cuadra, algunos vecinos me decían que en este lugar no funcionan. La esquina es importante y el hecho de tener colegios cerca como el Bianco o el Rivadavia ayuda. La librería se surte mucho de libros escolares todo el año, hay una fuerte venta escolar.

-¿Cómo ves el presente del libro?
-El negocio nos fue llevando a enfrascarnos cada vez más en esto, me insume mucho tiempo y me gusta mucho más que lo otro. Anda bien, la cuestión escolar, la promoción de la lectura no sólo de primaria sino la secundaria suma a las ventas, pero no es sólo por eso. En la Feria del Libro se dan los datos cuantitativos de los libros impresos en el año y sorprende ver que se viene rompiendo el record, hoy en día son casi 23.000 novedades por año. El tema del libro está teniendo un resurgimiento, el mundo del libro está pasando por un buen momento. Más allá de que con Internet no se lea igual que antes; pero comparado con los ‘90 se lee mucho más.

-Ya que lo mencionás ¿qué opinión te merecen los libros electrónicos?
-El libro electrónico tarde o temprano va a modificar los hábitos de lectura, pero hoy en día no miden la aguja; quizás los nativos digitales opten por esa tecnología más adelante. El tema del libro es que se demora el mismo tiempo para leer hoy, en papel o digital, que hace 500 años atrás. Hoy en día la paciencia para leer se va perdiendo más, con el tema de la velocidad, con Internet y las tecnologías. Ser lector o no serlo, es algo que viene con uno. Te gusta leer o no te gusta. Se nace con esa pasión.


-¿Cómo ves el desarrollo de las editoriales locales, regionales y provinciales?
-La prueba de que el libro goza de buena salud es que hay muchas editoriales nuevas en la provincia. Es un reflejo. Si lo hay es por algo, que haya muchos que intenten emprender una editorial, significa de algún modo que hay un circuito donde se consume. Hay un movimiento y escritores también, no sólo los que estaban, sino que hay nuevos, creo que en las grandes ciudades pasa lo mismo.
La venta de los libros locales son un poco más complicados, en Villa María hay una gran tradición poética, pero la poesía no vende, ni local, ni provincial, ni nacional… es así. La poesía la consumen los poetas y no todos los poetas, es muy selecta. Es una lectura que no a todos les llega. Hay que sentarse a leer poesía, cada frase tiene todo un laburo y tiene un trasfondo que no podés leer de corrido. Exige mucha más paciencia que la narrativa.

-¿Cuáles son los géneros más consumidos?
-Lo que más tenemos, son de narrativa y ficción, tenemos un amplio stock y de buenas cosas, tenemos un mayor público de ese tipo de libro. Es lo que vendemos más. También la autoayuda se vende, ensayos históricos, libro de política, ensayo… además tenemos público de la universidad.

-Hemos venido a visitarte en un momento especial, estás por inaugurar un café ¿qué nos puedes adelantar al respecto?
-La idea es tener un espacio, donde se pueda tomar un café, leer diario y luego del cierre de librería, que sea un lugar de expresión de la literatura local y provincial. Hay muchos tipos talentosos y que no tienen un lugar donde expresarse concretamente. Queremos que ese espacio sirva para ciclos de lectura, o presentar un libro y recibir a los escritores consagrados, como María Teresa Andruetto, que ya nos visitó una vez. Claro está que esto es una librería, tenemos 14.000 libros en exposición, el café es un anexo.


El café y la literatura siempre han ido de la mano, es un lugar de encuentro, de reunión, de inspiración; un espacio tradicional en el que se han escrito parte de lo que solemos llamar literatura argentina. Es por ello que celebramos este crecimiento, de un proyecto privado que apuesta por la lectura. Por que los libros nos ayudan a crecer como sociedad, nos hacen mejores personas, nos hacen, en definitiva, más libres.



(*) Publicado en ninguna parte... 03 de setiembre de 2011.-

Victor Almeyda. Pescador de Acapulco

Una charla con
VÍCTOR ALMEYDA
Pescador de Acapulco


En nuestras ediciones pasadas pudimos dar cuenta como el Ballet Centenario de Isla Verde nos representó como país en las tierras de Zacatecas. Fue una semana intensa de presentaciones que dejaron la huella argentina en el país hermano de México.
Después de tan agitada semana, nos tomamos unos días para conocer algunos de los lugares para el descanso y el disfrute de un verano que se hace sentir con todo su poderío. Viajamos a Acapulco, kilómetros y kilómetros de rutas en perfecto estado hacen que el traslado y el recorrido de grandes extensiones se haga ameno y tranquilo. Aquí, donde la playa es el principal atractivo del lugar decidimos hacer una nota diferente, una nota de color. Queríamos una charla con algún personaje distinto para cerrar nuestra estadía en tierras mexicanas, alguien que nos cuente cómo es su vida en ese lugar en donde el calor está presente los 365 días del año.
Recorremos la playa de un lado a otro. Caminamos descalzos cerca del agua, que en su irregular vaivén nos moja los pies y alivia el calor reinante. Desde una punta lo vemos. Está bajo una de las sombrillas, allí sentado, con su gorrita, su remera de un negro ya desgastado por el tiempo y su bermuda multicolor. Nos llama la atención desde lejos. Él es Víctor Almeyda, es un pescador retirado. Uno de esos personajes que solo se encuentran en lugares como este. Todas las mañanas se adentra en el mar para conseguir lo que será su alimento y el producto que ofrecerá a los turistas que visitan las hermosas playas de Acapulco.
Nos acercamos a él y le consultamos que tiene para vender. Desde un balde saca uno a uno los ostiones que consiguió, los abre con su cuchillo y deposita en el plato el interior del animal. Lo saludamos y nos regala una sonrisa. Le pedimos sentarnos con él y que nos ofrezca su producto.


MANJAR NATURAL
Mientras disfrutamos de la sombra, el sol cae muy fuerte en la playa y convierte la arena en brasas. Lo miramos y le preguntamos a que se dedica. Sonriendo nos dice que es “jubilado retirado”; que fue pescador y que en cierta forma lo sigue haciendo porque es lo que le gusta.
De frente tenemos el mar, el inmenso mar que se nos regala con brilloso día, el ruido de las olas que llegan blancas a la orilla, hacen del deleite de los niños y los bañistas que disfrutan de la jornada. Hablamos con Víctor como si nos conociéramos desde toda la vida y se ríe por cada cosa que decimos. Detrás de él descansa transversalmente su nave, una canoa toda despintada y astillada. Es allí donde él, como mucho de otros pescadores, duermen por la noche “hasta que los rayos de sol me despiertan”.
Víctor nació en la Isla Progreso y vivió siempre en Acapulco. “Aquí tuve mi primera mujer… y también la segunda”; aunque vive solo: “vivo solo / siempre así / siempre libre y solitario”, nos canta y larga una carcajada.
Tiene dos hijos, uno de ellos está en el Jardín Azteca y nos señala para un costado como si nosotros supiésemos donde queda ese lugar; el otro está detrás de él; luego lo piensa y agrega que en Chiapas tiene dos hijos más. "Corre mi sangre por Chiapas, jajaja...". Mientras continúa la charla, sigue preparando nuestra comida, que ostenta al decirnos que es todo natural.
Víctor bucea a pulmón, sin aparatos, sin equipos, infla su pecho de oxígeno y se zambulle en las aguas claras de la costa para recoger su ración diaria de conchas, almejas y moluscos, los que luego venderá bajo la sombra de la sombrilla.


COCINA POCO CONVENCIONAL
El pescador continúa su tarea, acerca un remo gastadísimo y apoya un extremo en uno de los botes y el otro sobre la mesa. La paleta la usa al mejor estilo tabla de cualquier chef del lugar. Allí corta el pimiento en rebanadas iguales y luego las pica. Hace lo propio con la cebolla. Como no tiene salsa, nos pide que lo aguardemos y corre tras uno de los negocios cercanos al lugar y vuelve con la botellita de salsa picante “Búfalo”.
Nos pregunta de dónde somos, le decimos que de la Argentina y nos responde de que aquí "hay mucho Carlos Charly, mucho señor Brown, mucha disco" y se ríe mucho. Cuando lo hace muestra sus dientes y la cara oscura se le arruga por momentos.
Nos cuenta que estuvo trabajando en un lugar de comidas, pero como no quiso aprender lo dejó. "Ya mis tiempos pasaron", asegura. “Ya mi vida se va / la muerte me llama / y no quiero morir / alejado de ti…” canta y vuelve reírse.
Para este momento la comida ya está lista, así que tomamos la cuchilla con la que preparó el plato, cargamos una considerable porción y degustamos los ostiones. "¿Te gusta?" Nos dice. Le respondemos que está bueno y seguidamente le damos un gran trago a la cerveza, que ayuda a contrarrestar el picante. “Te iba a dar una cucharita, pero te hiciste el rústico" (risas).
Víctor nació en 1960 y pesca desde siempre, pero no lo hace con red sino con cuerda, “me gusta que me zamarreen, que me tiren los nervios”.
Nos cuenta un tanto penoso que se les dificulta un poco la tarea de pesca porque no tienen una embarcación acondicionada, pero eso no le impide levantarse todas las mañanas e irse a una de las costas que vemos a un kilómetro aproximadamente de donde estamos. Víctor hace sus búsquedas bajo el mar, como está ahora ni los buzos se quieren meter nos dice, “hay que conocer el agua”. El viento también sopla y suma dificultades para hacer este tipo de tareas.
Cuando le preguntamos cómo se llama el plato que nos hicimos preparar nos dice que son “ostiones a la caribú”; que no es un nombre establecido, sino que es uno que él mismo lo denominó así.
Se ríe todo el tiempo. Habla como mexicano pero a su vez tiene un tono que hasta los mismos lugareños se sorprenden. Le preguntamos cómo está la seguridad del lugar y nos dice que un poco difícil porque los narcos están “chingando” hasta los taxistas. Una de las razones por la que este lugar ha perdido una considerable convocatoria es justamente por el tema de la seguridad. “La política brother, es brava…” nos resume.


PANORÁMICAS
Las temperaturas de los días en los que transcurrimos en Acapulco oscilaron entre los 40 grados y un poco menos cuando llueve. La playa es un desfile de vendedores ambulantes que nos ofrecen los productos más disimiles: desde llaveros, ropa, comida, nos rentan sus motos acuáticas, un viaje en parapente, o en gomones, hasta música interpretada por dos niños que rascan una lata de arvejas como si fuese un güiro y hacen un cantito para pedir una colaboración. Las embarcaciones surcan el mar de manera armoniosa. El agua es cálida, de día y de noche, invita a pasarse un largo rato metido dentro de ella. La sal se hace sentir en los ojos y de los labios, pero la permanencia en el agua acostumbra nuestros sentidos. Si miramos a nuestros costados podemos observar que a un extremo de la playa se encuentra el puesto de la Prefectura Naval y para el otro la playa pública se extiende por toda la bahía con los colores de la sombrilla marcando un caminito imaginario.


LA DESPEDIDA
La charla va llegando a su fin. Hemos compartido un momento diferente con Víctor Almeyda un pescador del lugar que ha vivido toda su vida del mar. Le pagamos por el plato que consumimos y nos saludamos muy gratamente. Él espera que volvamos y preguntemos por él en el mismo lugar.
Nos retiramos para darnos los últimos chapuzones en este día de verano intenso en las playas de Acapulco. Pronto nos espera el viaje de retorno a la Villa, a volver a la cotidianeidad, a las responsabilidades... a nuestra vida.



(*) Publicado en ninguna parte... 03 de setiembre de 2011.-