domingo, 2 de abril de 2006

Malvinas 24 años






MALVINAS
24 años



Memoria, guerra, injusticia; son algunas de las palabras que se repiten cada año en esta época. Es que nuestra Argentina sigue sangrando por la[s] herida[s] y estos 24 años en conmemoración de Malvinas no es la excepción. Como siempre ha sido es el pueblo el que tiene que pagar por los errores de sus dirigentes y ahora la guerra que aparentemente duró dos meses y medio, todavía se lleva a cabo, aunque ahora lo hace en otros planos.
Es una guerra que continúa, porque los que tuvieron la suerte de volver, deben seguir peleándola, día tras día, por encontrar ese lugar al que alguna vez pertenecieron. Quizás y casi me atrevería a asegurar es la peor de las luchas, porque es la que persiste y golpea parejito; hay que ser muy fuerte y sentirse por sobre todo contenido; los excombatientes tienen que intentar salirse de ese camino sinuoso que los lleva al peor de los destinos.
Sergio Serangeli, un villamariense que para ese entonces tenía 19 años, integraba el Batallón de Infantería Marina Nº 5 de Río Grande (Tierra del Fuego). En esta edición, decidió utilizar nuestro espacio para contarnos como los ve la sociedad en la actualidad, como quisiera que los vieran y principalmente realizar un reclamo que se viene postergando año tras años, durante casi un cuarto de siglo, nos referimos a cuidado y atención psicológica. Estas tristes situaciones pasan a ser constantes en aquellos jóvenes del ‘82 que inspiraron libros y películas como la que más adelante Elizabeth Elizagaray nos comenta.
También les presentamos una carta inédita de Serangeli a su familia y telegramas donde se deja constancia la recuperación del soldado y su estado de salud el día de la vuelta a casa.
La ilustración de la página corresponde a algunos de los monumentos que conforman el Museo Nacional de Malvinas (www.museomalvinas.com.ar), que tenemos el orgullo de tenerlo muy cerca. Pero no sólo en Oliva existen estos espacios para la memoria, y así no existiesen la cuestión es no olvidar y saber que nuestros seres queridos lucharon justamente por una causa injusta. Terminamos esta introducción con una frase de José Pablo Feinmann extraído de LA GUERRA Y LA GLORIA (incluido en ESCRITOS IMPRUDENTES); los jóvenes fueron parte de “un proyecto antidemocrático, bélico-político, que buscó limpiar con una ‘guerra limpia’ los horrores de una ‘guerra sucia’”.







LA LUCHA CONTINÚA
Opinión del ex-combatiente Sergio Serangeli


Esta fecha es muy especial para nosotros, aún más porque no nos sentimos “héroes”; una gran parte de la sociedad no te ve de esa manera sino más bien como “víctima”.
En esa guerra que fue agarrada de los pelos, en un principio todo el mundo estuvo de acuerdo; pero cuando después se pierde, nadie había aprobado nada. El 10 de abril Galtieri salió a la plaza y estaban reunidas allí 300.000 personas, vivándolo; a los 20 días se generó un gran problema porque ese dirigente pasó a ser un borracho con un montón de calificativos anexos.
Recuerdo cuando volvimos, que tenías como que esconderte o no decir que eras ex-combatiente. Estos últimos años el reconocimiento es un poco mejor, pero es muy especial porque uno quisiera estar no como héroe, pero sí como que ha servido para algo. El año pasado salió un decreto [1086/2005] del gobierno que nos incluyen como “víctimas del terrorismo de estado”. En realidad nosotros no éramos ni militares, ni civiles porque estábamos bajo bandera por un servicio militar obligatorio.
Hacía diez meses que estaba haciendo el servicio militar, era de la clase ’62, gracias a Dios yo tenía cierta preparación; el mayor de los problemas lo tenían los chicos de clase ’63 que hacía dos meses que estaban en el servicio.
Ya de vuelta, no tuvimos contención de entrada en ninguno de los casos; actualmente nos han dado una pensión, pero lo que más nos interesa es tener un apoyo psicológico para tratamientos específicos. Tenemos el PAMI para la parte clínica, pero no nos cubre nuestra mayor necesidad: la parte psicológica.
Hasta estos días se suicidaron 430 personas aproximadamente por lo que se denomina “estrés postraumático de guerra”; en las Islas Malvinas murieron cerca de 350 soldados, más los 323 del buque Belgrano, hacen un total de 649. En la mayoría de los casos es por ese estrés demorado, por ello nuestro reclamo para que exista una política de estado que contemple este tipo de situaciones.







Malvinas, 14 de mayo de 1982.


Querida familia:
Les escribo estas líneas, para hacerlos saber que estoy muy bien y no se preocupen porque estoy bien; seguro que pronto volveremos al batallón, luego a casa.
Aquí en las Malvinas está el Sergio de la Dolly, pero yo no lo ví. Ayer estube con Carlos Goya y con el gordo Salvatori, están muy bien.
Te cuento que nos atienden muy bien y pese a todo lo que pasa estamos contentos.
Hay que rogar a Dios para que todo esto se arregle por la paz y que nuestros gobernantes se pongan de acuerdo.
Yo aquí rezo todos los días y tengo un rosario que me regaló un padre capellán, pero no sé como se reza.
Yo les pido que me escriban con la dirección del batallón, porque aquí llegan todas las cartas.
También te cuento que el pueblo es muy lindo y se puede andar con tranquilidad.
Bueno, sin nada más que contarles los saludo cariñosamente y espero que se encuentren todos muy bien.
Saludos a los abuelos, a los parientes y amigos.
Besos y cariños a mami, papi, Jorge y Fito.



Sergio
Hasta pronto.


(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 02 de abril de 2006.-