domingo, 11 de marzo de 2007

Entrevista a Marcial Giménez

ESPIRALES DE CONOCIMIENTO
Marcial Giménez




Recuerdo una noche en que sentado en uno de los bancos de la plaza Centenario, bajo los elevados faroles que la iluminan, me encontraba realizando alguna que otra lectura.
Allí estuve un largo rato, pensando, observando a los transeúntes y escribiendo algunas ideas que se me ocurrían mientras la noche se volvía plena. Todo se desarrollaba con total normalidad hasta que se acercó a mí un señor que me observó entretenido en mis quehaceres y llamó mi atención. Sin titubear me interrogó acerca de la luz y la lectura, y ese fue el inicio de una conversación que se extendió alrededor de una hora. Así, de esa manera, se sentó a mi lado y comenzó a revelarme la multiplicidad de proyectos que posee con sus 76 años. Estaba claro que la noche no nos alcanzaba para profundizar en los mismos, por lo que quedamos en volver a encontrarlos nuevamente.
Marcial Giménez es jubilado de un empresa constructora, fue sub-director de la penitenciaría, secretario del Honorable Conejo Deliberante en la segunda época de Salomón Deiver. Tiene dos hijos, el varón en Mendoza y su hija en nuestra ciudad. Trabajó en tres bibliotecas y su amor por el conocimiento, que acarrea desde toda su vida, lo impulsó como una fuerza interna e indomable a desarrollar lo que él denominó “espiralpedia”, una nueva vuelta de rosca a la ya clásica enciclopedia, complementándola y enriqueciéndola con carpetas sobre los más diversos temas. Los mismos se actualizan de manera diaria y permiten observar de manera clara y ampliada las diferentes evoluciones que se experimentan en cada área de conocimiento.
En la actualidad Marcial cuenta con más de 250 carpetas que sobre genética, inteligencia, memoria, mediocridad programada, botánica, nanotecnología, transhumanismo, ateología, sueños lúcidos, por nombrar sólo algunos. Todo ese conocimiento activo se conserva en carpetas con vivísimos collages que también arma él con el material de los mismos diarios y revistas de donde obtiene toda la información.
Su sueño es organizar un centro de conocimiento donde se agrupe, ordene sistemáticamente y clasifique la información y sea su aporte a la Villa María “ciudad del conocimiento.
Giménez recibió a EL DIARIO Cultura en su casa donde, rodeado entre libros, pilas de diarios por leer y sus carpetas, nos comentó de su gran proyecto: la “espiralpedia”.

– ¿Cómo se inició en este tema de recolectar información, agruparla, ordenarla y archivarla?
– Hace más de 10 años. Comencé porque no me convencían los coleccionistas de monedas o estampitas. Un amigo me decía que no sabía todo lo que se aprendía con ellas, yo tenía mis dudas. Yo provenía del colegio Rivadavia en la época de Sobral. La gente leía mucho, yo con un amigo intentábamos leer “La expansión del universo” de un tal Arthur Eddington que en ese tiempo era la novedad. La “Crítica de la razón pura” de Kant, entre otras. Yo empecé con esto cuando compré una colección semanal de jardín que salía con La Voz del Interior, pero después vi que me que quedaban un montón de cosas por ahí que yo señalaba con un lápiz rojo pero que después los tiraba. Así que se me dio por coleccionar eso también y después ya la locura fue tal que tengo 250 carpetas con los diferentes temas. Inicié con los inventores con un artículo que salió en EL DIARIO sobre Oscar Bauk y su invento de estabilizador cardíaco. Me gustaría realizar el centro de inventores en Villa María con un fondo, que sería un museo de invenciones interactivo como lo hay en París. Porque cuando en los diarios sale una noticia con el correr de los días es como que la gente se olvida del asunto. Tengo tres tomos con la información de los inventores de Villa María y su zona de influencia.

– ¿Qué es la Espiralpedia?
– Hace muy poco la gente de Clarín editó una enciclopedia, entonces empecé a ver algunas cosas. Suelo coleccionar y tengo material de cuando hacen diferentes congresos sobre lengua española, hay muchos lingüistas que aportan diferentes datos sobe la investigación, la definición de las cosas, donde debía ubicarse en la enciclopedia, etc... Maiztegui, profesor de la UNC, en una reunión que se llevó a cabo opinó que estaba un poco oprimida la idea pretenciosa de meter todo en un círculo cerrado y con ello poseer la totalidad del saber. La semántica de la enciclopedia, es decir que en un ciclo, en un círculo encierran todo el saber, es una pretensión que han tenido los ingleses cuando hicieron la Enciclopedia Británica o los españoles con los famosos diccionarios Espasa Calpe. El tema es que cuando han terminado de confeccionar la obra, ya hay cosas nuevas y más ahora que han desbordado ese círculo; entonces me inspiré en los espirales, en la matemática y en el cosmos con las galaxias espirales que forman dos brazos que van girando, brazos que crecen, pero que no vuelven al mismo punto de partida. Lo términos que aparecen las enciclopedias se han reducido y se ha descontextualizado, porque si por ejemplo uno busca la palabra “clonación”, sólo aparece un pequeño pedazo de lo que significa. En cambio, en un sistema como este (el de los espirales), ya no hay una opinión de la opinión de otro, los periodistas o los informadores de las universidades ofrecen esto que es de primera mano y que se transcribe en la prensa y diariamente uno lo va buscando y lo va recopilando. Tengo una “espiralpedia” de inventores del año tal y se van haciendo tantas carpetas de manera cronológica; es una colección de libros que se dan en paralelo a la enciclopedia común pero que no es una cosa cerrada. “Espiralpedia” es fluidez y rapidez en la transmisión de conocimientos. Todo esto lo complemento con libros, leo los temas de investigación de los que están en la cresta de ola y de esta manera s intenta estar lo más cercano a lo último.

– Es un trabajo muy arduo para una sola persona.
– Sí, pero he recibido satisfacciones; una de ellas fue que en el colegio, le dieron a mis nietas un tema para investigar: la clonación. Le pidieron a todos los alumnos que consiguieran información al respecto y todos rebotaron, porque en los libros se encuentra poco y nada. Esto sucede porque entre que un invento se descubre, se difunde, pasa a un libro, corre el tiempo y ya queda como desactualizado. Entonces mi nieta me pregunta sobre el tema de clonación y yo le fotocopié toda la información que poseía. El éxito fue bárbaro. La profesora se sorprendió y le consultó a mi nieta de que manera habían juntado tanta información y a mí esto me llenó de alegría. Creo que con el apoyo de jóvenes interesados por el proyecto la tarea sería más enriquecedora.

– Es notable la brecha que hay entre lo que sucede en la actualidad y lo que se da cuenta en los libros.
– Los libros que poseen las bibliotecas tienen 5 o 10 años de atraso, porque si vos pensás el desarrollo que ha tomado la ciencia y la investigación, nunca te ponés al tanto de eso. Pero hay más, por ejemplo algunos docentes de universidades, no tienen tiempo de leer, de investigar, de crear un archivo, de conectarse con todo lo nuevo que está saliendo; entonces el docente te está transmitiendo saberes de cuando se recibió de. Hoy en día es casi imposible que alguien se mantenga en la cresta de la ola, que sería lo ideal. Por mi parte pienso colaborar acercando a la biblioteca fotocopia de los temas más solicitados como el de la clonación, ingeniería genética o los viajes al planeta Marte.
(*) Publicado en EL DIARIO DEL CENTRO DEL PAÍS, el domingo 11 de marzo de 2007.-