lunes, 22 de junio de 2009

Augusto Páez e Ilda Mistraletti de Mignola - Poetas de Villa María

Desde sus incios, la revista cultural Compartiendo (Villa María, Córdoba) ha hecho todo lo posible para dar difusión a los poetas de Villa María / Villa Nueva y la zona. A partir de mayo, por una propuesta de su director, Sr. Alejandro López, me estoy ocupando de esa sección.
Lo que sigue a continuación es la primera entrega de esta nueva tarea.
En cada número aparecen dos voces para el deleite de nuestros paladares literarios que espero, puedan disfrutar.
De más está decirles que pueden contactarse para proponer sus escritos para esta sección.
Darío Falconi
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AUGUSTO PÁEZ

Nació en San Luis el 2 de marzo de 1983. Es Profesor en Lengua Castellana egresado de la UNVM. Participa desde 2003 en el quehacer literario villamariense. Su primer poemario se tituló Gladios (2005). En este momento, se encuentra preparando su primer libro de cuentos, que se llamará The Godfather is mad, very mad. Paralelamente, publica en revistas y diarios locales, de San Luis, y en Internet.
Los textos que les proponemos son inéditos. Poemas de estilo corto que rematan en pocas palabras su verdad. Aquí está el zumo de una poesía fresca, joven, con pocas posibilidades de divagación o interpretación. Con un estilo simple y cotidiano, Augusto Páez nos regala textos que quiere condenar al olvido; pero que rescatamos para darlos a conocer a ustedes, nuestros lectores.
Páez publicó su primer libro de poemas y ahora intenta con el cuento, al que considera un género difícil y perfecto. Estas pequeñas piezas que publicamos hoy son el punto intermedio entre la poesía larga de sus comienzos y el de las historias de su próximo libro. A disfrutarlas.






EL HOMBRE QUE ESTABA HARTO DE SUFRIR…
Una noche
descosió la almohada
y
uno por uno
quemó
todos los pedacitos de lana

se quedó sin sueños.


* * * * * * … * * * * * *


HERMANO
Me fui

antes de irme
le saqué
las zapatillas
a mi hermano

muy a su manera
sus huellas
me enseñaron
un camino.


* * * * * * … * * * * * *


PRESAGIO
A la cuerda que ata el futuro
la rasgás despacito
con el puñal

que me vas a clavar
por la espalda

mañana.


* * * * * * … * * * * * *


ASOMO
Apenas una brisa
desnuda la muerte

los pétalos se corren
y dejan ver

la daga.


* * * * * * … * * * * * *


TORMENTA
Dónde estarás
se dijo el hombre
caminando hacia el sur

leve y opaca tristeza
era el martes

la maldad azuzaba el viento
con una espada temible.


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ILDA MISTRALETTi de MIGNOLA

Nació y vive en Villa María. Obtuvo su título de maestra de dibujo y pintura en la “Academia de Bellas Artes”, y de maestra normal nacional en el Instituto San Antonio. Dictó clases particulares durante diecinueve años de dibujo, pintura, escultura, poesía y cuento de literatura universal.
Desde 2001 a la fecha concurre a los talleres de PEUAM (UNVM). En el año 2002 obtuvo con la poesía “Hombre, soledad y vacío” mención especial en el primer concurso de poesía y cuentos breves organizado por la UNVM, Instituto de Extensión. Primer premio compartido de cuentos breves durante el año 2003 con el cuento “Revelación” llevado a cabo por biblioteca Eduardo Requena, Inescer, Casa Balear y SADE Villa María.
Participó de la antología Voces de ceniza y agua (2003) editado por el Instituto de Extensión de la UNVM, como así también en el libro Construcción de identidades culturales a partir de procesos de escritura de ficción (2007). UNIverso es su primer poemario (2007), del que publicamos una selección en la edición de abril de ese año.
Cuando la poesía intenta llenar vacíos, recrea para sí, momentos que la memoria y el corazón guardan celosamente. Como una caja de sorpresas que mantiene recuerdos en un presente continuo, en un momento que es y que no quiere dejar de serlo.
Esta es una poesía evocativa, una poesía del dolor y la soledad, una poesía que suple silencios y los llena de palabras, de remembranzas… de vida.
Ketta, como gran pintora que es, salpica las páginas con los colores de su interior, a veces con tonos múltiples, y otras con las tonalidades de una pintura traslucida de emociones.
Los poemas publicados a continuación son inéditos.





DESMEDIDO TIEMPO DE AUSENCIAS
Desmedido tiempo de ausencias…
Tu ausencia.
Memoria borrosa, tu imagen.
Tu voz es inaudible a mi oído.
Tus caricias, tu aroma, tus pasos, tu enojo,
me son lejanos.
Desmedido tiempo de ausencias…
Tu ausencia.
Sonora risa, cortos silencios
memoria infiel de la mía.
Intento coser recuerdos
uno a uno se desmedran
fragilidad del ser…
El amor permanece, envuelve
existe, reconcilia, fortalece.
Se funde en el presente.
Desmedido tiempo de ausencias…
Tu ausencia.


* * * * * * … * * * * * *

MI CASA
Cruzo la calle y te encuentro…
Mis ojos no pueden ver por lágrimas de recuerdos.
Blanca de perfil y de frente
te acomodo a mi memoria
sigo la calle hasta el fin...
Ya no escucho a mi oído las leyendas de otra gente.
Y es el lugar quien me grita:
Tu casa está muy callada
ha cambiado con el tiempo.
Me alejo para mirarte…
Sólo veo hierbas y muros escritos
de amores de adolescentes.
El sol olvidó un reflejo
que un gato quiere atrapar
en el umbral de la puerta…
¡De pronto! Empieza a llover
es el cielo que se escurre
del tejado a la vereda
lavando todas mis penas
casi... Como en otro tiempo.


* * * * * * … * * * * * *


TU HUELLA
Tu huella… Titilar de estrella
tibieza de sol.
respiración de viento…
Tu huella… Humedad de nube
trino de pájaro
galope de Pegaso…
Tu huella… contorno de tormenta
suspiro de ángel
hipnotizado de luna…
Tu huella… No deja sombras…
Mosaico de cielo que cae incandescente
sobre esta opaca rayuela de vida.

(*) Publicado en revista cultural Compartiendo, Villa María, mayo de 2009.-

Panorama Local: Literatura en tapas duras. Catálogo 2008-2009 (tercera parte)

PANORAMA LOCAL
LITERATURA EN TAPAS DURAS
CATÁLOGO 2008 - 2009


Tercera entrega


Continúa el diseño de este catálogo de publicaciones literarias locales.
La poesía, el cuento y la novela se hacen en esta oportunidad.
Recuerden que seguimos recibiendo material bibliográfio publicado entre 2008 y 2009.
Hasta el próximo domingo.



Villa María en la voz de sus poetas. Cinco clásicos, Selección y prólogo Olga Elena Dominici, Eduvim, Villa María, junio de 2009, 70 páginas.
“En realidad, cada hombre es la suma de los que lo precedieron y transita sobre sus huellas, aunque a veces no lo advierta. Esta antología intenta descubrir las huellas y recuperar la voz de los poetas que nos precedieron. Se han elegido para integrarla a cinco clásicos de nuestra literatura: Bruno Ceballos, Horacio Roqué, Geremías Monti, Rosa Tejada Vázquez de Theaux y Tessie (Teresita Estela) Ricci.” Son las palabras de la antologadora extraídas del prólogo. Eduvim, en una inédita campaña que llamó “(+) Libros (+) Libres” distribuyó gratuitamente, el 11 de junio (día del Libro), con cada ejemplar de EL DIARIO del Centro del País este pequeño libro. Con esta actitud Eduvim y parte de nuestra literatura local logra entrar a miles de hogares de la ciudad y de toda la región que asiduamente no frecuentan las letras. De esta manera se incentiva el bello arte de la lectura y se logra instalar el nombre de Eduvim y de la Casa de Altos Estudios a la que representa.

Lanzas rabiosas, por Américo Pablo Tissera, Ediciones CC, Villa Nueva, agosto de 2008, 103 páginas.
“El presente texto no es un libro de historia. Es simplemente un conjunto de relatos inspirados en hechos históricos, donde la ficción se mezcla con la realidad. Estos cuentos giran –excepto uno de ellos- alrededor de dos centros históricos muy importantes para nuestra memoria colectiva regional: Quebracho Herrado y Villa Nueva. Ambas comparten la gloria de haber surgido sobre los caminos reales donde tantas veces circularon, por allí, los hombres que hicieron nuestra historia. Y en el caso particular de Quebracho Herrado el recuerdo siempre presente de una de las batallas más importantes de la guerra civil entre Unitarios y Federales. ¿Qué es lo que me ha motivado a emprender esta tarea? Simplemente el deseo de llevar al terreno literario, mediante el uso de la narrativa, hechos de nuestro pasado regional con la finalidad de mantener vivo su recuerdo y, a la vez, contribuir al conocimiento de nuestras raíces.”

Vestigios de la alquimia, por María Elena Tolosa, Ediciones CC, Villa Nueva, enero de 2009, 76 páginas.
Dice Alicia Perrig en el prólogo “El que tenemos la emoción y el gozo de sentir entre las manos, es un libro de alo contenido estético e insondable valor humano que nos descubre los senderos, a veces despiadadamente crueles, de la infancia de la autora; un libro donde podemos vincularnos con personajes rescatados por su mirada que, no por aguda, deja de ser conmovedoramente sensible; un libro que nos enfrenta con sus dolores más profundos y, por sobre todas las cosas, nos demora en las emociones de una mujer que hizo de su experiencia de vida un registro estremecedor de la melancolía hecha belleza en la palabra. ‘Vestigios de la alquimia’ atesora muchas horas en las que el dolor parece dueño y vencedor, pero logra ser redimido por una poesía soberbia. Sólo un gran poeta, un verdadero alquimista, puede transformar tanto dolor en belleza y María Elena Tolosa lo logra en estas páginas.”

Días de esclavitud, por Alicia Peressutti, Ediciones CC, Villa Nueva, marzo de 2009, 95 páginas.
“En el mundo de apariencias en que estamos inmersos, personas sin alma salen a la caza, camuflados, impunes, desenamorados de la vida y enamorados de las drogas, del dinero, de la violencia, del poder. Joaquín Ramírez es uno de ellos, el diablo de esta novela. Ojeador y proxeneta, engaña y se aprovecha de una familia de escasos recursos. Se lleva consigo a dos jóvenes hermanitas “igualitas como gotas de agua”, para convertirlas en mercadería sexual de los hombres. Las alejará lo más distante posible de su casa, de su adolescencia, de su querida familia… de sus vidas. Con este marco desolador, Alicia Peressutti nos mete de lleno en ésta, su segunda novela, para que vivenciemos una historia que tiene un profundo trasfondo de realidad. Lo hace con sutileza de escritora, entretejiendo con puntadas de color poético y esperanzador, aquella oscura trama tan cruel para ser real y tan descriptiva para que no lo sea.” Del prólogo.

El Bondi a la luna. Poemas bajo la dictadura, por Jorge A. Torriglia, Imprenta H.I.J.O.S., Córdoba, noviembre de 2008, 69 páginas.
Pecas Soriano escribe en un atípico prólogo: “la dificultad extrema de la poesía consiste en transgredir el orden y la tranquilidad habitual de las palabras, en vencer su tremenda resistencia a ser recreadas. Sin embargo, esto en los grandes poetas se da en forma más natural. Con un natural sufrimiento. La dificultad del poeta consiste en parir en el momento justo antes de que se rompa la cáscara. En azotar su corazón contra las piedras, rastreando las huellas de la palabra verdadera. La imagen poética nutre del fluido vital de las palabras, y este proceso a pesar de ser traumático para quien lo ejecuta, a veces es vivido con la naturalidad de la respiración, o el misterioso encanto de mirar un vaso de agua. (…) Torriglia nos salva cuando les pide a los que se fueron, a los Néstor y a los Pichuco que salgan de sus cuadros. La poesía mueve al hombre más allá de sus límites absurdos, lo saca del cuadro, de la superficie estudiada, y lo deja flotando en el aire, para que remonte la vida, como si recién comenzara el viento.”

No sé porqué se debe morir, por Alberto Mazzocchi, edición y selección poética al cuidado de Iván Wielikosielek, llantodemudo Ediciones, Córdoba, diciembre de 2008, 167 páginas.
“Casi medio siglo después de un suicidio tan brutal como absurdo, los versos de Alberto E. Mazzocchi (Las Varillas 1937 – Córdoba 1960) vuelven a salir al mundo. Silenciado por la ignorancia, olvidado por los poetas oficiales de una Córdoba que siempre renegó de quienes ‘sólo fueron demasiado extraños’, inédito eterno en su país y su provincia, Mazzocchi se eleva por encima de cualquier contingencia desde una altura de vértigo. Y es que su verbo está más allá de las épocas y las estaciones, de las modas y las poéticas, del soft parade de la multitud y del vía crucis de su corazón. Rescatado por el celo sagrado de su amigo, el escritor cordobés Federico Undiano, la poesía de Mazzocchi deviene testamento y honra fúnebre de sí hasta alcanzar la dimensión de póstumo Evangelio. Aunque su verbo haya buscado la pasión para seguir viviendo y la culpa infinita para seguir viviendo y la culpa infinita para morir redimido, aunque su ángel se haya escapado un día de su corola y su costado haya sangrado por una lanza de inconsciencia; Alberto E. Mazzocchi parece decir a todos desde el sermón de su montaña ‘bienaventurados aquellos que vengan en nombre de la soledad, porque de ellos será el reino de la poesía’. Aquel reino de quienes salieron a buscar el infinito como condición indispensable para existir entre los hombres.
(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, el domingo 21 de junio de 2009.-