Iván Ferreyra presentará este viernes su nueva novela “El Hombre Que Ganaba Por Cansancio”. El viernes a las 20 en William & The Monkey el escritor cordobés socializará su nueva publicación enmarcada en el realismo sucio cordobés.
Dicen de Iván Ferreyra tantas cosas que ya no podemos creer en nada. Se cuenta por allí que nació en La Carlota en 1972, que fue gerente de una whisquería y vendedor de cestos de basura y lapiceras. Algunos lo describen como un mentiroso escritor de horóscopos y portero de edificios; sin embargo Ferreyra tiene algunos méritos destacables: es el director de la revista socio-cultural “Recovecos”, desde 1998 hasta la fecha, columnista cultural de La Mañana de Córdoba y colaborador de EL DIARIO, es director editorial de www.poesia.com.ar y publicó su primer libro titulado “El resentimiento” allá por 2005, piedra fundacional de una de las editoriales cordobesas más prometedoras (Recovecos).
Este viernes a las 20 en el recientemente inaugurado pub William & The Monkey (Mitre y Entre Ríos), Ferreyra presentará su nuevo libro, producto de lo que se denomina realismo sucio. Agustín Di Toffino dialogará con él sobre esta producción editorial que parece no encajar en la categoría de “libro serio”. Con esa premisa, lo encaramos a su autor y esto nos contestó:
-En la "Antiadvertencia" se dice que este texto no hay que tomárselo en serio, porque sólo es un libro, ¿hay algún libro que pueda tomarse en serio?
-Este es un libro que advierte al lector acerca de lo que enfrentará. Un libro de historias, a veces con nombres propios. Una advertencia preventiva, sólo para evitar absurdas interpretaciones. Es sólo un libro, nada más que eso. Es mi visión del mundo en un momento histórico, lo que me pasaba en ese instante. Siempre es mejor evitar sentirse mal.
-La secuela de “El resentimiento” demoró un tiempo más que considerable en salir a la calle, ¿a qué se debió?
-La demora se debió a los distintos cursos que toma mi vida. Soy una especie de nómade desesperado, deambulando buscando su oasis. La novela necesitaba oxigenarse, y lo logró. Así que salió cuando estaba lista. Demasiados programas de rehabilitación ayudaron. Los médicos dijeron que saldría adelante y la novela salió a la luz.
-¿Por qué la gente debería comprar y sobre todo leer tu libro?
-No es bueno decirles a las personas que deberían hacer con su dinero. Menos que lo derrochen en este libro. Cómanse un asado con mucho vino que vale mucho más. Este es un libro que se lee con sólo salir a la calle, mirar al borracho, al muerto de hambre, al que miente, al político, al travestí. Se construye con el olor a asado y con la transpiración del que termina de coger.
-¿Cuál/es historia/s encierra “El hombre que ganaba por cansancio”?
-Las historias que bordean una ciudad que se consume en suciedad. Un mundo posmoderno que gana el que tiene más, el que pisa al discapacitado, que inventa noticias para meter la mugre debajo de la alfombra, que cada cuál tiene su vaso de pus en la mesa de luz con su póster del artista de la semana. Es la historia que domina este libro. El trajinar de un transeúnte temporario rodeado de mujeres que se llevaron su piel.
-¿Tiene futuro el realismo en Córdoba? ¿Hay que seguir intentando hasta “ganar por cansancio”?
-El que construye este tipo de realismo considera que no hay futuro, es muy punk. Veo las crestas cuarteteras revelándose contra todo lo establecido y creo en la belleza de los que rompen reglas. Busco la belleza debajo de los ladrillos de donde huyen los insectos de los sapos. Hay que escribir para sacarse el olor de encima.
-Te doy el espacio para que seas vos quien invite a la presentación.
-Este viernes nos juntaremos a charlar, tomaremos cerveza en este bar, quizás, miraremos un video corto con un toque de realidad... Lo único que puedo garantizar que nos divertiremos. Yo no concibo nada sin la diversión. Si no se ríen les daré un abrazo a cada uno.
Dicen de Iván Ferreyra tantas cosas que ya no podemos creer en nada. Se cuenta por allí que nació en La Carlota en 1972, que fue gerente de una whisquería y vendedor de cestos de basura y lapiceras. Algunos lo describen como un mentiroso escritor de horóscopos y portero de edificios; sin embargo Ferreyra tiene algunos méritos destacables: es el director de la revista socio-cultural “Recovecos”, desde 1998 hasta la fecha, columnista cultural de La Mañana de Córdoba y colaborador de EL DIARIO, es director editorial de www.poesia.com.ar y publicó su primer libro titulado “El resentimiento” allá por 2005, piedra fundacional de una de las editoriales cordobesas más prometedoras (Recovecos).
Este viernes a las 20 en el recientemente inaugurado pub William & The Monkey (Mitre y Entre Ríos), Ferreyra presentará su nuevo libro, producto de lo que se denomina realismo sucio. Agustín Di Toffino dialogará con él sobre esta producción editorial que parece no encajar en la categoría de “libro serio”. Con esa premisa, lo encaramos a su autor y esto nos contestó:
-En la "Antiadvertencia" se dice que este texto no hay que tomárselo en serio, porque sólo es un libro, ¿hay algún libro que pueda tomarse en serio?
-Este es un libro que advierte al lector acerca de lo que enfrentará. Un libro de historias, a veces con nombres propios. Una advertencia preventiva, sólo para evitar absurdas interpretaciones. Es sólo un libro, nada más que eso. Es mi visión del mundo en un momento histórico, lo que me pasaba en ese instante. Siempre es mejor evitar sentirse mal.
-La secuela de “El resentimiento” demoró un tiempo más que considerable en salir a la calle, ¿a qué se debió?
-La demora se debió a los distintos cursos que toma mi vida. Soy una especie de nómade desesperado, deambulando buscando su oasis. La novela necesitaba oxigenarse, y lo logró. Así que salió cuando estaba lista. Demasiados programas de rehabilitación ayudaron. Los médicos dijeron que saldría adelante y la novela salió a la luz.
-¿Por qué la gente debería comprar y sobre todo leer tu libro?
-No es bueno decirles a las personas que deberían hacer con su dinero. Menos que lo derrochen en este libro. Cómanse un asado con mucho vino que vale mucho más. Este es un libro que se lee con sólo salir a la calle, mirar al borracho, al muerto de hambre, al que miente, al político, al travestí. Se construye con el olor a asado y con la transpiración del que termina de coger.
-¿Cuál/es historia/s encierra “El hombre que ganaba por cansancio”?
-Las historias que bordean una ciudad que se consume en suciedad. Un mundo posmoderno que gana el que tiene más, el que pisa al discapacitado, que inventa noticias para meter la mugre debajo de la alfombra, que cada cuál tiene su vaso de pus en la mesa de luz con su póster del artista de la semana. Es la historia que domina este libro. El trajinar de un transeúnte temporario rodeado de mujeres que se llevaron su piel.
-¿Tiene futuro el realismo en Córdoba? ¿Hay que seguir intentando hasta “ganar por cansancio”?
-El que construye este tipo de realismo considera que no hay futuro, es muy punk. Veo las crestas cuarteteras revelándose contra todo lo establecido y creo en la belleza de los que rompen reglas. Busco la belleza debajo de los ladrillos de donde huyen los insectos de los sapos. Hay que escribir para sacarse el olor de encima.
-Te doy el espacio para que seas vos quien invite a la presentación.
-Este viernes nos juntaremos a charlar, tomaremos cerveza en este bar, quizás, miraremos un video corto con un toque de realidad... Lo único que puedo garantizar que nos divertiremos. Yo no concibo nada sin la diversión. Si no se ríen les daré un abrazo a cada uno.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el jueves 29 de noviembre de 2007.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario