domingo, 25 de julio de 2004

Laura Borga

EN LA TIERRA DE LAURA BORGA
“Sapere de dove veniamo per consere dove andiamo”
(saber de donde venimos para conocer a donde vamos).

A más de un año de la desaparición física de la escritora Laura Borga recordamos humildemente la vida de esta villamariense (por adopción), dedicada a la educación y la cultura.
Teresa Laura Borga nació en la ciudad cordobesa de La Palestina en 1934. En esta colonia de abuelos inmigrantes piemonteses, vivirá con su familia hasta los diez años; momento en que se trasladarán a Villa María (VM), lugar que no abandonó hasta sus últimos días.
Se desempeñó como docente por un lapso de treinta y cinco años, dictando clases en VM, pero también en Embalse y Tío Pujio.
En el tiempo que se dedicó a la docencia también escribió, un testimonio de su hija Andrea a EL DIARIO (03/05/2003) así lo confirma; pero, la actividad literaria/histórica de LB floreció y dio sus frutos a partir de su jubilación. Al pasar a la clase “pasiva” de la sociedad, su actividad investigativa y escrituraria se acrecentó de manera cuantitativa y cualitativa.
Por su importante actividad, obtuvo distintos premios y reconocimientos en concursos de narrativa y poesía, tanto en Argentina como a nivel internacional, de los que podemos mencionar: el 1er premio en el concurso de poemas ilustrados (1990) con la “Ventana centenaria”; el 1er premio en el 10o concorso internazionale di letteratura “L’ Amicizia” (La amistad) (2001) en Milán, Italia con la poesía “Io sono quel che...” (Yo soy aquel que...); fue premiada por el Consejo Deliberante local, quien la condecoró con un diploma en reconocimiento por su labor nacional e internacional (2001); obtuvo además, el galardón Bamba en el rubro literatura en nuestra ciudad (2001); entre otras distinciones de no menor importancia.
En lo que respecta a su actividad institucional, fue miembro de la S[ociedad] A[rgentina] D[e] E[scritores] filial VM desde 1988, compuso la Comisión Directiva y ofició de secretaria; integró la Subcomisión de Cultura de la Familia Piemontesa de esta ciudad; formó parte del Instituto Belgraniano; del Centro de Ex-alumnos del Instituto San Antonio y de la Junta Municipal de Historia; fue socia del Centro de Estudios Piemonteses de Torino, Italia; entre otros.
LB estuvo casada con Heriberto Pronello, del cual se separaría hace ya más de tres décadas; esta fue una herida muy profunda de cicatriz muy lenta, un dolor que quizás supo canalizar muy bien en su tarea intelectual.
SU LEGADO
Las publicaciones más importantes de LB son:
El Padre Gottardi (1993) Texto basado en el moseñor Pedro Ramón Gottardi, quien ejerció su actividad en la iglesia Catedral; además de ser su docente.
La Palestina Centenaria (setiembre de 1994) Homenaje por los 100 años de la fundación de La Palestina, lugar donde nació y no olvidó nunca, a pesar de dejar esa tierra en su infancia.
Piemonte - Argentina, un descubrimiento (junio de 1999) Trabajo declarado de Interés Cultural por Córdoba, debido a su profunda investigación sobre el proceso migratorio en los siglos XVIII y XIX. Fue presentado en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).
En la Tierra de Promisión (junio de 2002) Último libro dedicado a los argentinos que se van, en una época dura en este país. Narra la[s] historia[s] de los inmigrantes italianos en Santa Fe y Córdoba, con predominio de nuestra zona. El mismo fue presentado en la UNVM el 14/06/2002. Este acto contó con la presencia de Efraín Bischoff, Ciudadano Ilustre de Córdoba y reconcocido historiador, que no sólo prologó el libro, sino que lo presentó. Esta publicación recibió el comentario de nada menos que de Félix Luna, el cual figura en la contratapa. Al acto no le faltó nada: historiadores de lujo, canzonetas, presentación del libro, bombones y firma de ejemplares.
Es preciso recalcar que. los dos primeros libros fueron traducidos en 1994 y 1996 al francés y al italiano, y prologados por Dolly Pagany.

HASTA LUEGO, HASTA SIEMPRE
A fines del 2002 LB se sentía desganada y estos fueron los primeros síntomas de un trastorno cerebral que se presentó. Algunos lo atribuyeron al síndrome de Creutzfeldt-Jacob (o enfermedad de “la vaca loca”); a lo que la familia desmintió en un artículo de LA VOZ DEL INTERIOR (06/05/2003), indicando que se trataba de una encefalopatía espongiforme. Estas dos enfermedades presentan síntomas similares, pero aunque hubiese padecido tal o cual mal, lo cierto es que LB comenzó el 2003 con falta de ánimo, pérdida de equilibrio y otras dificultades, la que luego la obligarían a internarse.
Para este tiempo LB visitó a Josefina y Francisco, dos de sus nietos en Buenos Aires. Poco después fue internada en una clínica de San Isidro y puesta en terapia intensiva, hasta que un paro cardiorespiratorio puso fin a su vida a la 01:30 hs. del viernes 02/05/2003.
Un mes después de la despedida de Edith Vera; los villamarieses deben despedir a LB en sus jóvenes sesenta y nueve años.
Su partida dejó pendientes trabajos poéticos como de investigación en historia y genealogía familiar, de los cuales ya nos estabamos acostumbrando; específicamente se trataban de historias de la madre Gabriela Moscoso, el profesor Juan Rocchi y Sebastián “Parín” Valfré. Desde éstas humildes líneas, nuestro cálido recuerdo.
(El autor agradece a Rosita Rodríguez los aportes necesarios para la realización de ésyta nota).

Bibliografía
Desmienten que escritora haya muerto por el mal de “la vaca loca”; en: La Voz del Interior: 06 de mayo de 2003.
El Diario. 5 de mayo de 2003
Homenaje a Laura Borga; en: El Diario. jueves 25 de marzo de 2004
Historia de la literatura de Villa María 1882-1990. Fernández Núñez, Olga; Calvo Bernardino S.; Pagany, Dolly. Masters, 1991.
Lacchiarella: 10o concorso internazionale di letteratura e premiazione del miglior notiziario di gruppo per l’anno 2000; en http://www.anamilano.it/veci_bocia_ott_2001/lacchiarella.htm. fecha de visita 15/04/2003.
Lo presentará en la UNVM el 14; en: El Diario. 04 de junio de 2002.
Se hallaba en San Isidro, “despidiéndose” de sus nietos; en: El Diario 03 de mayo de 2003.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 25 de julio de 2004.-

domingo, 4 de julio de 2004

Yasunari Kawabata y Yukio Mishima - Correspondecia 1945-1970

Yasunari Kawabata y Yukio Mishima
Correspondencia 1945-1970

De respetuosa y profunda podría calificarse esta amistad entre dos maestros de la literatura japonesa del siglo pasado.
Este puñado de piezas que abarcan 25 años y que ascienden a noventa y tres; entre cartas, postales, notas dejadas bajo la puerta cuando –en muchas oportunidades– no se encontraba alguno de los destinatarios; conforman un corpus muy importante para estudiar a estas dos figuras a cara descubierta.
Yasunari Kawabata nació en Osaka el 11/06/1899, huérfano desde niño, vivió con sus abuelos hasta sus 15 años (16 según la tradición japonesa), momento en que la muerte de toda su familia lo dejó absolutamente solo. Fue un escritor más que prolífico, quizás no alcanzaría este espacio para enumerar su producción escrituraria que abarca, artículos en revistas y diarios, prólogos, libros de cuentos y novelas; en fin, más de 12.000 páginas. Algunas de las obras más difundidas son “La bailarina de Izu” (1926-53), “País de nieve” (1935-48), “El maestro de go” (1951-52), “Lo bello y lo triste” (1961-65), entre otras. Fue mundialmente reconocido y traducido a otros idiomas; además de ser el primer japonés en recibir el premio Nobel de Literatura en 1968. El 16/04/1972 YK se encerró en una habitación llena de gas para dejar este mundo.
Kimitake Hiraoka, más conocido como Yukio Mishima, nació en Tokyo en 1925 en el seno de una familia de samuráis. Estudio y se graduó en Derecho en la Universidad Imperial de Tokyo en 1947. Fue también prolífico en la actividad literaria, publicando innumerables textos críticos, novelas, obras de teatro, participando como actor de cine, etc. Algunos de sus textos más elogiados son “Confesiones de una máscara” (1949), “El tumulto de las olas” (1954), “El pabellón de oro” (1956), “El marino que perdió la Gracia del mar”(1963), “Nieve de primavera”(1966), “Caballos desbocados”(1968). Fue propuesto tres veces para el premio Nobel de Literatura. El 25/11/1970 junto a cuatro compañeros del Tate no kai (Sociedad del Escudo, la milicia privada fundada por YM) se sentó en el suelo y se hizo un corte abdominal conocido con el nombre del ritual harakiri, luego un compañero cortó con su sufrimiento decapitándolo de un golpe en seco.
El inicio del intercambio epistolar se inicia el 8/3/45, una época en donde los yankis sembraban bombas en Japón, “Tokyo no es más que un campo en ruinas y, ante el recrudecimiento del frío, los ciruelos de la capital, apenas en flor, ya se marchitan, perdiendo poco a poco su frescura anunciadora de la primavera. (16/3/45)” Varias de las cartas que se enviaron fueron verificadas por el ejército de ocupación norteamericano, y una vez aprobado por el control de censura, se las selló y se procedió a entregarlas a su destinatario final. En muchas de ellas podremos observar como ambos escritores se envían los borradores de sus próximas publicaciones; se consultaban mutuamente y se solicitaban sugerencias para mejorarlos. También se podrá apreciar la manera en que cada uno trabajaba, como por ejemplo, los viajes que realizaban y las personas con quienes hablaban para recabar información que luego volcarían en esos escritos. La admiración de YM por su maestro se plasma en frases como “Pero yo a usted lo pongo infinitamente por encima [de Hori Tatsuo, traductor y novelista], porque en su obra, la carne, las sensaciones, el espíritu, el instinto, todo lo que pertenece al dominio físico y espiritual se combina en un sutil acorde mudo, como el cielo azul con las nubes que lo matizan” (15/4/46).
Asombra el respeto con que se comunicaban, abundan las fórmulas de cortesía, se hacían obsequios, invitaciones a la presentación de tal o cual obra, o a viajar a algún país. En varias ocasiones YM solicitará disculpas a su mentor por los comentarios sobre obras de YK que realizaba en revistas literarias de la época “Le ruego me disculpe por mi comentario sobre su obra que apareció en la colección Shinchô Bunko; no es más que un tendal de frases huecas” (22/7/50). A este pedido YK responderá “(...) leí su comentario sobre La bailarina de Izu. ¿Cómo explicarle mi gratitud por las palabras exageradas, tan elogiosas, que dedica a este libro que no lo merece? (24/7/50)”. Encontraremos además, al contrario de lo que se pueda pensar, fragmentos que no tienen nada que envidiar a los textos literarios, ejemplo de ello “Por encima del cráter, el cielo está tan encendido como en el crepúsculo, y cada vez que la tierra truena, se ven brotar bloques de lava candente, que forman verdaderas olas: su cresta de fuego se rompe en fragmentos de roca, que se lanzan hacia el cielo como copos de espuma (9/5/50)”.
Cabe destacar que en ninguna de las cartas aquí presentadas, se mencionan ideas sobre los futuros suicidios de los literatos; pero el fragmento de YM que sigue es en cierto modo profético: “Digo cosas cada vez más tontas, que seguramente le harán sonreír, pero de lo que tengo miedo no es de la muerte, sino de qué será del honor de mi familia después de mi muerte. Si alguna vez me sucediera algo, supongo que el mundo lo aprovecharía para sacar sus dientes, marcar mis menores defectos y hacer trizas mi reputación. Esto me da igual que si se burlaran de mí estando vivo, pero la idea de que se rían de mis hijos después de mi muerte me resulta insoportable. Seguramente usted es la única persona que puede preservarlos de esto, así pues se lo entrego completamente para el futuro”(4/8/69). El 24/01/1971 YK presidió la ceremonia de las exequias públicas de su amigo y fue el momento donde leyó esta carta. Es dable preguntarse porque el joven escritor (45 años) le escribió esto a su colega (72 años), cuando en realidad YK estaba más cerca de la muerte.
Para finalizar, hacemos nuestras las palabras de Diane de Margerie, que aparece en el prefacio “De este modo, con la recopilación completa de esta correspondencia, asistimos al progresivo descubrimiento de Kawabata por su discípulo y a la construcción del talento de Mishima, con su voluntad, su narcisismo, su vanidad, el orgullo que le hace desear escribir un cuento magnífico como nadie lo haya hecho” y su nostalgia “por los grandes y magníficos saurios de los tiempos remotos.”
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 04 de julio de 2004.-