domingo, 26 de agosto de 2012

Pablo Barone Muñoz. Tres años de Marlene Club


Entrevista
PABLO BARONE MUÑOZ

TRES AÑOS DE







El redoblante empieza a sonar progresivamente creando un clima de expectación. La luz ilumina a los músicos. Sobre la pared blanca y negra de “animal print” se recorta la figura del anfitrión de la noche. Su boca roja y sus ojos resaltados con un verde brillante, destacan su cara. De sombrero, corbata y pantalón con tirantes él nos da la bienvenida. La banda suena al ritmo de “Wilkommen” y entre versos Pier, presentará con gran entusiasmo a las coperas y coperos que harán que este viernes sea una noche especial. Los aplausos y los comentarios en el oído del compañero seguro que no faltarán.
Están todos bienvenidos a “Marlene Club”, un lugar donde todo puede pasar. En la Alemania de los años ’30 este reducto abre las puertas para disfrutar de una noche en la que seremos testigos y partícipes de la vida de todos. Nos enteraremos del camino que ha tomado cada uno y como la noche esconde entre sus sombras, algunos aspectos poco revelados.
“Marlene club” es la obra que “El Ecléctico Teatro” estrenará por última vez este viernes, antes de salir de gira por la región. Comenzó como un proyecto más y la repuesta fue tal, que ya llevan tres años en escena, más de 30 funciones y 900 personas que han podido disfrutar del espectáculo. Habrá música, monólogos, color, interacción, bebidas y la recreación de un ambiente diferente.
Antes de la última función nos acercamos al ensayo del grupo para conversar con su director y escritor de la obra, Pablo Barone Muñoz.


Texto de Darío Falconi
Fotos de Pablo Costantino Felipe
y Ecléctico Teatro
eldiariocultutra@gmail.com


Pablo ha pasado parte de su vida yendo de Buenos Aires a Villa María, como análogamente Charly García lo haría de la cama al living. Y en cada regreso que ha tenido se ha ido sorprendiendo como ha crecido la actividad teatral en la ciudad. En una de sus vueltas su intención fue hacer una obra y tratar de repetirla, alimentarla en cada función y perfeccionarla cada vez un poco más. No está de acuerdo con la idea de crear obras para llenar un teatro Verdi y luego seguir con otra cosa; en ese sentido a la hora de elegir, prefiere continuidad ante masividad.
Dice mientras fuma un cigarro, que se plantearon hacer ocho funciones “y terminamos haciendo tres años de función; la obra ha cambiado un montón desde ese principio a ahora. Este año nos ha tocado una temporada divina porque hemos llenado a full, hemos hecho 32 en total y 12 con la que cerramos este próximo viernes y luego nos vamos de gira. Tuvimos ese plan de llevar la obra, pero nos funcionó en Villa María.”

-Es todo un tema salir de gira, porque supongo que no están “bancados” por nadie.
-No, es más, vos verás que tenemos un montón de cosas ahora, pero empezamos sin nada. Con el dinero que generamos vamos comprando, recién este año tuvimos el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. Nos costó, somos independientes y le ponemos el pecho.

-¿Qué es Marlene Club?
-Concretamente es un cabaret de 1930. Es interesante porque tuvimos que volver a esa época, encontrar el movimiento que había, el movimiento físico además, porque los cuerpos se movían de otra manera, la sexualidad era otra; si bien era una época libre en Alemania, la llegada del Nazismo estaba ahí presente. Cuando vos entrás a la función hay a un cabaret, no hay butacas, hay mesas, sillas, la gente toma algo y vivís una noche diferente. Ahí desfilan una serie de personajes que están todos trabajando (las coperas, los chicos). Es una obra que dura dos horas, pero se pasa rápido, cada personaje tiene su momento íntimo donde cuenta su verdad.

-¿Por qué la apuesta a un cabaret?
-Revisábamos hace mucho con Valeria Plovanich la revisar revista porteña. Queríamos ver qué vuelta le podíamos dar e inevitablemente caímos en el cabaret. Después empezamos a ver cabaret francés, vino una fotógrafa a hacernos una propuesta de performance fotográfica. Con los chicos del taller de formación de actores estábamos investigando el tema y yo le dije “mirá, bueno vemos de proponérselos a los chicos y vemos qué sale”. Finalmente dijimos que sólo hacer las fotos no nos convencía, preferíamos crear algo y así se armó y nos gustó la propuesta. Estuvo muy interesante la investigación porque hubo que meterse en otra historia que no era Argentina, que no hemos vivido, otra época, otro lugar, si bien en acá nosotros vivimos cosas tremendas, investigar el judaísmo, la persecución, el arte de la época… nos enganchamos. Yo había leído hace mucho el libro “Adiós Berlín” de Christopher Isherwood y después había visto la película de la vida del autor. Nos motivamos, así que fue sentarse a escribir y hacer y en tres meses comenzamos. Pensábamos que íbamos a hacer 8 funciones y nos superó.

-Y después fueron limando algunos detalles…
-El tema de la repetición te da la posibilidad de pulir, que no te quedes con el nervio del primer estreno sino que hay que venir todos los días y ponerle el pecho a la obra.

-¿En esto de repetir la obra, cuánto de improvisación tenés?
-Empezamos improvisando antes, una vez que pulimos ya no se improvisa, ya la cosa se ha quedado marcada. Con mi personaje, el maestro de ceremonias, tengo muchos momentos solos donde puedo improvisar algo, pero no mucho más. Nos conocemos con los chicos, entonces por ahí sale alguna cosa nueva, hay secretos que nos divierten mucho y que funcionan mucho con el público.

-¿La gente participa de alguna forma?
-Yo charlo con la gente. Es toda una situación… hay gente que te responde y gente que se quiere morir cuando te acercás, pero salen chochos. Esta cosa de tener al actor parado a tu lado te cambia la visión del teatro. Vos entrás a ver un cabaret, pero la acción no pasará solo en el escenario. La gente se sienta a las mesas, charlan con vos, y siempre hay alguna interacción con el público. La propuesta del grupo de teatro “El Ecléctico” es más alternativo, trabajar en otros espacios, poder investigar que el escenario no sea solamente el de la caja italiana. Se trata de que la gente pueda ver teatro en otros lugares, que es muy interesante.

-¿Siempre han trabajando en el Club Sarmiento?
-No, con Vale Plovanich, Marcela Zárate y yo venimos de armar “El Estilóbato” en la calle Tucumán. En ese ínterin me vuelvo a Buenos Aires y cuando se mudan acá es cuando yo vengo y empezamos armar y estrenamos “Marlene Club” en la calle San Juan durante un año y luego nos trasladamos acá. Acá era otro espacio, lo poquito que teníamos de producción, lo teníamos armado para un espacio diferente, había que volver a adaptarse. Acá estamos chochos, nos está yendo muy bien. En este trayecto nos tocó hacer una función en la Medioteca. El espectáculo es muy íntimo, no es para mucha gente, pero cuando salimos había 180 personas. Estuvo buenísimo y fue interesante, pero creo que en ese espacio la “intimidad” se perdió un poco.

-¿Notaste en los últimos años que el teatro allá crecido en la ciudad?
-Me sorprendió que cuando yo vuelvo de Buenos Aires, había crecido mucho. Se hablaba de teatro, había muchos grupos y todos intentamos hacer funciones. Creo que de a poco se va formando esto de que sea otra alternativa además del cine, muestras de pintura y otros espectáculos; está bueno que esté la posibilidad de ir al teatro porque está la propuesta. Lo bueno es que todos los grupos estamos cobrando entradas y la gente la paga, que eso es interesante, porque venimos de una cultura del teatro gratis.
Estoy feliz con eso, puede haber cosas que te gusten o no, pero hay. A todos les va bien, hay gente que va a ver teatro villamariense y eso es valorable. Creo que la UNVM ayudó en eso, ha venido mucha gente más joven, que sale, que va, que viene con otras ideas. Ver mucha gente haciendo cosas me encantó. Se está valorizando la formación también, venimos de una época de los actores que se animaban, ahora hay muchos que estudian. Es posible armar algo y llamar a alguien que participe y te ahorrás un laburazo. Hay un grupo de gente grande muy interesante que trabajan con Alicia Muxó, que está bueno, porque el actor no es como un deporte que llegás a cierta edad y fundió. Acá trabajás de cero a 99 años, siempre hay papeles para todos.

-El teatro es la representación de la vida misma, ¿qué es para vos, entonces, el teatro?
-El teatro es un juego. Siempre les digo a la gente con la que trabajo, el teatro es volver a jugar. Recuperar ese juego de niños, es creerte la gran mentira y hacérsela creer a los demás. Nosotros les estamos mintiendo, les estamos haciendo creer que somos otros en otro momento y nosotros estamos jugando a “ser otros”. Cuando éramos chicos nos era más fácil jugar a las princesas o los piratas, eso lo vas perdiendo con el tiempo y ahora se trata de recuperarlo. Hay que atreverse.

-Y que además te ayuda en tu crecimiento personal, en la interrelación con las demás personas, a expresarte mejor, también.
-Totalmente, y en este juego nosotros decimos cosas, el teatro es expresión, juego, comunicación.

-Escribiste Marlene Club, ¿cómo es eso de escribir teatro?
-Es hermoso. Marlene lo hicimos así, delineamos unos personajes que yo escribí, vimos sus momentos privados y luego tratamos de cruzarlos con los demás personajes y ahí fueron naciendo las escenas. Es muy divertido escribir teatro, porque si bien tenés un abanico de posibilidades, hay que tener en cuenta que eso debe ir a un escenario. Yo todo me lo imagino así, con luces y escenario.



        Cuando las agujas del reloj marquen las diez de la noche, la puerta del cabaret Marlene estará abierta. Al cruzarla un viaje en el tiempo y espacio nos espera. Habrá una propuesta diferente: copas, luces, música, chisme, risas, aplausos y un secreto que quizás, tengamos la suerte, sea revelado.                                                          



MARLENE CLUB
Elenco


Romina Miranda
Mariana Pons
Laura Beccaría
Fernanda Laudicina
Carla Celiz
María José Sarmiento
Matías López
Ramiro Chanquía
Esteban Martínez
Rubén Heredia
Pablo Barone Muñoz

Dirección y dramaturgia: Pablo Barone Muñoz

Última función: viernes 31 de agosto 22 horas
Club Sarmiento, Buenos Aires 1150, Villa María.




(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Domingo 26 de agosto de 2012
Villa María, Córdoba, ARGENTINA.

domingo, 19 de agosto de 2012

Rubén Rüedi. Maradona, el médico de la selva

Entrevista
RUBÉN RÜEDI
MARADONA, EL MÉDICO DE LA SELVA

Rubén Rüedi está de para bienes. Sus trabajos historiográficos y literarios siguen apareciendo y aportando valiosas piezas para la bibliografía de la ciudad y la región. Mientras espera la inminente llegada de su monumental “Historia de Villa María”, acaba de publicar su libroMaradona, el médico de la selva”, que tiene como protagonista central la vida y obra del médico rural Esteban Laureano Maradona. Esta obra será presentada en nuestra ciudad el miércoles 5 de setiembre en el auditorio de la biblioteca Mariano Moreno. A partir de allí, se socializará el jueves 6 en Etruria, el viernes 7 en Las Varillas y el sábado 8 en San Francisco. Maradona fue un paradigma de la humanidad, pasó más de cincuenta años en Estanislao del Campo (Formosa) ayudando, sobre todo, a comunidades indígenas de la zona. Hombre austero, recto, intelectual, idealista, un gran ejemplo que no debemos olvidar.
El Narval Ediciones es un emprendimiento personal de Rüedi a través del cual se editan y comercializan sus libros en sociedad con una imprenta de Capital Federal. Hasta el momento son siete las obras del ex Presidente de la Junta Municipal de Historia que tiene mucho más para contarnos.

Por Darío Falconi
eldiariocultutra@gmail.com




Según se relata en este libro, Maradona era llamado por los aborígenes “Piognack”; que en lengua pilagá significa “doctor, sabio, hombre sublime”. Luego de la investigación respectiva, los viajes y las entrevistas a personas que frecuentaron a Maradona, Rüedi, logró plasmar en un pequeño volumen el mundo de este hombre para que podamos valorar su vida, obra y entrega.
Nos pareció prudente, entonces, comenzar esta nota consultándole sobre los motivos que lo llevaron a investigar sobre el médico naturista.



-¿Por qué un libro de Maradona? ¿Cuándo decidiste realizar esta empresa?
-En esto de andar hurgando historias alguna vez descubrí a Esteban Laureano Maradona. Recuerdo que fue en Cosquín, al otro día de su muerte, en enero de 1995. Allí había una representación indígena de Formosa. Con ellos me interioricé sobre quien había sido el hombre. Me conmovió su gesta y me propuse ahondar en su vida. Y no me detuve. ¿Cómo empecé? Muy simple. Busqué en la guía telefónica de Estanislao del Campo y marqué un número cualquiera. Esa persona se conmovió porque alguien de tan lejos preguntara por el “doctorcito”. Al poco tiempo viajé a ese pueblo. Recorrí los casi 1400 kilómetros con tan sólo un grabador y una máquina de fotos. Como quien se lanza a la mar en una cáscara de nuez.
Hice otro viaje, además, con dos camarógrafos para realizar un video.

-¿Qué valoración crees que hace la historia de la tarea que realizó Maradona?
-La Historia argentina tiene deudas pendientes con los héroes ignotos, con paradigmas de la humanidad que por ser de aquí, a veces, no sabemos valorar. Maradona es uno de ellos. Es propio de un pueblo al que durante dos siglos le inculcaron la autosubestimación como una manera de someterlo. Y no hay mejor estrategia de sometimiento que la propia desvalorización.

-¿Cómo fue el rastreo historiográfico? ¿Cúanto aportaron las entrevistas de sus contemporáneos?
-Me relacioné con su familia que reside en Rosario, principalmente con su sobrina nieta Dolores Maradona, quien lo acompañó hasta su último suspiro. Ella me aportó información muy valiosa. Fue fundamental el segundo viaje que hice a Formosa. Oportunidad en que pude departir con la comunidad aborigen de la colonia Juan Bautista Alberdi, de la cultura pilagá, fundada por el propio Maradona. También los aportes de quienes compartieron buena parte de su vida, como Napoleón Carvajal, el profesor Anibal Gallay y el doctor Lorenzo Boomann; fueron fundamentales para la reconstrucción de su historia. También alguien de aquí cerca que lo conoció; el profesor Américo Tissera. Pero el testimonio de los indígenas es la base del libro.

-¿Cuándo lo llevarás a Formosa y qué tenés pensado hacer allá?
-El libro va acompañado del video que registramos en los lugares donde transcurrió la historia que se narra en la obra. Donde se reflejan, también, el testimonio de los pilagá que aún habitan las entrañas de la selva formoseña. Ya tenemos programadas más de veinte presentaciones en distintos puntos del país. Incluso una en Neuquén. En noviembre lo presentaremos en Barcelona, con motivo de mi viaje a Italia para llevar el libro, versión en lengua italiana, de “Salvato, el hombre del corazón de pan”. En Formosa lo presentaremos en marzo. Y será algo muy singular. Presentaremos el libro en la escuela de la comunidad pilagá, en la selva formoseña.

Su dormitorio.
-Más allá de su conocimiento, su entrega, es sorprendente la manera en que vivió y como, teniendo varias oportunidades de mejorar su situación personal, se empeñó en continuar de la misma manera el resto de su vida. Rubén, ¿qué fue lo que más te sorprendió de la vida de este hombre?
-Quienes predican con el ejemplo son los hombres verdaderos. Los que no necesitan palmadas laudatorias o no claudican ante la vanidad. Esos pasan a la historia; no quienes se lo proponen con grandilocuencias. Maradona fue un asceta que prodigó su vida por el prójimo. Él no renunció al placer de vivir. Vivió intensamente gozando de una existencia que derrochaba bonhomía. Y esa es una manera de alcanzar la felicidad. Fue un tipo que renunció a lo prescindible, entendiendo que lo único imprescindible es el bienestar del prójimo. Porque todos somos el otro. Eso es grandeza.
Maradona fue un hombre fiel a su juramento hipocrático. Dijo: “Qué sólo los demás tengan derecho sobre mí”. Hizo de la medicina un bien social.
Cuando entré a su humilde vivienda, hoy convertida en museo y vi el camastro donde dormía, el cántaro de barro donde conservaba su agua fresca, su ropa sencilla colgada de un perchero, sin ropero alguno; cuando escuché una voz indígena diciendo “El doctor quería mucho a nosotros los indios. Maradona muy bueno con nosotros”, entendí que estaba frente a un compromiso de vida. Y en la vida los compromisos se asumen con pasión o se dejan de lado. Yo decidí asumirlo.

-¿Cuántos Padre Hugo... cuántos Maradona... cúanta gente así haría falta hoy, verdad?
-No se repiten. Salvato fue único. No habrá otro igual. Su vida es conmovedora. Aún hoy sigue siendo un fresco manantial ante tanta mediocridad humana. Esteban Laureano Maradona, con su vida increíble, su altruismo, fue único. No habrá otro igual. Pero hay muchos padres Hugo y muchos Maradona anónimos. Para eso estamos nosotros, los que hacemos historia, literatura, para exhumarlos del olvido y reconstituirlos como espejos donde se refleje una sociedad con valores.

-Teniendo en cuenta que has publicado 17 libros, ¿qué sentís al ver aparecer otro libro de tu autoría?
-Entusiasmo, ganas, pasión, compromiso, desvelo, y una forma de vivir que conlleva el despojo. Despojarse de lo que no es trascendente, de la literatura banal, del exitismo, de la historia copiada, repetida. Para que quede… No uno, que es “sólo humo que se disipa en el espacio”, como dijo Maradona, sino tanto tiempo de entrega. Este derrotero que traza la propia esencia y que va hacia las costas del futuro. El aporte para una sociedad mejor, digamos.
Este trabajo es un acto de amor. Y sin amor, somos algo parecido a las amebas.

-Se viene la "Historia de Villa María" en tres tomos, ¿qué nos podés adelantar al respecto?
-La “Historia de Villa María” contiene una obra de casi mil páginas, divididas en tres tomos. Es un esfuerzo personal que hoy, viéndolo salir a la luz, me llena de orgullo. Trabajé quince años en esto. ¡Una eternidad!... Casi todos los días. Le puse el alma. Y ya está. Cuenta nuestro pasado desde las profundidades. Desde la llegada de los primeros cazadores recolectores que arribaron a estas tierras hace milenios, hasta el año 2000. Investigué desde la arqueología, la antropología, la paleontología, la historia política y social, hasta la historia oral. Los tres tomos de La Historia de Villa María se presentarán en la escuela José Bianco el 28 de setiembre. Dicen que para un autor, el libro es un hijo… Esta obra es mi madre, mi padre, mis abuelos. Todos ellos algo dejaron en esta bendita ciudad. Yo quiero dejar este trabajo.


Rubén Rüedi continúa rescatando del olvido a personas que desde su humilde lugar han logrado mucho por los demás, ya lo hizo con el libro del Padre Hugo Salvato, ahora lo hace con el doctor Esteban Laureano Maradona, le sigue una imponente Historia de Villa María que será uno de los mayores legados que le deje a esta ciudad que está próxima a cumplir 145 años.
Hombre de tesón de hierro sigue “hurgando” las historias de personas con un alto compromiso social. Mediante su estilizado uso de la palabra, el escritor e historiador local, atrapa en cada relato que narra. “Maradona, el médico de la selva”, es un pequeño libro que vale la pena tener en nuestra biblioteca, logra combinar lo biográfico, lo periodístico, con una rica prosa literariamente, a la que Rüedi ya nos tiene acostumbrados.


Rubén Rüedi, en la casa que vivió Maradona.


(*) Publicado en EL DIARIO del Cetro del País
Domingo 19 de agosto de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina

domingo, 12 de agosto de 2012

Juan Pablo Amante. Artista de Varieté


Una charla con
JUAN PABLO AMANTE
Artista de Varieté



Después de subir las escaleras, entramos a su departamento. La puerta se corre y nuestra visión se llena de objetos, de adornos que conviven en el living de su hogar. Las pinturas, algunas antigüedades, una biblioteca acompañada de cómodos sillones, algún maniquí floreado en una esquina, fotos y tantos otros objetos delicadamente ordenados, crean una atmósfera reconfortable y estimulante.
Juan Pablo Amante, a cara lavada está ante nosotros. En sus manos, restos de pintura fresca de los preparativos de la tercera fiesta temática Bau Haus que se desarrolló el viernes pasado en un pub de la ciudad. Desde hace tiempo teníamos pendiente una charla, un encuentro, para que nos cuente sobre su persona, sus personajes y sobre el duro camino de ser un artista independiente en una ciudad del sur cordobés.
Inquieto, espontáneo, ocurrente, son algunas de las palabras con las que lo podríamos caracterizar. Un artista que se ha dedicado al trabajo independiente del teatro y que sigue produciendo, a pesar de que hace más de un año que cerrara el espacio cultural que coordinaba llamado Bau Haus. Allí había lugar para las distintas manifestaciones artísticas y ese espíritu sigue sobrevolando la ciudad, no hay espacio, pero quedaron las ganas de hacer y salir a todos los lugares a proponer cosas nuevas.
Un momento antes de irse a trabajar en un colegio secundario para adultos en la vecina ciudad de Villa Nueva, Juan Pablo, dialoga con EL DIARIO Cultura sobre todo. Lo que sigue, es un extracto de esa charla.


Por Darío Falconi
Fotos de Eduardo Ortiz Kinteros, Ivan Pierotti,
eldiariocultutra@gmail.com


Juan Pablo nació en Mendoza, pero siempre fue de Villa Nueva. Hace poco más de una década que nuestra ciudad lo cobija y aquí sería donde desarrollaría sus ideas y trazaría el camino del teatro. Nos confiesa que siempre le gustó el arte escénico, pero que antes no se animaba. Sus primeros intentos en ese sentido fueron para el “pésimos”. Pero progresivamente toda esa ebullición que sentía dentro iría encontrando su cauce. Recuerda haber participado de “La Comedia universitaria” dirigida por Alicia Muxó y fue allí donde incorporó algunos rudimentos necesarios para ir creciendo. Según sus palabras “ahí le agarré la onda, fue encontrar un punta para ver donde que ría ir.”
Sin embargo dice que aún no tiene un estilo marcado, “no tengo un estilo definido, no improviso absolutamente, muchas veces agrego cosas que voy leyendo, otras son creaciones… Si me gusta las mezclas, lo que significó los ‘Chomes and the Cull’, ahora lo hago con “Moreno y Blanca Glor” y alguna vez hicimos ‘Sussie and the Jessicos Rabbits’ con José Kalzevito. Me encanta ese juego.”

-En esto de las fusiones, de las mezclas que decís, la fotografía y últimamente el video se han complementado mucho con tu tarea.
-Toda la vida me gustó la fotografía y es un soporte que está bueno. Hoy en día nadie lo discute. Ahora se sabe que si vos no tenés algo visual no lo vendés. Siempre hago más gráficas que las necesarias. Estoy rodeado de fotógrafos y cuando estamos juntos siempre sale algo, todo es diciendo y haciendo, no me banco un año haciendo una misma obra. Un tiempo antes de cerrar Bau Haus, actuaba los jueves y domingos con distintas propuestas; pensé que no hacía nada nuevo, pero después me di cuenta de que no era así. Con unos amigos hicimos la página (http://juanpabloamante.com.ar/) y al organizar esa información que estaba distribuida en blogs y demás tomé conciencia de lo que había hecho. En Facebook vas a ver carpetas con el nombre de cada personaje, en el que encontrarás fotos con la evolución de cada uno o el cambio estético que han experimentado.

-¿De qué manera se van sucediendo estos cambios estéticos?
-La mirada del público me acompaña en la búsqueda, creo que tengo dos o tres cosas cerradas, lo demás está todo en experimentación y a diferencia de otros, que tienen un director que puede marcar cambios, yo tengo al público que le gusta lo que uno hace o no. También hay un grupito de amigos con el que a veces muestro nuevas cosas y encuentro devoluciones que me ayudan a saber por dónde voy. Todos los personajes que tengo, estos dieciséis, los pongo en continua experimentación, otras situaciones y demás, esto ayuda a la construcción del personaje y a su evolución. La elección de estos personajes tiene que ver con que me da como lástima construir un personaje para hacer una obra y después dejarlo, que se muera, no me parece. Prefiero concentrarme mucho en ellos para que les sigan pasando cosas. Tengo referentes que me gustan, Antonio Gasalla es uno, hacía Mamá Cora cuando tenía 35 años y lo sigue haciendo y es raro, se está acercando a su prototipo de vejez, que no está escrita, son búsquedas individuales.

-Siempre apostaste a crear personajes o situaciones propias, ¿cómo te sentís si debieras hacer representaciones más clásicas o estructuradas?
-Me imagino que eso me va a conflictuar en algún omento. Estoy como que hago lo que tengo ganas, hasta ahora lo puedo hacer. Es raro, no sé qué va a pasar cuando alguien me diga que no o sí. No consulto. Me animo a escribir algunas cosas pero son más esquemas y de ahí improviso. Me gusta mucho el trabajo de bar, hay veces que llegás y tenés mucha gente que verá el espectáculo y hay veces que llegás y hay diez personas y hay que comenzar igual. El trabajo de bar es diferente, porque la gente no va a verte exclusivamente, casi siempre el público no sabe qué vas a hacer y eso es estimulante.

-¿Cómo fue mantener un espacio cultural como Bau Haus? Pensándolo como espacio independiente y sobre todo con la cuestión de subsistencia económica.
-Fue algo que no esperaba y le puse todas las ganas. Hace un año que cerró como lugar físico; sin embargo se siguen haciendo producciones (como “Mecánicamente” que se realizó el viernes por la noche en Mundo Bar), las postales son un producto de Bau Haus. Quedó una entidad virtual, que sigue funcionando igual. Este año surgieron las activaciones comerciales, que fue llevar cuestiones artísticas a los comercios, fue sacar todo este movimiento y llevarlo a otros lados. Desde lo artístico es muy complicado subsistir con el arte; sin embargo el movimiento se sigue haciendo aunque no tengamos el espacio físico que teníamos.

-¿Cuál es tu impresión del desarrollo cultural en nuestra ciudad?
-Hay mucha movida en Villa María. Acá todas las semanas hay bandas que tocan y que no hacen covers, hay todo un laburo de composición, de arreglos. Hay escuelas de teatro que tienen su lugar, otros elencos que no. Ahora no han quedado galerías de arte… creo que la ciudad no está preparada para todo el movimiento que hay. Hay mucha gente que hace cosas y no tiene donde mostrarse y además hay variedad en teatro, en música, pintura… cada uno tiene con un estilo propio y eso es muy bueno.


Amante del arte en sí mismo, Juan Pablo valora a los artistas locales. Se contenta con las nuevas propuestas que semana a semana aparecen en la ciudad. Por su parte él sabe que siempre debe estar haciendo algo, su improvisación le encanta y hasta a veces le preocupa ese cierto grado de “irresponsabilidad”. Pero a pesar de que nos lo diga, él sabe, muy adentro, que la improvisación le da otro gusto a sus performances, alimenta los personajes, los desarrolla y le da ese toque que los hace tan reales como en la vida misma.





BIOGRAFÍA
por Jésica Milio



Juan Pablo Amante nació en General San Martín, provincia de Mendoza. A la corta edad de tres años, se muda con su madre a la ciudad cordobesa de Villa Nueva donde transcurrirá su niñez y parte de su adolescencia. Nómade desde sus primeros años, los recuerdos viajan desde diferentes barrios Villanovenses hasta que elige Villa María para animarse a jugar a ser actor de varieté y algo más.
Si algo caracteriza a este personaje, eso seguramente sería su espíritu reciliente y su humor fresco, los que dejaron huellas en innumerables grupos humanos, generando así un entorno de amistades que más que amigos "son familia", como dice una de ellas, compañera de su vida, además.
Siempre se sintió atraído hacia el mundo del arte, ya en la escuela primaria bailaba Breakdance al ritmo de la marcha, disfrutaba interpretando personajes de la televisión o haciendo playback de cantantes latinos de moda frente a vecinos y hermanos. Pasaba tardes ensayando nuevas coreografías.
Fue en el secundario donde encuentra un escenario ideal para poner en práctica tanto talento, desde los primeros días, será elegido por sus compañeros como el “líder” en la organización de eventos escolares, se tratara de skech , diseño de disfraces, fiestas para recaudar fondos o vender algo. 
Durante el cursado de sus estudios terciarios, fue a un taller de teatro de la mano del Lic. Carlos Pajón en el grupo de Unión y Fuerza de Villa María, buscando poner en el cuerpo la teoría, su trabajo integrador de Educación de Adultos, donde maravillado por el estrecho vínculo que existe entre el teatro y la Educación Popular, interpretó su primer monólogo y personaje de obra enmarcada en un estilo de teatro realista, experiencia que marcara una inclinación decidida en el estilo de trabajo teatral, desde aquel momento, si bien todavía no sabía bien que le gustaba, supo desde las primeras puestas en escena que lo “estructurado” no era para él.

Con aquella experiencia, decide intentar en un nuevo grupo, La Comedia Universitaria de la UNVM, donde de la mano de Alicia Muxó y sus colaboradoras Marisabel Demonte y Valeria Plovanich, se animó a más y comenzó a disfrutar de la actuación, consolidando su forma de mostrar/se con escenas de “Las Fabricantes de tortas” de Alejandro Urdapilleta.
Al cierre de la Casona Cultural, El Estilóbato, junto a otros actores y actrices conforman el Grupo independiente “KESKESE'? Artistas de Teatro y Varieté”. Paralelamente, con otro grupo de actores y músicos, crean el grupo músico- teatral “CHOME'S and de CULL”. Grupos con los que actualmente continua trabajando y creando.
Convencido de que el Teatro es más que una caja negra, con luces y majestuosas escenografías, él entiende que los hechos teatrales no necesitan de butacas y apuesta a lugares no convencionales, irrumpiendo con vestuarios desopilantes y coloridos e interpretando personajes inspirados por autores con mucho humor. Bizarro, en ocasiones irónico, y muchas veces irrumpiendo en el público donde la cuarta pared pasa a formar parte de la puesta, este actor logra reírse de sí mismo al tiempo que lleva al espectador a sentirse parte de lo que surge, generando una atmósfera de complicidad con esos personajes que ya tienen vida propia al tiempo que logra mantener la incertidumbre y sorpresa con sus inesperadas improvisaciones que lo caracterizan.
Juan Pablo Amante; amante de la impunidad que le dan sus personajes para poner en actos y palabras ese inconsciente social , eso que muchas veces no queremos escuchar, que no nos gusta ver de nosotros mismos, impunidad que tiene como producto la risa, Amante del ARTE en general, arte de hacer de lo más absurdo un objeto de mensaje, un objeto de comunicación con otros; en pocas palabras Amante de la Sublimación, Amante de las relaciones humanas coordina y produce espacios artísticos alternativos, ya sea sobre las tablas, radio, fotografías o videos, siempre dejando algo para ser recibido e interpretado.


(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Domingo 12 de agosto de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina

lunes, 6 de agosto de 2012

Mestizaje invierno: Omar Álvez y Pablo Giordano

Cerró Mestizaje
La poesía de Omar Álvez y Pablo Giordano pusieron punto final al ciclo de poesía




El pasado viernes 3 de agosto dio cierre a la tercera edición del ciclo de poesía contemporánea Mestizaje realizado en la librería villamariense Librelibro.
Para esta ocasión participaron, el poeta local Omar Álvez y el escritor varillense Pablo Giordano en la voz de Darío Falconi.
Álvez extrajo de su carpeta un abultado conjunto de poemas que a través de los años fueron evolucionando a la par del poeta. Leyó una selección arbitraria de lo que el llama "Reunión (Antología previa)", título que dará nombre a su primer poemario, que todavía espera editor. La audiencia puedo apreciar un recorrido desde los primeros escritos del fundador de la revista "La araña de carbón", hasta los más recientes. Se pudo seguir así, un sendero marcado por las huellas de un poeta que reflejaban a la vez, los pasos de un hombre.
La otra parte estuvo a cargo de Darío Falconi que se ocupó de leer los poemas de Pablo Giordano, quien por inconvenientes de último momento, no pudo asistir al encuentro con la palabra. Falconi, organizador de este ciclo, leyó la biografía del escritor de Las Varillas y ofreció a los presentes una serie de pequeñas poesías del libro "La felicidad es un Gordini". Seguidamente, y tras un largo aliento, leyó parte de un extenso poemario que se llamará "Multiversal" y que será editado próximamente por Cipés Ediciones, la editorial que publicó su gran novela "Chozas".
Tras el tradicional corte y luego del vino de camaradería, continuó la ronda de lecturas hasta el cierre definitivo de este ciclo que sigue consolidándose como un espacio diverso en el que tienen lugar todos los escritores de la región. Gustavo Caleri, responsable del lugar, se mostró satisfecho con el desarrollo del mismo y prepara para la primavera el último ciclo del año con poetas a confirmar.


Texto: Darío Falconi
Fotografía: Priscilla Hernández Robles










* Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Miércoles 8 de agosto de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina.

domingo, 5 de agosto de 2012

Lecturas de Invierno: Miguel Ángel Méndez, Leandro Nani y Cristina del Valle Bossa



LECTURAS DE INVIERNO


Este domingo decidimos ponernos al día con nuestros lectores.
El contacto con aquellos que nos siguen semana a semana nos reconforta y siempre estamos abiertos a las sugerencias, a los comentarios y a las colaboraciones. Hace varias ediciones, tenemos textos pendientes que nos enviaron a nuestra redacción y queríamos aprovechar esta ocasión para darlos a conocer.
Son tres autores de tres lugares diferentes, por un lado, los versos un escritor de Misiones, pasando por los trazos de un joven villanovense que nos ofrece uno de sus relatos, y finalmente, una cordobesa que nos muestra parte de su producción poética. Pasamos ya a concerlos:

                                                                                                              
Miguel Ángel Méndez es misionero. Desde muy joven se ha empleado en diversas actividades, sobre todo aquellos que tienen que la labor manual. Vivió en Buenos Aires muchos años y se retiró de la actividad comercial para dedicarse exclusivamente a la tarea de mecánica dental. Terminó la secundaria y su avidez para aprender lo llevó a hacer diferentes cursos en colegios para adultos. En cuanto a la escritura, fue gracias al impulso de una profesora que retomó la tarea de cuando adolescente y luego de escribir por un tiempo vieron la luz los poemarios “Retratos y vivencias” y "Atando cabos y algo más". Posteriormente sumo a esta actividad su participación en distintos festivales a los que fue convocado como orador.

Leandro Nani es un joven villanovense, estudiante del primer año de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Villa María. Es el mayor de tres hermanos y ha encontrado en la literatura un refugio en el que se siente pleno y feliz. En sus inicios escribió poesías, pero paulatinamente, se fue volcando a la narrativa, género que busca perfeccionarse con el trabajo diario de las palabras. En esta ocasión les ofrecemos uno de los tres relatos que nos acercara, “Miradas”, al igual que la mayoría de sus cuentos, este texto aborda temas sociales encarnados en adolescentes.

Cristina del Valle Bossa es de Oliva, pero hace ya varios años vive en la capital cordobesa. Es historiadora, abogada y escribana retirada. Sus textos le cantan al amor y a sus colores, las tonalidades vivas que tienen que ver con el goce, la esperanza y la felicidad; pero también a las tonalidades grises representadas por poemas del desencuentro, el abandono, la mentira. De una nutrida producción que nos enviara a la redacción seleccionamos para compartir con ustedes “La estocada” y “Ayer”.

Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com


COSTANERA DE POSADAS
Miguel Ángel Méndez


Costanera de Posadas gris anaconda dormida,
Yo lo miro desde arriba a tus calles en bajadas,
Que despeñan en cascadas acariciando el peñón,
Mirando está Encarnación tus mañanas embrujadas.

Agrestes pliegues se muestran negras rocas milenarias,
Un árbol muestra la savia que un joven en su pasión,
Talló su tronco en honor a un amor correspondido,
Dejando un lapacho herido y una promesa de amor.

 Con vos terminaron ranchos que por casitas cambiaron,
A barrios nuevos llevaron para que luzcas bonitas,
Rocas sueltas, cortaditas que copaban el lugar,
Lo fueron a reemplazar por coquetas vereditas.

Anochecer en Posadas con mil luces encendidas,
Va tomando tu avenida un matiz muy singular,
Bellas jóvenes que van y en ese andar diligente,
Llega envolviendo a tu gente un aroma de azahar.

Aromas que se despegan de tu flora enriquecida,
Enmarcando a tu avenida con sentidos diferentes,
Nada se ve en el poniente también el sol se ha dormido,
Mientras las olas del río besan a tu piel de cemento.

Un retacito de monte que de la selva se trajo,
Quedó prendido en el bajo del romántico peñón,
Noviembre le pintó un sol a un chivato adolescente,
Un jacarandá  presente también reclamó su flor.

A tu joven estructura un cúmulo de memorias,
Navegantes con historias, de duendes, de aparecidos
Un puerto semidormido, de chimeneas ausente,
Ese clamor de tu gente y el cambio de nuestro río.

Costanera de Posadas, joven, fina y elegante,
Permitidme que te cante, que te deje mi emoción
No olvidaré en mi canción a tu histórica “bajada”
Nombraré en esta verseada también al cerro pelón.


MIRANDO LA SELVA
Miguel Ángel Méndez

En la entraña de la selva misionera
Natura con mil tonos ahí pintó,
Y en las ramas de pitangas y guayabos
A las aves un trinar distinto dió.

Vea que fácil besa el cielo ese lapacho
Que compite con el grueso guatambú,
Cuan grandioso y soberano es el quebracho,
Mientras suelta sus pompones el samu-ú.

Serpenteando va una cinta gris acero
Que se pierde en una curva o paredón,
Tal contraste forma el gris en lontananza
En la tarde cuando va cayendo el sol.

¿Qué preñéz de cosas bellas tierra mía!
Ese rojo que hasta el mundo te admiró
Ese embrujo que hasta el diablo fascinado,
En tus saltos la garganta se olvidó.

Es la selva misionera enigma puro
Que hasta encierra las vivencias del mensú,
Que en otrora por doquier su sangre esparce,
Hasta tiñe color rojo al Iguazú.

Esas ruinas, esos saltos y cascadas
Va inspirándole al poeta su pasión,
Va rasgando un lápiz negro el pentagrama,
Va naciendo una galopa, una canción.


MlRADAS
Leandro Nani

Dejó su virginidad en manos de cualquiera; sentía nauseas, mareos, dolores de cabeza. Era difícil pensar que se trataba de un dejavú de la resaca. Quizá tenía una criatura en su vientre. La invadían las dudas.
Una madrugada de invierno se levantó y marchó hacia la farmacia, sonrojándose, pidió un test de embarazo. Regresó a su casa y se encerró en el baño. Le temblaban las piernas, la hora de la verdad había llegado.
Después de unos interminables minutos, el resultado del test y la respuesta a sus dudas estaba frente a sus ojos. En ese instante se dio cuenta de que no solo seria hija, ahora también sería madre.
Desesperadamente trató de recordar aquella noche pero sus recuerdos eran muy borrosos. Los impulsos de su cuerpo y varios litros de alcohol, conspiraron para que terminara de la peor manera: sin un recuerdo claro del padre de su hijo. No pudo evitar sentirse usada, pero ya era tarde.
Desde entonces nada fue igual, las miradas no eran las mismas. Sus padres nunca la abandonaron, la acompañaron incansablemente pero ya no la miraron con ese brillo en los ojos tan particular; ya no era la nena de papá, ni la princesita de mamá. Con quince años tuvo que comenzar a ver el mundo como mujer.
A medida que pasaron los meses, la panza creció y se hizo cada vez mas difícil circular por la calle, era como salir a un campo de batalla. Las miradas de la gente eran diversas: algunas transmitían que sentían lastima por ella, otras estaban llenas de sorpresa y otras simplemente la condenaban, como si hubiese cometido el peor de los crímenes. Finalmente una tarde otoñal de Abril, nació un bebe hermoso. Lamentablemente nunca iba a saber quién era su padre.
Un día esta joven madre logró vencer su vergüenza y sus miedos y decidió regresar después de mucho tiempo a la farmacia, pero esta vez en busca de pañales. La farmacéutica, al verla, inmediatamente recordó aquella madrugada de invierno y el rostro asustado de aquella niña pidiendo un test de embarazo. La miró fijamente a los ojos y ya no vio a una niña, sino que vio a una mujer con su pequeño en brazos. Asimismo se podía ver en sus ojos la gran cantidad de sueños que dejó postergados.



LA ESTOCADA
Cristina Bossa

“No me gusta despertarte,
tal vez hombre no seré,
pero debo de decirte
que ahora me marcharé”.

Me lo dijo aquélla noche,
languidecer de mi vida,
no esperaba esa estocada,
me dejó el alma partida.

Me clavó cien mil puñales,
sangre manó por mi espalda,
manchó toda mi nobleza,
pensé: “Nadie me respalda”.

Mu hundió hondo su estilete,
mi carne rasgó en pedazos,
me levanté, tambaleante,
a recoger mis retazos.

Retazos de malherida,
del pecho un dolor profundo
aguijoneaba mi cuerpo,
como abandonando el mundo.

Me dejó en mi boca seca,
sabor amargo, cual hiel.
¡Y eso que antes libaba
de mi cántaro de miel!.

No le dije una palabra
y me erguí, enajenada.
Lo miré con tal fiereza,
palideció su mirada.

Él se quedó parado,
esperando una condena.
Y pensé: “Ya lo verás…
que yo soy tu propia cadena”.

¡Para correr tras de otra.
a mí así no se me deja!
Se tapó su boca rota,
se desató la madeja.

La madeja de mi vida,
de hilos entrelazados,
que mantuvieron, por años,
a su cuerpo bien atado.

Yo le dije: “Ya verás,
tu afrenta yo vengaré,
recogeré tu estilete
y en tu cuello lo hundiré”.

Busqué filosa tijera,
él me observó con pavor.
Preferí matarme antes,
y no morir por amor.



AYER
Cristina Bossa

Ayer quité telarañas
de mi arcón con un candado.
Ayer borré hasta tu nombre,
en mis papeles, guardado.

Ayer incendié mi historia,
cenizas que se han volado
y me arranqué de la piel,
tus labios que me han besado.

Ayer me morí a solas,
mirando cómo ardía,
con el juego de las llamas,
el pasado que volvía.

Ayer rasgué mis entrañas,
liberé mi hálito al viento,
me despojé de recuerdos
y dormí mi sentimiento.

Ayer sellé mis oídos
a palabras musitadas.
Ayer sepulté tus manos,
que me tenían atada.

Ayer regué con mi llanto
mi alma ya tan ajada
y me perdí en remembranzas,
con la mirada anegada.

Ayer, ayer, yo lo juro
me olvidé de mi memoria,
me alejé de tu leyenda,
que me llevaba a la gloria.

Ayer enterré susurros,
cegué mis ojos, perdida,
me senté al lado del fuego,
me fui quedando dormida.

Ayer cuando desperté
vi los despojos quedados,
de lo que no tuve en vida
y creí atesorado.

Ayer, ayer me di cuenta
que, amparada en mi confianza,
no pude destruir mi sino.
¡No se quema la esperanza!


Publicado en EL DIARIO del Centro del País
Domingo 5 de agosto de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina.