domingo, 1 de abril de 2012

Horacio Lucero. Gestor Cultural


Entrevista a
HORACIO LUCERO
GESTOR CULTURAL




La canción termina y 40.000 personas exaltadas gritan y aplauden con una energía que desborda el estadio más grande de la provincia de Córdoba. Miles de almas emocionadas no quitan sus ojos del impresionante escenario montado para la ocasión. Maná culmina su show y él se lo perdió casi todo, pero está feliz. La alegría lo invade y es que ha visto que los asistentes a tremendo show se van más que satisfechos, y ese estado de bienestar, le llega a él como un eco, como una voz que le dice “salió todo bien”.
Esa es su tarea, Horacio Lucero es Productor Artístico y Coordinador General de eventos, se ha encargado de “traer” a músicos como Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota, Facundo Cabral, Marco Antonio Solís, La Renga, José Luis Perales, Charly García, Divididos, Ricardo Arjona y la lista continúa ampliamente. Además de muchos artistas en el plano musical, también ha sido el responsable de la llegada de grandes intelectuales y personajes a la ciudad, Pacho O’ Donnell, Osvaldo Bayer, Felipe Pigna, Alejandro Dolina y más. Ha coordinado diversos eventos desde obras de teatro, jornadas de capacitación, eventos deportivos, educativos y estuvo al frente de la coordinación de 17 ediciones del Festival Nacional de Peñas.
Su nutrido currículo da cuenta de eso y mucho más, es Profesor en Ciencias Jurídicas y Sociales, periodista de diversos medios radiales, gráficos y audiovisuales; como así también se dedica a la escritura, publicó el año pasado una investigación sobre Juan Bautista Bustos, caudillo de la provincia.
Hoy produce y conduce el programa radial “Bicho de ciudad” en Radio Ciudad FM 93.3, propuesta periodística, musical y de entretenimiento.


Darío Falconi
eldiariocultura@gmail.com



Revisando la amplia actuación en lo que hace a las diferentes actividades socioculturales que realiza Horacio Lucero, decidimos tener una extensa charla para que nos cuente algunos aspectos de su vida. EL DIARIO Cultura este domingo está dedicado a una persona que se ha desenvuelto en distintas ramas de la cultura, el arte y lo social.
                    
-Analizando tu currículum vitae tratamos de buscar una palabra que te defina, ¿podríamos decir que esa palabra es Gestor Cultural?
-Sí, creo que lo de gestor o promotor cultural sería una buena definición, aunque si tuviera que definirme me definiría con un perfil netamente humanista y social. Todas las actividades que me han tocado realizar, ya sea desde la educación, la cultura, el espectáculo… han estado relacionados con el ser humano, en su esencia, en sus manifestaciones. Me ha servido lo de la comunicación, lo del periodismo, lo de la radio, la televisión… todo ha tenido una impronta donde se pone al ser humano como eje central de las acciones que uno realiza.

-¿Cómo comenzaste con esta inclinación, venía desde chico, en el colegio…?
-Uno ya nace con una inclinación y lo que se va haciendo con el transcurrir del tiempo es ir descubriendo esas potencialidades y hasta desarrollar otras más. Desde chico, en la escuela, me gustaba todo lo vinculado a las ciencias sociales, con la historia, la geografía, con aquello que hacía referencia al ser humano, a los hechos, a la realidad. Desde muy chico leía al diario, con gusto, y trataba de entenderlo y preguntaba lo que no comprendía por mi edad. A esto hay que sumarle mi participación en todas las actividades escolares, ser el locutor de cada acto, el que recitaba la poesía, etc.; creo que es un proceso de descubriendo de lo que después pasa a ser tu vida y actividad profesional, lo que te permite desarrollarte como ser humano e insertarte en la sociedad.

-¿Siempre fuiste de Villa María?
-Soy nativo de Villa María, he nacido y vivido en Barrio Parque General Paz. Soy integrante de una familia muy humilde y desde los ocho años comencé a trabajar, toda mi vida he trabajado y estudiado, nada me ha sido fácil, todo me ha costado muchísimo. A los ocho, mediodía iba a la escuela primaria y el otro medio día era cadete en la farmacia del “negro” Ferreyra. Asistía a la Escuela Nacional 62 Justo José de Urquiza, que en ese momento funcionaba en la casona de (las calles) Dante Alighieri y Cárcano. Luego estudié en el secundario en una escuela que recuerdo con mucho cariño y a la cual le estoy muy agradecido, el Colegio Manuel Belgrano. Siempre he trabajado, eso me permitía ayudar a mi familia y poder estudiar.
                                                                                            
-El hecho de trabajar seguramente hizo que el estudio y la visión de la vida tome otro valor, ¿no?
-Sí, siempre con mucho esfuerzo, eso me llevó a ser destacado, fui abanderado, mejor compañero, tenía una asistencia casi perfecta… pero creo que todo es parte de ese esfuerzo, porque cuando todo te cuesta lo aprovechás, lo valorás y lo vivís de otra manera. Después hice el Profesorado de Ciencias Jurídicas y Sociales en el Colegio Rivadavia, siempre trabajando, en una farmacia y luego la administración de un transporte, hasta que me recibí. Poco tiempo después ejercí como docente en esa institución durante 23 años.
Siempre tuve la suerte de hacer cosas que me gustaron, que más allá del trabajo me significaron placer, un crecimiento personal; ese esfuerzo lo fui volcando en una satisfacción personal y es como que ese esfuerzo así, cuesta menos. Siempre tuve ese deseo de participar con instituciones vinculados con la actividad cultural o social, lo hice desde la Fundación Sobral, en el Centro de Periodistas junto a Bernardino Calvo, la Fundación Soñar, también en mis comienzos tuve alguna participación política en el radicalismo en el regreso de la democracia.

-Cuando revisamos tu currículum, uno se pregunta por tu edad o se plantea en qué momento se puede realizar todas esas actividades.
-Da la sensación que uno ha vivido varias vidas, sucede que he vivido una vida muy intensa, muchas actividades simultáneas que se vinculaban de alguna forma. Era docente pero también trabajaba en la radio, varios años fui conductor de la tarde de Radio Villa María cuando no existían las FM. Estuve mucho tiempo en el viejo Canal 2 de la familia Vartalitis, allí hice varios programas. Hablamos de tiempos donde no había Internet, ni teníamos toda esta revolución tecnológica y acceso a los medios. Es lindo porque me tocó vivir lo que era antes y lo que es ahora.

-También se destaca una notable participación en el Festival Nacional de Peñas.
-De los 44 años en que se realiza el Festival de Peñas, 17 años he sido coordinador. Si revisamos el historial, soy el que más tiempo ha estado en la coordinación de escenario, armado de programación y demás actividades que ha demandado ese evento.

-¿Cómo se da en vos la armonía entre lo personal y lo profesional?
-Muchas veces las circunstancias se te van dando y es difícil resistirse o negarse; pero también uno deja mucho de lado de lo personal, lo familiar. Cuando mirás para atrás vez que le dedicás más tiempo a toda la actividad profesional y muy poco a lo personal. Te voy a decir algo que les digo siempre a mis alumnos: la libertad es la posibilidad que se le da al ser humano de elegir, de optar; la libertad no es ilimitada, siempre que se elije algo, se renuncia al resto. Cuando uno elije una actividad, con repercusión pública, va renunciando a otras cosas… son actividades en que no hay tiempo, no hay días, ni horas, ni lugares. En mi caso además hay una enorme autoexigencia, yo no me creo el mejor, pero trabajo para ser el mejor.

-¿Te has arrepentido alguna vez de sobredimensionar lo profesional por sobre lo personal?
-A veces sí. Cuando pasan cosas no esperadas, uno se pregunta ¿para qué? Todo esta actividad, materialmente, me hubiera dado fortuna; pero vos ves a las personas que tienen fortuna y siguen desesperados detrás de la plata, no pueden zafar; entraron a una vorágine que no pueden parar. ¿Son felices? No, no lo son.
Lo más difícil en la vida es encontrar el equilibrio. Es más difícil mantenerse que llegar. Hay una anécdota que me la contó Facundo Cabral. Habíamos organizado una charla en el Teatro Verdi y dos actuaciones en el Teatro Comedia en Córdoba. Estuvimos tres días juntos, tuve la posibilidad de conocer a un tipo sensacional, a un tipo de mundo, a un hombre increíble. Él decía de estos temas, en una sobremesa: “¿Quién es más feliz, Bill Clinton (por entonces el presidente de Estados Unidos) o yo? ¿Acaso Clinton, puede tomar un café en el bar de la esquina, como lo hago yo con mis amigos? Si hasta por una felatio tiene que dar una explicación.” Entonces… el poder, el dinero y demás te abren las puertas a otra cosa, pero no quiere decir que sea la puerta a la felicidad.

-Recientemente diste una conferencia en el Grupo OSDE sobre las particularidades de la organización de eventos ¿Cuál es clave más importante en este sentido?
-Siempre tener presente qué es lo que le interesa a la gente, siempre el afuera. Porque lo que uno busca es satisfacer una necesidad. Esta es una premisa, a la hora de armar una espectáculo, pero también una fiesta empresarial, un cumpleaños… más que a lo que a uno le gusta es ver el otro. Después, es importante trabajar con tiempo, organizadamente y estar hasta en los últimos detalles. Prevenir todo lo que se pueda prevenir y luego están los imponderables; pero todo lo que se puede prevenir hay que prevenirlo. Finalmente todo lo que hace a vender el evento, a cómo lo presentás; cómo vos generás las ganas a la gente para que vaya; porque si a la gente no le interesa lo que vos proponés, la gente no va.

-De todas las actividades de las que hacés, ¿cuál es la que más te gusta desarrollar?
-Tuve la suerte de que todas las actividades que he realizado me gustan y me llenan, me fascina organizar eventos, me encanta dar clases, me gusta mucho los medios, la radio, también la escritura… en ese sentido soy un privilegiado y bendecido, porque no me ha tocado hacer actividades que no me hayan gustado.

-¿Se podría decir entonces que todas las actividades, en realidad no son diversas, sino que son una misma?
-Es cierto, son parte de… para mí están todas concatenadas una con otra, además se fortalecen. Mi formación humanística ha sido decisiva y ha repercutido enormemente en todas las demás cosas.

Recientemente has publicado tu primer libro “Yo, Bustos. El caudillo federal”, ¿qué nos podés decir sobre su contenido y génesis?
-Es un trabajo de investigación. En realidad nunca pensé escribir un libro, se fue dando. Siempre me intrigó Bustos, me preguntaba porqué está olvidado en la historia argentina y de Córdoba. En los años ’70 en el Colegio Rivadavia había un profesor que venía de Córdoba, Carlos Segretti, quien ha sido uno de los que más ha investigado a Bustos. Yo por mi parte tenía algunas cosas hechas, pero todo quedaba allí. En un momento de mi vida había abandonado la actividad intelectual por una depresión profunda, y me incentivaron a escribir. Luego empecé a encontrar cosas y como había empezado a viajar a Córdoba todas las semanas por cuestiones de salud, visitaba las bibliotecas y demás buscando datos, y empiezo a organizar un poco la información. Un día me entero que el gobierno de Juan Carlos Schiaretti, había decidido una reivindicación histórica (monumento, intención de repatriar los restos, etc.). Entonces le escribo una carta al Gobernador, manifestando mi sorpresa grata de la reivindicación y le cuento algunos datos. A las 48 horas me llama el secretario privado que quería ver lo que tenía y fue así como que pasado un tiempo me llamaron otra vez diciendo que el libro se estaba imprimiendo. No es una novela, es un relato en primera persona que contiene la rigurosidad de la historia.

-¿Cómo te va yendo con tu actual programa de radio?
-Van tres años de programa y hemos pasado por tres radios y lo sorprendente es que la gente nos siguió, nos eligió a pesar de esos cambios. Es un programa masivo donde la gente participa activamente. Es una propuesta diferente dentro de las estructuras de los programas que se transmiten en ese horario. Nosotros buscamos que la gente se ría, ponemos música, leemos los diarios pero tratamos de comentar las noticias y darle un plus más para que la gente nos elija. Es un desafío constante.


Un desafío que día a día Horacio acepta y enfrenta… como lo hace hoy, cuando el sol de esta mañana de otoño, aún no se asoma en el horizonte.



* Publicado en EL DIARIO del Centro del País,
domingo 1 de abril de 2012
Villa María, Córdoba, Argentina.

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