jueves, 1 de enero de 2004

Suicidio y Muerte: La constante de Horacio Quiroga

HORACIO QUIROGA
CONSTANTES DE SUICIDIO Y MUERTE

Un vaso con restos de sublimado de cianuro, fue sólo el sello personal que Horacio Silvestre Quiroga (HQ), dejó al abandonar este mundo.
Pareciera ser que, si uno buscase en el diccionario las palabras “suicidio literario”, en la primera entrada encontraríamos la imagen de este hombre barbado y su nombre; es que estos términos fueron una constante en su vida y la de su entorno.
HQ nació en el Salto uruguayo el 31 de diciembre de 1878. Cuarto hijo de Prudencio Quiroga, vicecónsul argentino en el Uruguay, y de Juana Petrona Forteza (Pastora). El itinerario trágico se inició cuando HQ tenía sólo dos meses y medio. La familia viajó a una chacra en San Antonio Chico, en donde su padre, luego de descender de la embarcación en la que volvía de cazar, se le disparó accidentalmente el arma (14/03/1879).
En 1891 Pastora se casó con Ascencio Barcos, el joven logró aceptar esta relación y querer a su padrastro. Éste sufrió al tiempo una hemorragia cerebral, que lo dejó inválido y afásico; HQ le sirvió de intérprete y lo ayudó en cuanto pudo. En este estado, Barcos, no permaneció mucho tiempo, ya que tomó la determinación de accionar el gatillo de una escopeta con el dedo hábil de su pie, una vez puesto el caño del arma en su boca. Luego de oír el disparo, el primero en llegar al lugar del hecho fue HQ (05/09/1896).
Cursó estudios secundarios, fundó una sociedad de ciclistas, se reunió con amigos a leer textos propios y de autores consagrados. Colaboró además en publicaciones de la época, fundó la “Revista del Salto”, viajó a París y conformó uno de los primeros cenáculos literarios del Uruguay. De la influencia ejercida por Edgar Allan Poe, confesada en su “DECÁLOGO DEL PERFECTO CUENTISTA” y en el relato “EL CRIMEN DEL OTRO”, surgieron los primeros cuentos donde el terror y la muerte eran los ingredientes principales. Pero “tampoco fue el horror un recurso mecánico, descubierto en Poe. El horror estaba instalado en su vida. Y también la crueldad. La había descubierto y sufrido en la propia carne antes de aplicarla a sus criaturas.” (1) En este tiempo, un duelo se iba a disputar entre su amigo Federico Ferrando y Guzmán Papini y Zás, HQ revisó el arma que habían adquirido para tal fin, la accionó accidentalmente y mató a Ferrando (05/03/1902). Después de este lamentable hecho, partió hacia la Argentina y se refugió en casa de su hermana mayor.
En Bs. As. dictó clases de lengua en el Colegio Británico, además de iniciar sus colaboraciones en diarios y revistas culturales como “EL GLADIADOR”, “LA NACIÓN”, “CARAS Y CARETAS”, “FRAY MOCHO”, etc. Tiempo después, se alistó como fotógrafo en una expedición a las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio, donde sintió el llamado de la selva. Luego, se casó con Ana María Cirés, y se fueron a vivir a esa tierra colorada, resultante del proceso de oxidación de los basaltos que en esa zona son ricos en hierro. La vida dura de monte no pudo ser soportada por su esposa, quien luego de una fuerte discusión, tomó sublimado y agonizó hasta su muerte (14/11/1915).
En 1933 el presidente del Uruguay Baltasar Brum, amigo de HQ, se suicidó para no caer en las garras de los que le propiciaron un golpe de estado.
A fines del mes de setiembre de 1936, “el desterrado” decidió internarse en el viejo Hospital de Clínicas de Bs. As., le practicaron una operación y le posponían la definitiva. Más de cinco meses habían transcurrido desde que llegó a ese nosocomio, para intentar curarse de los dolores que lo aquejaban hace tiempo. De esta manera le escribió a Isidoro Escalera, su peón y amigo, “Yo todavía clavado aquí, y siempre en la misma, esperando la vuelta del Dr. Arce, para ver que se decide: o operación inmediata o regreso a Misiones, hasta mejor oportunidad”. (2) El paciente no soportó más la espera, confirmó su sospecha: cáncer de próstata; y optó por un tercer camino. Esa tarde visitó a amigos y a su hija Eglé, paseó por la ciudad, compró el cianuro, y regresó al hospital alrededor de las 23:00 hs. En las primeras horas de la madrugada del 19/02/1937, lo encontraron en su sala agonizando; pero ya era demasiado tarde.
Al año siguiente, la muerte insaciable se llevó la vida de su amigo Leopoldo Lugones –curiosamente el mismo día que el salteño–, quien disolvió el cianuro en whisky. Alfonsina Storni, íntima compañera, luego de escribir el soneto “VOY A DORMIR” se arrojó al mar. Como corolario, sus hijos se quitaron la vida; Eglé (1939), Darío (1951) y María Elena (Pitoca).
Si bien “el cosmos de Quiroga no está amasado únicamente de horror, fuerza telúrica, agobio ante la ciudad, muertes” (3) indudablemente el hombre quedó marcado y en cierta forma se reflejó en su urdimbre narrativa. Sus textos están plagados de esta temática, tenemos cuentos donde las muertes son causadas por agentes como: insectos extraordinarios (EL ALMOHADÓN DE PLUMAS); niños idiotas (LA GALLINA DEGOLLADA); animales ponzoñosos de la selva misionera (A LA DERIVA, LA MIEL SILVESTRE); descuidos del mismo hombre (EL HOMBRE MUERTO, EL HIJO); enfermedades (LA MENINGITIS Y SU SOMBRA); el hombre bajo dosis de alcohol (LOS DESTILADORES DE NARANJAS); el hombre vs. el hombre (UNA BOFETADA); animales vs. animales (LOS POLLITOS); entre otra abundante cantidad de tipologías mortuorias.
A pesar de poseer este currículo trágico, HQ era un hombre lleno de vida, activo y emprendedor. En sus últimos días, ansiaba estar de nuevo en su casa (levantada por él mismo), para continuar con sus actividades diarias. El copioso epistolario así lo testimonia. En él, se nos revelará el padre, el esposo, el homo faber, el escritor profesional, el crítico de cine, el amigo sensible que se escondía bajo una imagen hosca y todas sus demás facetas. En relación a la muerte, esta correspondencia nos mostrará a un HQ fuerte, que dice no temerle: “Yo fui o me sentía creador en mi juventud y madurez, al punto de temer a la muerte, exclusivamente prematura.” “Cuando consideré que había cumplido mi obra –es decir que había dado de mi ya todo lo más fuerte– comencé a ver la muerte de otro modo. Algunos dolores, inquietudes, desengaños, acentuaron esa visión. Y hoy no temo a la muerte, amigo, porque ella significa descanso.”(4)
En su juventud había escrito “El enfermo se mata, cuando plenamente comprende que su mal no tiene cura y que entre sufrir y no sufrir es fácil la elección”. (5) HQ comprendió su mal y optó por el camino del [merecido] reposo “pero no por depresión (...). Se suicidó porque su cáncer de próstata ¡lo estaba comiendo vivo!” (6)
Otro testimonio del escritor César Tiempo (seudónimo Israel Zeitlin); que alguna vez fue Clara Beter, expresa que el salteño “no se había suicidado a impulsos del desencanto y mucho menos de la megalomanía (“quien se atreve a matarse es Dios”, había leído en Dostoievsky) sino porque supo de labios de uno de los médicos que los asistía que su mal no tenía remedio”. (7)
Era un hombre detallista y rígido en sus decisiones, pensó hasta en las tareas que se debían realizar después de su partida. En su última carta exhumada, enviada a Escalera el 07/06/1937, y que se encuentra en la Casa Museo Horacio Quiroga, reza lo siguiente: “Por este correo le envío a María [Elena Bravo, 2ª esposa] el sueldo entero, allá. Si quiere mudarse y sino que siga viviendo ahí sin sueldo. Me parece bien que Brun [personificado en TACUARA-MANSIÓN] quede en mi casa que se ocupe de los naranjos en lo porvenir. Ahora querría que me averiguara si hubieron interesados en la propiedad pues estos se abre sucesión y habrá que vender todo para darle a cada cual su parte.” (8)
HQ se llevó (o nos dejó) la mejor parte; la de la permanecer en nuestra historia y cultura literaria, ser el maestro de los escritores contemporáneos y elevarlos a profesionales con sus profundos aportes teóricos y prácticos. Sus lecturas y su vida, en continuo contacto con la muerte, alimentaron su prosa y perfeccionaron el cuento, al punto tal de posicionarse en el mismo pedestal que ocupó Poe en las letras inglesas; tanto en la temática como en la calidad constructiva de este difícil género.-


(1) Rodríguez Monegal, Emir: “Objetividad de Horacio Quiroga. Con textos inéditos”, Montevideo, Número, 1950, p. 17.
(2) Rodríguez, Antonio Hernán: “El mundo ideal de Horacio Quiroga y cartas inéditas de Quiroga a Isidoro Escalera”, Posadas, Centro de Investigación y Promoción Científico-Cultural, Instituto Superior del Profesorado Antonio Ruíz Montoya, 1975, p. 92.
(3) Solero, F. J.: “¿Qué es América?”, Bs. As., Ámbito, 1972, p. 137.
(4) Martínez Estrada, Ezequiel: “El hermano Quiroga”. 2ª edición, 1969, Montevideo, Arca, p. 95.
(5) Quiroga, Horacio: “Los arrecifes de coral”, Montevideo, Imprenta El Siglo Ilustrado, 1901, 164 p.
(6) Ríos, Néstor: “Los veranos fatales II” [en] Puro Cuento, Septiembre/Octubre 90, Bs. As., p. 9.
(7) Quiroga, Horacio: “Cartas inéditas y evocación de Quiroga por César Tiempo”, Montevideo, Biblioteca Nacional, Departamento de Investigaciones, 1970, p. 25.
(8) Rocca, Pablo: “Horacio Quiroga, el escritor y el mito”, Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 1996, p. 137.




(*) Inédito.-

Horacio Quiroga y la cineratura

HORACIO QUIROGA Y LA CINERATURA
Ilustración de Emanuel Falconi

La cinematografía en la actualidad, ocupa un lugar importantísimo en la vida ociosa del hombre. Los medios masivos de comunicación social han potenciado el conocimiento y la difusión del 7° arte: los periódicos, revistas e Internet publican informaciones al respecto; además los filmes circulan en una gran diversidad de formatos tales como: el VHS, el VCD, MPG o similar, y el DVD, lo que hace que el cine goce de cierto prestigio, que en sus comienzos no poseía. Pero dejaremos de lado esta cuestión –al igual que otras derivadas–; ya que nuestra perspectiva se orientará a otros tiempos, con otras características particulares que pasaremos a desarrollar.
Analizaremos la relación existente entre cine y literatura encarnado en Horacio Quiroga (HQ); quien además de ser el exponente mayor en la cuentística rioplatense, criticó al cine mudo en la década del ’20.

CONTEXTO

HQ escribió alrededor de 70 críticas a los filmes en medios como: Caras y Caretas (1919/1920), Atlántida (1922), El Hogar (1927/1928), La Nación y Mundo Argentino; las mismas no sólo aparecieron por cuestiones económicas, sino también porque HQ fue un amante de la imagen tanto estática como en movimiento. En la escritura de estos artículos, existen ciertos espacios temporales vacíos, ya que el escritor realizaba viajes a San Ignacio (Misiones), lo que tenía como contraparte el no poder asistir a las grandes salas cinematográficas, y por consiguiente la imposibilidad de multiplicar estas notas periodísticas.
Para esta época el cine estaba buscando un lugar en la vida de Buenos Aires; que momentáneamente tenía acogida entre la población de clase media/baja. Para este trabajo –de criticar– el escritor se bastó de los conocimientos literarios que poseía; ya que no existía o no estaba difundida teoría alguna que lo ayudase en esta empresa. Con esto intentamos decir que HQ se convirtió en uno (sino el primero) de los críticos de cine en la Argentina y uno de los pocos en América; ya que esta actividad recién comenzaba a verse en las grandes potencias como Estados Unidos (EUA) o Francia. Lo curioso es que Quiroga recibía una retribución por la publicación de estos artículos; ya que generalmente esta actividad era vocacional y gratuita. Esta última cuestión está relacionada con el proceso de profesionalización del escritor, que significaba adquirir la identidad social de un escritor o intelectual e intentar vivir de lo que se escribía. Hay que recordar que en estos tiempos se produjo la explosión de las revistas literarias, con el desarrollo de las imprentas y una serie de cambios en la vida bonaerense.

LAS CRÍTICAS
Sus críticas se realizaron sobre películas yanquis, ya que Europa se encontraba en plena Guerra Mundial, lo que dificultaba la producción y llegada de las mismas a nuestro país; los EUA aprovecharon la oportunidad para afianzar sus compañías, las que hoy lideran el mercado audiovisual.
HQ fue un crítico muy exigente, en general eran muy pocas las películas que le parecían importantes, ya que estudiaba distintos aspectos de las mismas, realizando de esta manera una mirada global al producto. Las notas quiroguianas se abocaron al análisis de actores/actrices y directores; los argumentos de las películas que resumía en pocas oraciones, salvo que merecieran ser comentados en profundidad como en Detrás de la puerta (director: Thomas Ince); se molestaba con las traducciones de los títulos de los filmes que no respetaban la idea original, al igual que los subtitulados; criticó duramente las censuras que experimentaban las cintas, ya que los justificativos eran insostenibles; pero no sólo eran críticas, había chismes, noticias, reflexiones, descripciones técnicas; comparaciones con el teatro; cometarios sobre textos teóricos; y muchas otras facetas relacionadas con el amplio abanico del celuloide. Además hay que destacar que su prosa periodística en muchas ocasiones se funde con su prosa literaria, enriqueciendo de esta manera su urdimbre narrativa.

TRANSPOSICIÓN LITERARIA
HQ realizó un proceso inverso de transposición, extrajo la materia prima del cine y la aplicó a sus cuentos (El espectro; El vampiro; Miss Dorothy Phillips, mi esposa; El puritano); pero además tomó recursos como el zoom que aplicó por ejemplo en Las moscas o El hombre muerto, entre otros. Su insaciable interés por este nuevo arte lo llevó a escribir guiones cinematográficos como La jangada, La gallina degollada, o piezas dramáticas como Las sacrificadas o El soldado; además del intento fallido de fundar una Escuela Normal de Cinematógrafo con Manuel Gálvez.
Lo que HQ no supo, fue que su narrativa inspiraría, después de su muerte, a directores nacionales o extranjeros a filmar cintas como Historias de amor, de locura y de muerte (1994); la miniserie Horacio Quiroga entre personas y personajes (1987); Prisioneros de la tierra (1937); Los verdes paraísos (1947); inclusive cortos como Mocoso malcriado (1993), o una adaptación de La gallina degollada para la televisión alemana; entre otros.

La importancia de estos escritos radica en el hecho de que nos permiten estudiar otra modalidad sobre el proceso escriturario de Quiroga, al tiempo que se convierte en un testigo privilegiado de su época.

(*) Inédito.-

Rafael Barrett

RAFAEL BARRETT
VIDA DE LITERATURA Y DENUNCIA

CRONOLOGÍA
Rafael Ángel Jorge Julián Barrett y Álvarez de Toledo (en adelante, RB), nació el 07 de enero de 1876 en Torrelavega (España). A los 21 años estudió ingeniería.
En 1902 un diario de Madrid publicó una noticia en la cual RB se habría suicidado. Para el año siguiente se encontró en Argentina, lugar donde continuó con sus publicaciones.
En 1904 viajó como corresponsal del diario El Tiempo, lugar donde comenzó a reunirse con jóvenes intelectuales de este país vecino.
Dos años después su labor periodística se multiplicó, llegó a trabajar en La Tarde, Alón, Los Sucesos, El Paraguay, El Cívico, entre otros. Comenzó a notarse un cambio en la temática de sus escritos, un giro que fue de a poco acercándose a la problemática social de la que estaba siendo testigo en los países a los que visitaba. A finales de año comenzó a aflorar los síntomas de la tuberculosis. Dictó conferencias para el Instituto Paraguayo y la Unión Obrera; su constante predica fue dirigida a la devastada masa obrera.
El Diario de Asunción publicó el suelto Lo que son los yerbales en 1908, dando a conocer la situación a la cual eran sometidos los mensús (peones yerbateros) del Paraná; los empresarios afectados por la denuncia de RB presionaron de tal manera que obligaron a ese medio a cerrarle las puertas. En esta época RB atendió heridos cuando estalló el golpe de estado de Albino Jara; dirigió la revista Germinal durante los once números en que sobrevivió; luego fue encarcelado en razón a las denuncias que publicaba; mas tarde fue liberado gracias a un cónsul y partió para Brasil; finalmente viajó a Uruguay atravesando Paraguay y haciendo escala en Buenos Aires; ya en Uruguay retomó su tarea escribiendo en El Liberal, posteriormente en La Razón y otros.
En enero de 1909 fue internado en un hospital como consecuencia de sus vómitos de sangre; luego de casi una semana fue dado de alta, pero por su salud le recomendaron un cambio de clima; se embarcó para Corrientes, pero decidió retornar luego a Paraguay.
Al año siguiente los diarios le reabrieron sus puertas. Mantuvo correspondencia con un doctor de Francia al que visitó para intentar frenar sin éxito su tuberculosis. El 17 de diciembre de 1910 murió en Francia a los 34 años.
En Uruguay y Paraguay la noticia de su fallecimiento generó una gran cantidad de artículos y polémicas por su obra.

LO QUE SON LOS YERBALES
Dentro de su intensa obra rescatamos ésta en donde RB criticó duramente a los latifundistas del Alto Paraná; describió de manera profunda el proceso por el cual los patrones contrataban a los mensús. Les anticipaban una miserable suma de dinero, monto que luego el peón devolvería con trabajo. Se los contrataba por un período de 10 a 15 años, que es lo máximo que soportaban –era una rareza encontrar peones viejos-, y si intentaban escapar se los mataba sin ningún castigo para los asesinos. Les pagaban con mercaderías o con bonos que utilizaban para la compra de alimentos y ropas al mismo patrón, se les ofrecía bebidas alcohólicas y prostitutas enfermas de sífilis a muy alto precio; de esta manera se generaba un círculo vicioso del cual no podían escapar y nunca llegaban a saldar la deuda contraída. En Paraguay, Argentina y Brasil perecían o se mataban de 15 a 20.000 esclavos de todo sexo y edad. Los esclavos eran expuestos al hambre, la fatiga, al sol calcinante, enfermedades, insectos ponzoñosos y animales peligrosos.
Estas empresas yerbateras comenzaban con un capital mínimo y en poco tiempo multiplicaban sus ingresos a costa de la muerte.

FRASES

RB reflexionó dentro de un amplio abanico de temas, a modo de ejemplificación, presentamos algunas de las frases que se pueden encontrar en su obra.
“El arpa es armoniosa porque son desiguales sus cuerdas” (Roosvelt y el socialismo). “El mejor fruto de la sabiduría es saber medir la profundidad de lo que no se sabe” (Pío X). “Vivimos por nuestros frutos; el único crimen es la esterilidad” (El esfuerzo). “El gobierno es tanto más sólido cuanto más débiles y viciosos son los ciudadanos” (Lotería). “(...) Sólo es nuestro lo que sólo con nosotros resplandece y obra” (El robo). “La vida que no es lucha es olvido y muerte” (La gloria). “Pensar es exponerse a ser decapitado, porque es levantar la frente” (La regla). “Nacer o morir no es nada, durar es lo terrible” (Fecundidad). “En política no hay amigos; no hay más que cómplices” (Reflexiones). “No se si en la época de las cavernas se moría la humanidad de hambre y de frío, pero ahora no cabe duda” (Reflexiones). “Triste es que no se realice ninguno de nuestros sueños, y más triste, que se realicen todos” (Reflexiones). “El dolor es un elemento normal en el mundo. No sufrir es un síntoma patológico” (La obra que salva).






(*) Inédito.-

Jorge Luis Borges, El círculo secreto

JORGE LUIS BORGES
EL CÍRCULO SECRETO: PRÓLOGOS Y NOTAS



Pareciera ser que la intención editorial, es publicar cada palabra que el célebre Jorge Luis Borges ha escrito o dicho alguna vez; no cabe duda que sigue siendo –aún– un escritor prolífico, a ocho años de su muerte.
Reconocido por sus memorables ensayos, cuentos y poemas, posee también en su haber una nutrida cantidad de prólogos, que quedaron diseminados en libros de otros autores; Borges entendió a éstos como “(...) un género literario sujeto a ciertas leyes que los tratadistas no han definido pero que todos, de algún modo, sabemos. Debe ser categórico, debe ser solemne y debe ostentar ese rigor que es propio de las páginas antológicas.” “EL CÍRCULO SECRETO” viene a confirmar esta aseveración y a continuar la recolección obrante en el volumen IV de las “OBRAS COMPLETAS”, en “TEXTOS RECOBRADOS”, en “BORGES EN EL HOGAR” y en “LA BIBLIOTECA DE BABEL.”
Este tomo reúne 78 prólogos aparecidos entre 1957-1985, caracterizados por su brevedad y por su diversidad temática: relatos psicológicos, hechos históricos argentinos, fotografía pictográfica, novelas japonesas, largas narraciones o sucintas novelas, biografías, catálogos de libros, cine, diccionarios, pintura, televisión, tango, etc.
A pesar de lo que muchos pensarían sobre lo poco atractivo que puede llegar a ser un libro de este tipo, nos llevaremos una gran sorpresa a medida que nuestra lectura avance; porque como bien expresó el maestro, “el libro es una extensión secular de su imaginación y su memoria”. Consecuentemente, Borges nos revelará aquí aspectos de su vida, las vivencias de lectura, anécdotas con amigos, su ceguera progresiva, y otras rememoraciones. Podemos afirmar que en el 80% de los casos, nuestro escritor se dedicará a temas que no refieren de manera directa al libro sobre cual escribe, sino que utilizó los prólogos como excusa para introducirse en temas más profundos y universales. En ellos no dejamos de sorprendernos de la exactitud con que coloca cada palabra en su lugar y la versatilidad temática con que se mueve.
En esta ardua tarea no estará solo, lo acompañarán ocasionalmente Santiago y César Dabove, además de María Kodama. Los textos se ordenan de manera cronológica por fecha de producción ó en su defecto de publicación. Presenta un listado con los prólogos no incluidos en el volumen, y otro registro con los autores que han recibido su colaboración. Cabe aclarar que la mayoría de estos escritos, le fueron solicitados a Borges; pero encontraremos además, oportunidades donde por iniciativa propia solicitó publicar las palabras preliminares de cierto libro, como es el caso de “VIENTO SUR” de Fernando Quiñonez. Quedan excluidos otros escritos en idiomas extranjeros, los diálogos, prólogos de sus antologías, libros ilustrados, plaquetas y ediciones privadas de su autoría.
Un aspecto que nos llamó la atención, es que pareciera ser que el escritor de “EL ALEPH”, mantuviera con sus lectores un diálogo permanente que se manifiesta en cada prólogo. En alguno de ellos, recuerda palabras que mencionó en otro anterior; como si supiese que el lector estuviese atento a cada introducción o como si intuyese –cosa que considero más factible­– que en futuro sus prólogos se unificarían en lo que hoy tenemos entre nuestras manos.
En otra de sus palabras preliminares expresó que “Es grave tarea juzgar un libro, intuir por el examen de su lectura los particulares méritos o las fallas (...)” ; por este motivo dejamos la inquietud de lectura planteada, para que cada lector saque sus propias conclusiones.



(*) Inédito.-

Martín Caparrós - Larga Distancia

MARTÍN CAPARRÓS
LARGA DISTANCIA

Martín Caparrós, quien ha trabajado en los medios de prensa, por más de tres décadas, declara en este libro que “la crónica convierte al periodismo en algo más que información que morirá mañana –o eso intenta, al menos, dispuesta a morir en el intento.”(1) LARGA DISTANCIA es un libro de crónicas que une sus puntos de viaje o destinos a manera de novela, o estaciones de viaje, quizás como piezas de un rompecabezas autobiográfico, o como el lector se lo imagine.
En esta reedición se incorpora un breve artículo de Tomás Eloy Martínez, quien realiza un raudo recorrido por las crónicas que marcaron nuestras letras; como el FACUNDO; MARTÍN FIERRO; AGUAFUERTES PORTEÑAS; HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA; entre otras. Luego, no vacilará en afirmar que “la crónica es, tal vez, el género central de la literatura argentina”(2) y que MC viene a refrescarlas y actualizarlas. ?Por qué decimos esto?, porque lo que el autor de LA HISTORIA nos ofrece, no son las crónicas propiamente dichas; sino que están atravesadas o mixturadas por formas propias la literatura; ejemplifican lo dicho, cuando se introduce la intertextualidad en el texto ESA MUJER de Rodolfo Walsh, donde se refiere al robo de los restos de Eva Perón. Allí se desdibujarán los limites de la realidad/ficción/pensamientos de MC; potenciando la credibilidad en contraposición a la clásica crónica de diario.
MC nos revelará de manera casi magistral, la idiosincrasia de cada lugar que visitó, sitios tan disímiles como Rusia y Boliva, donde se presentan diferentes líneas de tensión, como narcotráfico-hambre-trabajo-política. Su visión se centrará en aparentes aspectos secundarios de lo observado, pero que tendrán mayor connotación simbólica que detallar lo que se quiere mostrar.
MC es un escritor osado que con maestría, describió todo lo que [vi]vió y lo que no; la propuesta de transitar LARGA DISTANCIA con él, no es sólo espacial sino también temporal (problematizará las vidas de Don Miguel de Cervantes y su Quijote, Anatole Saderman, entre otros). A diferencia de las miradas yanquis, francesas o inglesas, el “ojo patrio” de MC, no condicionará ninguna de las miradas; a tal efecto expresa “pero soy –casi– argentino, y eso significa que no hay formas previstas: que hay que inventar las maneras de la mirada, que hay que mirar solo, sin compañías reales o imaginarias.” (3)
Diseminadas por todo el texto y sirviendo de nexo entre los diversos trabajos/parajes; encontramos en letra cursiva opiniones sobre el trabajo realizado; “llego con algunos números de teléfono, más o menos prometedores, y libros, recortes y anotaciones que por el momento me parecen una suma insuperable de saberes sobre el tema pero que, ya sé, dentro de tres días no me servirán de nada.”(4) Esto demuestra de alguna manera que los viajes que hizo MC vienen a confirmar su idea de que “(...) para contar algo hay que ir a verlo.”(5)
Esta publicación, que MC dedicó a su madre, recibió el premio “Rey de España”, fue impreso por primera vez en el 1992, y ahora se editan 4.000 ejemplares por parte de Seix Barral. Es el primer libro de crónicas, género en el cual ahondó y les trajo buenas satisfacciones; en la actualidad se encuentra en preparación otro libro similar a éste, referido a los cien años del Club Boca Juniors titulado BOQUITA. Posteriormente publicará un antología de viajes por nuestro país que llamará EL INTERIOR.

Martín Caparrós, nació en Bs. As. en 1957; aunque vivió casi una década en Europa. Allá se licenció en Historia en la Universidad de la Sorbona. Trabajó como periodista en diario, televisión y radio. Sus producciones abarcan alrededor de diez novelas (LA HISTORIA; NO VELAS A TUS MUERTOS), crónicas (DIOS MÍO; LA PATRIA CAPICÚA), entre otros ensayos.

Larga distancia, por Martín Caparrós, Seix Barral, Bs. As., 2004, 254 p.
(1) p. 9
(2) p. 11
(3) p. 35
(4) p. 91
(5) p. 92



(*) Inédito.-