Darío Falconi
Los libros del Sudeste hacia todos los puntos del mapa
Desde hace 3 años, el periodista y escritor nacido en Río Tercero dirige “El Mensú Ediciones”, un sello local que lleva publicados más de 50 títulos entre narrativa, poesía y ensayo. Aunque se especializa en literaturas producidas en Villa María y la zona, el emprendimiento editorial de Falconi busca ampliarse hacia el país y el exterior.
No es tarea fácil sostener una editorial independiente en la Villa María del Siglo XXI. Hay que competir en precio y calidad con los muy buenos sellos locales en permanente crecimiento (como Eduvim, por ejemplo) o con las numerosas casas que existen en Córdoba y que van desde las más clásicas a las más “undergrounds”. Hay que proponer a los autores, además, una buena distribución, organizar presentaciones de libros, entrevistas radiales o gráficas además de armar, poco a poco, un catálogo de calidad. Y sobre todas las cosas, lo que no hay que hacer jamás es bajar los brazos, para que mediante una fabulosa alquimia del optimismo pese más un “sí” que noventa y nueve “no”. Y bien, contra todos los pronósticos de mal tiempo para este tipo de emprendimientos, contra todos los anuncios de lluvia y piedra para quienes llevan adelante esta cruzada más cercana al romanticismo que a los negocios, Darío Falconi y su esposa Priscila han decidido enfrentar la tormenta. Y así, en poco más de tres años de incansable labor independiente, pueden presumir de haber editado más de 50 títulos, entre los que se cuentan varias antologías de poesía y narrativa nacional junto a una fabulosa edición, la de “En la atmósfera”, una novela inédita del escritor riojano Daniel Moyano (1930-1992). Y sobre todas las cosas, lo que Darío y Priscila pueden mostrar con orgulloso, es el incipiente catálogo de autores de la región y de las dos Villas que, poco a poco, se va volviendo poema imprescindible, selección de autores muy poco difundidos que en un futuro habrá que buscar en las solapas del Mensú como a jugadores de un dream team evanescente, casi intangible, pero de un gran peso para las letras del Tercero Abajo.
EL EDITOR EN TIEMPOS DE FACEBOOK
-¿Cómo te decidiste a fundar una editorial en tiempos donde lo digital le gana al papel?
-Fue lo que me imaginé para satisfacer la necesidad de amigos que escribían y así poder publicar sus trabajos. Porque a pesar del reino de lo digital, la mayoría de los escritores siempre eligen el libro de papel.
-¿Y cuál fue tu primera publicación?
-En realidad fue una publicación que se dio en simultáneo con dos poemarios de Villa María; “Brumario”, de Fernando de Zárate y “El hilo que sostiene”, de Susana Zazzetti. Fueron ellos quienes me confiaron sus producciones para que yo me iniciara como editor. Después, sólo fue cuestión de seguir.
-Sin embargo, antes del Mensú ya habías hecho algún intento de edición…
-Sí. Fue en 2007 y a ese intento que vos decís, lo podría llamar “proto-editorial”. Experimentamos una edición casera de “Escrito en la tempestad” de Fernando de Zárate, con buenos resultados. Pero en lo personal, no me terminaban de convencer algunos detalles. Quería mejorarlo. Entonces decidí interiorizarme en el aspecto editorial, capacitándome en el manejo de software profesional. Y así fue como terminé (o empecé) inaugurando una editorial. Después me diplomé en la Universidad Católica de Córdoba en Gestión Editorial y eso me enriqueció muchísimo.
-¿Por qué “El Mensú”?
-Tiene que ver con unos personajes muy recurrentes en la obra de Horacio Quiroga (1878-1937), que son los tareferos de Misiones, Corrientes y Paraguay, los que trabajaban de sol a sol y cobraban “el mensual”. Es simplemente una manera de recordar a esos hombres, a ese lugar fantástico que es la selva misionera y al gran escritor uruguayo-argentino que cautivó mis primeras lecturas.
-¿Cómo definirías el perfil de la editorial?
-El Mensú es, ante todo, una editorial independiente, un proyecto personal que busca ofrecer un espacio para que los escritores de la región puedan ver materializadas sus producciones literarias.
-¿De qué hablamos cuando hablamos de “editorial independiente”?
-De un grupo minúsculo de personas con funciones polivalentes. En este caso, además de ser el nexo entre el escritor y el público, el editor es quien diseña, corrige, diagrama las tapas y promociona las publicaciones en la prensa o en las redes sociales. Las grandes editoriales poseen personal para cada una de los procesos. Por suerte, mi esposa Priscila me ayuda en todo. Y también mi amigo Robinson Ríos, que me diseñó varias portadas.
-¿Cuál es el desafío conceptual en los libros que publican?
-Tratamos de asegurar la pluralidad de ideas en un mundo regido por grandes grupos editoriales, esos que generalmente se interesan sólo lo que es realmente redituable en términos económicos. Los editores independientes, casi siempre nadamos en contra de la corriente, exponemos nuestro patrimonio personal para editar y trabajamos sin noción de horario. Es un trabajo duro y nadie te asegura que te vaya a ir bien. Pero al mismo tiempo es apasionante y trasciende el mero interés económico. Muchas veces estás feliz con editar algo que te gusta y no perder plata, o al menos no perder tanta.
-¿Y cuál es la realidad editorial de Villa María?
-La ciudad siempre tuvo una buena producción editorial, potenciada en la última década. Recuerdo haber hecho hace unos años un relevamiento sobre los libros publicados en Villa María y Villa Nueva, y me sorprendí al ver la cantidad de títulos que existían. Sin embargo, muchos de ellos eran artesanales o descuidaban ciertos aspectos formales que son exigidos por la Cámara Argentina del Libro para que esa edición sea considerada, aquí y en el mundo, como libro.
-¿Cómo se contactan con vos los escritores que quieren publicar en tu sello?
-A través de los títulos. Nos buscan por Facebook, Twitter o el blog y nos contactan. Pero también lo hacen por conocidos o por recomendación de otros escritores que conocen nuestros libros o han trabajo con nosotros. Y esto último es lo más gratificante.
-¿Y cuál es el número de la tirada por cada título?
-Las tiradas dependen de lo que deseen los autores. Partimos de un mínimo de 50 ejemplares hasta los que sean necesarios. Si se dan las condiciones conviene hacer unos 300 libros, porque es entonces cuando se abaratan los costos y el trabajo rinde.
-¿Y la distribución?
-Los libros se distribuyen en las librerías de la ciudad pero la gran mayoría están expuestos en una tienda virtual que poseemos. En ese espacio, el comprador elije los libros de nuestro catálogo y se lo enviamos a domicilio. Hemos tenido la suerte de vender a distintas localidades y hasta otros países. Obviamente, el momento de mayor venta se realiza cuando el libro se presenta, ese es el instante clave para vender los libros, y eso los escritores lo saben muy bien.
BANDADA DE LIBROS VOLADOS DESDE LA VILLA AL CIELO DEL PLANETA
-A juzgar por el catálogo de autores publicados, hacés mucho hincapié en la literatura local y regional. ¿Es el perfil que querés para tu sello o te gustaría ampliar tus horizontes?
-Con este perfil nacimos, por eso seguimos apostando por la literatura que se produce en “el interior del interior”. Pero no queremos quedarnos sólo aquí. La idea es sumar a más autores, vivan donde vivan. Si bien los primeros autores que publicamos fueron de Villa María, muy pronto llegamos a la región: Pozo del Molle, Oliva, Brinkmann. También a Córdoba y Buenos Aires. Ahora estamos editando títulos para autores que viven en Israel y Estados Unidos. Uno tiene el deseo de crecer tanto como se pueda, aunque sin apoyo se hace difícil. De todas maneras, lo importante es continuar, no detenerse.
-Pero en cierta forma, tu deseo de expandirte se vio recompensado: publicaste una novela inédita de Daniel Moyano, uno de los autores argentinos más importantes del último medio siglo…
-Sí, y esa novela es nuestro orgullo. Daniel Moyano siempre fue uno de los escritores argentinos que más admiré. Y eso me motivó a intentar un contacto con la familia en mis tiempos de periodista. Logré entrevistar a su hijo para EL DIARIO en 2005; quien me pasó un material valiosísimo que aún conservo. Cuando apareció en escena “El Mensú”, retomé el contacto con él para ver si podía publicar algún material inédito. Y así fue como recibí “En la atmósfera”. Recientemente pude concretar ese sueño y esta joyita ya se consigue en todas las librerías del país.
-¿Y qué balance hacés de estos mil días tuyos como editor, desde marzo de 2010?
-A nivel literario, podría decir que estoy satisfecho. Tenemos en nuestro catálogo una variedad de títulos y autores que nos enorgullece. Es muy importante haber publicado los primeros libros de autores regionales. Este hecho puede parece menor, pero para nosotros es un privilegio y también un desafío. Realizamos todas las gestiones posibles para lograr un producto bello y de calidad.
-¿Y lo consiguen?
-A veces sí, pero no es fácil. En la Argentina de hoy se publican más de 30.000 libros por año. Y es todo un logro hacer que los lectores se interesen por un libro publicado en “el interior del interior” contra una novedad de los autores marketineros del momento. Pero como te digo, seguimos. Y eso es lo que importa.
Iván Wielikosielek
Publicado en El Diario del Centro del País, domingo 14 de Julio de 2013