ENTREVISTA A:
STELLA MARIS CABRERA
SU OFICIO DE MUJER
Dice haber sido tocada por la varita mágica, y yo le creo.
Eso me responde, cuando le consulto de dónde saca tanta energía. Pareciera verle el aura que la rodea, esa que se activa desde que abre los ojos hasta que los cierra. Pone el mismo empeño y fuerza en cada una de las actividades que realiza, tanto para su tarea de locutora (que cumplirá 37 años junto a la radio que la alberga), como para el dictado de los talleres de locución, para su casa y todos los demás proyectos que emprende.
Stella Maris Cabrera ha trabajado en agencias de publicidad, en distintos certámenes como Miss Córdoba y Miss Sierras de Córdoba, animó festivales como el dedicado al cine en Mina Clavero, realizó presentaciones de artistas en distintos lugares, hizo festivales folklóricos, trabajó en radio, en prensa gráfica y en TV.
Cuando el 2009 despedía sus últimos días Stella presentó en sociedad el trabajo bibliográfico documental “Diccionario Nosotras”. Un compendio de biografías de 48 mujeres villamarienses que se destacaron a lo largo de la historia, en sus disímiles quehaceres. Ese es nuestro principal objetivo en este encuentro.
La paso a buscar por la radio. Culmina su programa y caminamos media cuadra sobre el bulevar España, para instalarnos en un nuevo café que tiene aroma a hogar. Rememoro. En esas paredes funcionó hace cerca de una década nuestra casa, EL DIARIO del Centro del País.
Nos sentamos en uno de los sillones, al costado de una cascada y sin más prolegómenos comenzamos la charla.
NOSOTRAS TV
En muchas oportunidades, cuando expresamos ciertas palabras, activamos una serie de relaciones mentales que van sugiriendo continuos vínculos impensados. Si alguien en la ciudad dice “Nosotras”, automáticamente, un reflejo involuntario nos lleva hasta el nombre de Stella Maris Cabrera.
Y es así, esta palabra que aglutina al género femenino se ha instalado en la memoria colectiva de los villamarienses que hemos visto, oído y disfrutado de un conjunto de expresiones multimediales relacionadas con la mujer.
Corría 1997. Villa María, pujante ciudad, contaba en aquel entonces con cierta programación local en la pantalla chica; sin embargo, los hermanos Lorenzo e Ignacio Toribio, productores de contenidos para Canal 2, reconocían ciertos baches en la programación de la señal y no dudaron en convocar a Stella. Ella decidió quedarse con un segmento dedicado a la mujer que dio en llamar “Nosotras”. Nunca había trabajado en televisión, pero su fuerza y capacidad hicieron frente a este nuevo desafío.
Se fue interiorizando y se interesó, nos cuenta, por la historia de las mujeres; pero no sólo las conocidas, sino también las anónimas, ya que gracias a todas se va construyendo la historia de una ciudad. Stella se repetía que sería muy bueno “rescatar a las mujeres, premiarlas por el quehacer e incentivarlas para que sigan haciendo cosas.”
PREMIOS, RADIO Y REVISTA
Al año siguiente, en su afán de crecimiento constante, crearía los premios “Nosotras”, los cuales se entregaron por casi diez años, con la distinción máxima de “mujer villamariense del año”. Algunas de las galardonadas fueron: “María de las Mercedes Zabala (Bambina) de la Medioteca, Jorgelina Capra de Olmedo que estuvo al frente por años del Hogar-Escuela San José de familia sustituta; Miryam Ponce de Destéfano organizando el comedor “Soldaditos de Jesús”; las hermanas Crespo, que fueron campeonas olímpicas, abanderadas, medalla a mejor compañera, excelentes hijas, un ejemplo para la juventud; Nora Bedano, que generó críticas diversas, pero lo que estábamos premiando no era el accionar político, sino el hecho histórico, es la primera mujer que ocupa el sillón de Pedro Viñas, por el voto popular; la doctora Norma Bellodi, Magalí Romitelli y tantas otras.”
Después aparecería la versión radial y gráfica de este sello registrado, donde Stella siguió con esa hermosa tarea de rescatar a las mujeres de la ciudad. Nos dice en un pasaje de la entrevista, “Siempre traté de incentivarlas, no importa la condición ni la formación académica, porque pueden destacarse en su faz social, humana; todas de una forma u otra pueden colaborar, participando en comedores, en los barrios, en lo que fuere.” Se enorgullece de haber dado el espacio a todos, sin distinciones de ningún tipo.
Cuando dejó su programa de TV, donó unos 800 programas a la Medioteca Municipal, que esperan ser ubicados en la videoteca respectiva, ese es otro de los aportes generosos de Stella, ya que en ese programa aparecieron personas y personajes claves de la historia de la ciudad. Para ese momento, una idea le rondaba en su cabeza, sentía la necesidad, el cosquilleo de plasmar en otro documento esas vidas; pero no para contar la historia, sino a manera de diccionario biográfico con las particularidades de cada mujer.
EL LIBRO
Así fue. El diccionario de mujeres villamarienses le tomó tres años y medio de trabajo, junto a sus colaboradores, sorteando escollos de todos los tipos.
Recuerda muchas dificultades para dar con los datos de las mujeres, en algunos casos los familiares mostraban total disposición aportando datos y fotos, pero en otros, los mismos familiares desconocían fechas de defunción o se topaban con el total desinterés de la familia. Un caso puntual es el de doña Braulia Vijande, que Stella y su grupo de trabajo buscaron por todos los medios, encontrar la fecha de defunción de la misma y no fue posible: registro civil, cementerios, familiares… no hubo manera de localizar ese dato y quedó entre los pendientes de Stella.
“Diccionario Nosotras” posee un lenguaje ameno, agradable a los sentidos, en sus párrafos se puede leer un lenguaje casi coloquial, como si Stella viniese a nuestras casas y, mientras el mate va y viene, ella nos cuenta la vida y obra de éstas mujeres que conforman el orgullo de nuestro pueblo.
La autora, conocedora de todos los rincones de la Villa, se muestra abierta y de carácter amplio; dice no tener problemas en compartir un café tanto con el lustrabotas como con el gobernador. Esta apertura seguramente le ha ayudado a nutrir su investigación y si bien conoce en detalle la historia de cada una de las mujeres que se inmortalizaron en las páginas, debió resumirlas, para amenizar las lecturas.
Otro de los puntos interesantes que este libro aporta, es la luz para clarificar ciertos hechos de nuestra historia que ya estaban “aceptados”. Dice la comunicadora, “este libro hecha por tierra muchas ‘fábulas’ de la gente”, Braulia Vijante no fue quien creó el Hogar de Ancianos como se cree, sino que ella lo traslada a donde está ahora; otro caso es el de Maruja (María de la Paz Pereyra y Villasuso) que, a contramano de lo que dicen algunos documentos publicados que aseguran la donación de su hermosa casa de Villa Nueva, la realidad es otra, ya que la vendió.
EL SABOR DE LO LOCAL
Nuestra entrevistada dice que proyectos como este, sólo pueden hacerse y disfrutarse si uno ama a la ciudad, porque de lo contrario, te resbala. Emprendimientos de este tipo “te hacen investigar e investigar, porque una cosa te lleva a la otra. Hemos ido a la fuente, todo fue complejo y costoso, porque muchos datos e imágenes debieron conseguirse fuera de la ciudad.”
A pesar de ello, en un principio tenía más de 60 asientos para este diccionario, pero en algunos casos, encontró escasos datos relevantes.
Nos cuenta Stella Maris, que Villa María se creó como un asentamiento mientras se construían las vías del tren, que comunicarían Buenos Aires con Córdoba. Por ese motivo “la hija del riel” fue albergando en sus tierras a personas que tuvieron grandes desempeños para el crecimiento de la ciudad y para el caso de las mujeres, este documento editado por ella y solventado por la perfumería Mistral será otro imprescindible eslabón. Cada vez que se necesite consultar sobre el accionar del género femenino en la sociedad, ahí estará este diccionario.
“Nosotras” se ha convertido en uno de los pocos, sino el único, de los programas multimedia que abarca la televisión, los premios, la radio, la revista y ahora el libro. Un esfuerzo que ha dado sus frutos en tantos años de trabajo o de “buceo” en nuestra historia.
NOSOTRAS, LAS CONTEMPORÁNEAS
Está en preparación otro nuevo tomo de “Nosotras”, en esta oportunidad quizás la tarea sea un poco más fácil, ya que se encargará de homenajear a las mujeres con vida. Alguna de ellas, ya tienen 40 años de trayectoria, otras son más jóvenes, pero han recibido tal reconocimiento nacional que amerita incluirlas.
Convivirán en tapas duras Olga Fernández Núñez, Andrea Arese, María Celia (Puqui) Charras, Susana Giraudo, Marta Montero, María Cristina Soave, María Gabriela Mujica, Helen Natali, Graciela Yessín, Norma Bellodi, Encarnación Sobrino, Margarita Sobrino de Soriano, Paulina Villagra y tantas más.
Stella sigue en la misma línea, resalta a todas las mujeres que por su esfuerzo merecen ser reconocidas; un libro popular, emotivo y necesario. Para más adelante tiene planeado un tercer tomo que incluiría las mujeres más jóvenes, también quiere mostrar a aquellas que han brillado en el exterior.
LA MUJER
Como se ve, el trabajo diario y fecundo de una mujer que reconoce a sus pares por sus logros.
Nos cuenta Stella que, cuando entrega sus premios, lleva un permanente control sobre las postulantes, para luego presentarles a los jurados todos esos elementos, con el fin de que la selección sea lo más seria y completa posible. “Yo me tomo las cosas muy en serio, es preferible hacer menos cosas, pero hacerlas bien; eso le digo siempre a mis alumnos, elijan un formato y háganlo bien hecho. La gente valora lo que se hace bien. ‘El que mucho abarca, poco aprieta’, esas son sabias palabras.”
Aprovechando ese dicho popular, le retrucamos con el que dice “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” y le consultamos que opina del mismo. Nos dice que es totalmente cierto, que “el hombre necesita apuntalarse en una buena mujer. Hay cosas que el hombre no repara (zapatos lustrados, sacos en condiciones…), las mujeres somos detallistas, porque tenemos la capacidad de hacer varias cosas a la vez. El hombre se proyecta en algo y lo hace bien, pero no le pidas desdoblarse porque no está preparado para eso; en cambio las mujeres desde que nacemos tenemos un montón de funciones (hacer la comida, limpiar… somos una gerenciadora de la casa) y tenemos que hacerlo todo bien, somos la primera que se levanta y la última que se acuesta.”
EL ROL DE COMUNICADOR
Stella es docente y locutora nacional, dueña de una voz inconfundible que muchos han escuchado desde chicos.
Quisimos saber si por su labor, el comunicador se encuentra en un lugar de privilegio. Se pone cómoda y me dice “hay dos grupos, uno son los que se creen semidioses y el otro, que lo considera un oficio, que no somos, ni más, ni menos que nadie. Siempre digo que los medios de comunicación crean falsos dioses, una especie de fetichismo. Advierto a los alumnos, que no se encandilen por las luces; porque no son reales. Yo siempre me consideré una laburante, ‘un amargo obrero’, como dice un compañero, una obrera de la profesión; nunca me mareé por estar con personas importantes, ni por los regalos que me han dado.”
Los que son soberbios, nunca van a crecer, nos dice; “la fama es puro cuento, no existe.” Seguidamente nos cuenta los pro de ser conocido, pero también la contra de llevar una conducta intachable; para decirlo con sus palabras: “tenés que autoexigirte, si te desviaste un poquito así, te ponen un sello que lo vas a llevar en el lomo toda tu vida; porque nosotros no tenemos margen a los errores.”
Por otra parte, le hubiese gustado haber sido “más académica”, haber nacido en una época más actual, ya que no pudo estudiar medicina en Córdoba como quería. Eran otras épocas, recuerda cuando estaba cursando el quinto año de la secundaria y su padre se quedó sin trabajo, intentando obligarla a dejar sus estudios. Emocionada (se le nota por primera vez en la voz), nos cuenta que su madre le aseguró: “no hija, vas a terminar, es necesario que termines.”
Y fue así, con esa fuerza que caracterizó a su madre y que le circula por las venas a Stella, que se superó y trabajó vendiendo medias, libros y demás, golpeando las puertas de cada casa. Con ese empuje estudió toda su vida, cursó un año de historia y geografía, hizo enseñanza primaria, podología, depiladora, maquilladora, experta en gimnasia yoga y modeladora, protocolo, oratoria, control mental, reiki, gestión gerencial, es profesora superior de folclore… Tantas actividades hizo que no le es posible entender, como algunas mujeres no saben qué hacer para conseguir su sustento. “La mente mientras más le exigís, más te da”, asegura.
LA VÁRITA MÁGICA
Stella Maris Cabrera se considera una afortunada de la memoria, una mujer que le exige a su mente cada día más. Tiene la enorme capacidad de manejar grupos de trabajo, con su carácter imperativo y superador, cuidando cada detalle en las cosas que hace. “Me tocó estar en lugares estratégicos, que si no fuera como soy, me hubiesen pisoteado. Tuve que hacerme el carácter para abrirme paso en la selva humana, no estoy arrepentida, soy transparente como el agua, cuando algo no me gusta, voy a venir y te lo digo.”
No sólo la transparencia la define, sino también la humildad, la sapiencia de saber en qué lugar está y la generosidad de advertirle al otro, que viene más atrás, que el camino no es el de la luz, sino el del esfuerzo.
Seguramente la dama tocada por la varita mágica no figurará en los libros fantásticos, de esos de cuentos con hadas y duendes. Pero quizás, el paso del tiempo la recuerde, en algún tomo futuro de este diccionario, en el que hoy inmortaliza y recuerda a grandes mujeres de la ciudad.
STELLA MARIS CABRERA
SU OFICIO DE MUJER
Dice haber sido tocada por la varita mágica, y yo le creo.
Eso me responde, cuando le consulto de dónde saca tanta energía. Pareciera verle el aura que la rodea, esa que se activa desde que abre los ojos hasta que los cierra. Pone el mismo empeño y fuerza en cada una de las actividades que realiza, tanto para su tarea de locutora (que cumplirá 37 años junto a la radio que la alberga), como para el dictado de los talleres de locución, para su casa y todos los demás proyectos que emprende.
Stella Maris Cabrera ha trabajado en agencias de publicidad, en distintos certámenes como Miss Córdoba y Miss Sierras de Córdoba, animó festivales como el dedicado al cine en Mina Clavero, realizó presentaciones de artistas en distintos lugares, hizo festivales folklóricos, trabajó en radio, en prensa gráfica y en TV.
Cuando el 2009 despedía sus últimos días Stella presentó en sociedad el trabajo bibliográfico documental “Diccionario Nosotras”. Un compendio de biografías de 48 mujeres villamarienses que se destacaron a lo largo de la historia, en sus disímiles quehaceres. Ese es nuestro principal objetivo en este encuentro.
La paso a buscar por la radio. Culmina su programa y caminamos media cuadra sobre el bulevar España, para instalarnos en un nuevo café que tiene aroma a hogar. Rememoro. En esas paredes funcionó hace cerca de una década nuestra casa, EL DIARIO del Centro del País.
Nos sentamos en uno de los sillones, al costado de una cascada y sin más prolegómenos comenzamos la charla.
NOSOTRAS TV
En muchas oportunidades, cuando expresamos ciertas palabras, activamos una serie de relaciones mentales que van sugiriendo continuos vínculos impensados. Si alguien en la ciudad dice “Nosotras”, automáticamente, un reflejo involuntario nos lleva hasta el nombre de Stella Maris Cabrera.
Y es así, esta palabra que aglutina al género femenino se ha instalado en la memoria colectiva de los villamarienses que hemos visto, oído y disfrutado de un conjunto de expresiones multimediales relacionadas con la mujer.
Corría 1997. Villa María, pujante ciudad, contaba en aquel entonces con cierta programación local en la pantalla chica; sin embargo, los hermanos Lorenzo e Ignacio Toribio, productores de contenidos para Canal 2, reconocían ciertos baches en la programación de la señal y no dudaron en convocar a Stella. Ella decidió quedarse con un segmento dedicado a la mujer que dio en llamar “Nosotras”. Nunca había trabajado en televisión, pero su fuerza y capacidad hicieron frente a este nuevo desafío.
Se fue interiorizando y se interesó, nos cuenta, por la historia de las mujeres; pero no sólo las conocidas, sino también las anónimas, ya que gracias a todas se va construyendo la historia de una ciudad. Stella se repetía que sería muy bueno “rescatar a las mujeres, premiarlas por el quehacer e incentivarlas para que sigan haciendo cosas.”
PREMIOS, RADIO Y REVISTA
Al año siguiente, en su afán de crecimiento constante, crearía los premios “Nosotras”, los cuales se entregaron por casi diez años, con la distinción máxima de “mujer villamariense del año”. Algunas de las galardonadas fueron: “María de las Mercedes Zabala (Bambina) de la Medioteca, Jorgelina Capra de Olmedo que estuvo al frente por años del Hogar-Escuela San José de familia sustituta; Miryam Ponce de Destéfano organizando el comedor “Soldaditos de Jesús”; las hermanas Crespo, que fueron campeonas olímpicas, abanderadas, medalla a mejor compañera, excelentes hijas, un ejemplo para la juventud; Nora Bedano, que generó críticas diversas, pero lo que estábamos premiando no era el accionar político, sino el hecho histórico, es la primera mujer que ocupa el sillón de Pedro Viñas, por el voto popular; la doctora Norma Bellodi, Magalí Romitelli y tantas otras.”
Después aparecería la versión radial y gráfica de este sello registrado, donde Stella siguió con esa hermosa tarea de rescatar a las mujeres de la ciudad. Nos dice en un pasaje de la entrevista, “Siempre traté de incentivarlas, no importa la condición ni la formación académica, porque pueden destacarse en su faz social, humana; todas de una forma u otra pueden colaborar, participando en comedores, en los barrios, en lo que fuere.” Se enorgullece de haber dado el espacio a todos, sin distinciones de ningún tipo.
Cuando dejó su programa de TV, donó unos 800 programas a la Medioteca Municipal, que esperan ser ubicados en la videoteca respectiva, ese es otro de los aportes generosos de Stella, ya que en ese programa aparecieron personas y personajes claves de la historia de la ciudad. Para ese momento, una idea le rondaba en su cabeza, sentía la necesidad, el cosquilleo de plasmar en otro documento esas vidas; pero no para contar la historia, sino a manera de diccionario biográfico con las particularidades de cada mujer.
EL LIBRO
Así fue. El diccionario de mujeres villamarienses le tomó tres años y medio de trabajo, junto a sus colaboradores, sorteando escollos de todos los tipos.
Recuerda muchas dificultades para dar con los datos de las mujeres, en algunos casos los familiares mostraban total disposición aportando datos y fotos, pero en otros, los mismos familiares desconocían fechas de defunción o se topaban con el total desinterés de la familia. Un caso puntual es el de doña Braulia Vijande, que Stella y su grupo de trabajo buscaron por todos los medios, encontrar la fecha de defunción de la misma y no fue posible: registro civil, cementerios, familiares… no hubo manera de localizar ese dato y quedó entre los pendientes de Stella.
“Diccionario Nosotras” posee un lenguaje ameno, agradable a los sentidos, en sus párrafos se puede leer un lenguaje casi coloquial, como si Stella viniese a nuestras casas y, mientras el mate va y viene, ella nos cuenta la vida y obra de éstas mujeres que conforman el orgullo de nuestro pueblo.
La autora, conocedora de todos los rincones de la Villa, se muestra abierta y de carácter amplio; dice no tener problemas en compartir un café tanto con el lustrabotas como con el gobernador. Esta apertura seguramente le ha ayudado a nutrir su investigación y si bien conoce en detalle la historia de cada una de las mujeres que se inmortalizaron en las páginas, debió resumirlas, para amenizar las lecturas.
Otro de los puntos interesantes que este libro aporta, es la luz para clarificar ciertos hechos de nuestra historia que ya estaban “aceptados”. Dice la comunicadora, “este libro hecha por tierra muchas ‘fábulas’ de la gente”, Braulia Vijante no fue quien creó el Hogar de Ancianos como se cree, sino que ella lo traslada a donde está ahora; otro caso es el de Maruja (María de la Paz Pereyra y Villasuso) que, a contramano de lo que dicen algunos documentos publicados que aseguran la donación de su hermosa casa de Villa Nueva, la realidad es otra, ya que la vendió.
EL SABOR DE LO LOCAL
Nuestra entrevistada dice que proyectos como este, sólo pueden hacerse y disfrutarse si uno ama a la ciudad, porque de lo contrario, te resbala. Emprendimientos de este tipo “te hacen investigar e investigar, porque una cosa te lleva a la otra. Hemos ido a la fuente, todo fue complejo y costoso, porque muchos datos e imágenes debieron conseguirse fuera de la ciudad.”
A pesar de ello, en un principio tenía más de 60 asientos para este diccionario, pero en algunos casos, encontró escasos datos relevantes.
Nos cuenta Stella Maris, que Villa María se creó como un asentamiento mientras se construían las vías del tren, que comunicarían Buenos Aires con Córdoba. Por ese motivo “la hija del riel” fue albergando en sus tierras a personas que tuvieron grandes desempeños para el crecimiento de la ciudad y para el caso de las mujeres, este documento editado por ella y solventado por la perfumería Mistral será otro imprescindible eslabón. Cada vez que se necesite consultar sobre el accionar del género femenino en la sociedad, ahí estará este diccionario.
“Nosotras” se ha convertido en uno de los pocos, sino el único, de los programas multimedia que abarca la televisión, los premios, la radio, la revista y ahora el libro. Un esfuerzo que ha dado sus frutos en tantos años de trabajo o de “buceo” en nuestra historia.
NOSOTRAS, LAS CONTEMPORÁNEAS
Está en preparación otro nuevo tomo de “Nosotras”, en esta oportunidad quizás la tarea sea un poco más fácil, ya que se encargará de homenajear a las mujeres con vida. Alguna de ellas, ya tienen 40 años de trayectoria, otras son más jóvenes, pero han recibido tal reconocimiento nacional que amerita incluirlas.
Convivirán en tapas duras Olga Fernández Núñez, Andrea Arese, María Celia (Puqui) Charras, Susana Giraudo, Marta Montero, María Cristina Soave, María Gabriela Mujica, Helen Natali, Graciela Yessín, Norma Bellodi, Encarnación Sobrino, Margarita Sobrino de Soriano, Paulina Villagra y tantas más.
Stella sigue en la misma línea, resalta a todas las mujeres que por su esfuerzo merecen ser reconocidas; un libro popular, emotivo y necesario. Para más adelante tiene planeado un tercer tomo que incluiría las mujeres más jóvenes, también quiere mostrar a aquellas que han brillado en el exterior.
LA MUJER
Como se ve, el trabajo diario y fecundo de una mujer que reconoce a sus pares por sus logros.
Nos cuenta Stella que, cuando entrega sus premios, lleva un permanente control sobre las postulantes, para luego presentarles a los jurados todos esos elementos, con el fin de que la selección sea lo más seria y completa posible. “Yo me tomo las cosas muy en serio, es preferible hacer menos cosas, pero hacerlas bien; eso le digo siempre a mis alumnos, elijan un formato y háganlo bien hecho. La gente valora lo que se hace bien. ‘El que mucho abarca, poco aprieta’, esas son sabias palabras.”
Aprovechando ese dicho popular, le retrucamos con el que dice “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” y le consultamos que opina del mismo. Nos dice que es totalmente cierto, que “el hombre necesita apuntalarse en una buena mujer. Hay cosas que el hombre no repara (zapatos lustrados, sacos en condiciones…), las mujeres somos detallistas, porque tenemos la capacidad de hacer varias cosas a la vez. El hombre se proyecta en algo y lo hace bien, pero no le pidas desdoblarse porque no está preparado para eso; en cambio las mujeres desde que nacemos tenemos un montón de funciones (hacer la comida, limpiar… somos una gerenciadora de la casa) y tenemos que hacerlo todo bien, somos la primera que se levanta y la última que se acuesta.”
EL ROL DE COMUNICADOR
Stella es docente y locutora nacional, dueña de una voz inconfundible que muchos han escuchado desde chicos.
Quisimos saber si por su labor, el comunicador se encuentra en un lugar de privilegio. Se pone cómoda y me dice “hay dos grupos, uno son los que se creen semidioses y el otro, que lo considera un oficio, que no somos, ni más, ni menos que nadie. Siempre digo que los medios de comunicación crean falsos dioses, una especie de fetichismo. Advierto a los alumnos, que no se encandilen por las luces; porque no son reales. Yo siempre me consideré una laburante, ‘un amargo obrero’, como dice un compañero, una obrera de la profesión; nunca me mareé por estar con personas importantes, ni por los regalos que me han dado.”
Los que son soberbios, nunca van a crecer, nos dice; “la fama es puro cuento, no existe.” Seguidamente nos cuenta los pro de ser conocido, pero también la contra de llevar una conducta intachable; para decirlo con sus palabras: “tenés que autoexigirte, si te desviaste un poquito así, te ponen un sello que lo vas a llevar en el lomo toda tu vida; porque nosotros no tenemos margen a los errores.”
Por otra parte, le hubiese gustado haber sido “más académica”, haber nacido en una época más actual, ya que no pudo estudiar medicina en Córdoba como quería. Eran otras épocas, recuerda cuando estaba cursando el quinto año de la secundaria y su padre se quedó sin trabajo, intentando obligarla a dejar sus estudios. Emocionada (se le nota por primera vez en la voz), nos cuenta que su madre le aseguró: “no hija, vas a terminar, es necesario que termines.”
Y fue así, con esa fuerza que caracterizó a su madre y que le circula por las venas a Stella, que se superó y trabajó vendiendo medias, libros y demás, golpeando las puertas de cada casa. Con ese empuje estudió toda su vida, cursó un año de historia y geografía, hizo enseñanza primaria, podología, depiladora, maquilladora, experta en gimnasia yoga y modeladora, protocolo, oratoria, control mental, reiki, gestión gerencial, es profesora superior de folclore… Tantas actividades hizo que no le es posible entender, como algunas mujeres no saben qué hacer para conseguir su sustento. “La mente mientras más le exigís, más te da”, asegura.
LA VÁRITA MÁGICA
Stella Maris Cabrera se considera una afortunada de la memoria, una mujer que le exige a su mente cada día más. Tiene la enorme capacidad de manejar grupos de trabajo, con su carácter imperativo y superador, cuidando cada detalle en las cosas que hace. “Me tocó estar en lugares estratégicos, que si no fuera como soy, me hubiesen pisoteado. Tuve que hacerme el carácter para abrirme paso en la selva humana, no estoy arrepentida, soy transparente como el agua, cuando algo no me gusta, voy a venir y te lo digo.”
No sólo la transparencia la define, sino también la humildad, la sapiencia de saber en qué lugar está y la generosidad de advertirle al otro, que viene más atrás, que el camino no es el de la luz, sino el del esfuerzo.
Seguramente la dama tocada por la varita mágica no figurará en los libros fantásticos, de esos de cuentos con hadas y duendes. Pero quizás, el paso del tiempo la recuerde, en algún tomo futuro de este diccionario, en el que hoy inmortaliza y recuerda a grandes mujeres de la ciudad.
(*) Publicado en EL DIARIO del Centro del País, domingo 25 de abril de 2010.-
(*) Las imágenes que ilustran la presente corresponden a algunas de las mujeres que Stella Maris relevó en el primer tomo de su diccionario.
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